Incertidumbre

Comprar o no comprar ante la caída de las bolsas: ese es el 'quid' de la cuestión

La división de opiniones es la tónica que impera en la industria de la gestión de activos sobre la posibilidad de aprovechar los descensos de los mercados para reconstruir las carteras.

Un signo de la calle Wall Street en frente de la Bolsa de Valores de Nueva York.
Comprar o no comprar ante la caída de las bolsas: esa es la cuestión
Europa Press

Las acciones de las compañías que cotizan en Wall Street han sufrido las mayores pérdidas hasta la fecha desde al menos la década de los 60. Una situación que encendió las dudas sobre si es momento de los inversores de comprar ante un desplome generalizado de los mercados. ¿Es el instante perfecto para hacer cartera ante las caídas tan generalizadas o se debe esperar, según los expertos? La división de opiniones parece que es la tónica que impera en la industria de la gestión de activos sobre la posibilidad de aprovechar los descensos de las bolsas para comprar.

BlackRock es de las gestoras que más se ha mojado al respecto al considerar que quizá sea mejor aguardar un tiempo más por varias razones, tal y como publica en un reciente informe: “Las valoraciones no son mucho más baratas dado el aumento de los tipos de interés y una perspectiva de beneficios más débil, en nuestra opinión”. La firma estadounidense expone que una trayectoria más alta de los tipos justifica precios de acciones más bajos. “También vemos un riesgo de que la Fed eleve demasiado los tipos, o que los mercados crean que lo hará, mientras las presiones de los márgenes de beneficio son un riesgo para las ganancias empresariales... Es por eso por lo que somos neutrales en acciones en un horizonte de seis a 12 meses”, analizan.

Desde RBC Capital Markets también apuntan a un escenario similar. “Los márgenes de beneficio han aumentado durante las últimas dos décadas, pero ahora hay riesgos crecientes a la baja”, explican. La entidad espera que la crisis energética afecte al crecimiento y que los costes laborales más altos se coman los beneficios. “El problema: las estimaciones de ganancias del consenso no parecen reflejar esto”, ahondan. Por ejemplo, los analistas esperan que las empresas del S&P 500 aumenten los beneficios en un 10,5% este año, según muestran los datos de Refinitiv. Eso, estos analistas, quizá sea demasiado optimista. Las acciones podrían caer aún más si aumentan las presiones sobre los márgenes. 

RBC Capital considera que la caída de los costes, como la mano de obra, ha alimentado la expansión de las ganancias de varias décadas

“La caída de los costes, como la mano de obra, ha alimentado la expansión de las ganancias de varias décadas”, comentan desde la firma de análisis. Hasta ahora, los costes laborales unitarios (los salarios que paga una empresa para producir una unidad de producto en relación con su precio de venta) no se han incrementado mucho. Vemos aumentos salariales reales, o ajustados a la inflación, para atraer a las personas a volver al trabajo. Eso es bueno para la economía, pero malo para los márgenes de la empresa.

“Las empresas han logrado expandir sus márgenes a lo largo de los años a través de la automatización y otros medios, incluso durante la pandemia, aunque ahora los desafíos se están acumulando”, coinciden los analistas de JPMorgan. De este modo, una disminución de la demanda de los consumidores a medida que se desacelera el reinicio de la actividad económica podría ser plausible. “En nuestra opinión, esto reducirá la capacidad de las empresas para trasladar mayores costes a los consumidores, por lo que también esperamos una rotación del gasto de los consumidores hacia los servicios y lejos de los bienes a medida que el mundo se normaliza, y vemos que esto ayuda a la economía más que a las acciones”, comentan desde BlackRock. Los servicios constituyen la mayor parte del PIB estadounidense, mientras que las ganancias del S&P 500 se dividen equitativamente entre servicios y bienes.

¿La bolsa está ahora barata?

El dilema está en si la bolsa está o no barata. Aquí es dónde surge el debate más sesudo entre los expertos. Desde Atlantic Capital consideran que hay segmentos del mercado que suelen hacerlo bien en momentos de inflación que cotizan a precio de ganga: “algunas empresas energéticas, mineras, de materias primas han sufrido un varapalo importante y se han abaratado como para hacer cartera progresivamente”. Algo en lo que coinciden los analistas de Jefferies en una nota reciente. “El clima es complicado, pero pensando en el largo plazo se pueden ir realizando aportaciones sobre negocios sólidos”. Eso sí, matizan que se ha de distinguir entre las buenas y las malas compañías para evitar esta volatilidad sangrante de las bolsas. 

No obstante, para los expertos de BlackRock las acciones no se han abaratado tanto. ¿Por qué? “Las valoraciones no han mejorado realmente después de tener en cuenta unas perspectivas de beneficios más bajas y un ritmo más rápido esperado de subidas de tipos”, resaltan. La gestora norteamericana asegura que la perspectiva de tipos aún más altos está aumentando la tasa de descuento esperada. “Las tasas de descuento más altas hacen que los flujos de caja futuros sean menos atractivos”, ahondan. “Además, no estamos dando vueltas a la compra de acciones en este momento debido al creciente riesgo de que la Fed suba tipos demasiado rápido, o que los mercados crean que lo hará, al menos en el corto plazo (...) Las señales de inflación persistente, pueden alimentar este último riesgo”, terminan.

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