En plena crisis

El consumo energético se erige en el 'caballo de batalla' de los criptoactivos

El ethereum utiliza actualmente el mismo protocolo que la moneda digital más utilizada, pero lleva años trabajando en uno nuevo que genera menor impacto medioambiental.

Criptomonedas.
Criptomonedas.
Roger Brown de Pexels.

En plena crisis de las criptomonedas, el ether, la segunda moneda digital más utilizada, afronta cambios en su red para reducir el impacto medioambiental de su minería, precisamente una de las razones que ha desencadenado los últimos desplomes. El consumo energético se ha convertido en el caballo de batalla del universo 'cripto' y el ethereum, el sistema blockchain que incluye su propia criptomoneda ether, quiere liderar el cambio modificando su protocolo

Actualmente, el ethereum utiliza el mismo protocolo que bitcoin, a través de un sistema de 'prueba de trabajo' (PoW). Se trata de un algoritmo muy eficaz y que ofrece altos niveles de seguridad en el minado de algunas 'criptos' como el bitcoin, pero que conlleva un alto consumo energético. Requiere de una amplía red de ordenadores funcionando todo el tiempo para minar las monedas hasta conseguir la validación. Además, se necesitarán más cuanto más se extienda la comercialización de las criptomonedas y, por tanto, aumenta aún más el consumo energético. 

Actualmente, la minería de bitcoins utiliza cerca de 121,36 teravatios-hora (TWh) de electricidad al año, según un análisis del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge, consumiendo más electricidad al año que países como Finlandia, Suiza o Argentina. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el bitcoin es un sistema de pagos global. En el caso de otras criptomonedas su impacto es inferior por su menor utilización, ya que el bitcoin representa cerca del 45% de la capitalización total del mercado. 

Para evitar esta contaminación, ethereum lleva años trabajando en un nuevo protocolo que genera menor impacto medioambiental, el sistema de 'prueba de participación' (PoS, por sus siglas en ingés) que entrará en vigor a partir del mes de julio. En este nuevo protocolo de minado, la criptomoneda Ether reemplaza el hardware y la electricidad como coste de capital, como explica Bloomberg. Así, con este sistema la probabilidad de encontrar un bloque de transacciones es proporcional a la cantidad de monedas que cada uno tiene acumuladas. Es decir, cuanto más ether tenga un usuario, más posibilidades tendrá de ser elegido para asegurar el siguiente lote de transacciones. 

El nuevo protocolo supondría un punto de inflexión en las criptomonedas porque ethereum, pese a contar con su propia critpomoneda, también es la red utilizada por otras. La 'blockchain' de ethereum es la más utilizada para las finanzas descentralizadas, es decir, servicios financieros que se crean y mantienen en una infraestructura descentralizada como blockchain públicos y 'smart contracts'. 

Creada por Vitalik Buterin en 2015, la criptomoneda no superó los 20 dólares (17 euros) hasta marzo de 2017, pero se disparó a finales de 2017 hasta los 1.400 dólares (1.200 euros). Desde entonces, ha experimentado pronunciadas subidas y bajadas, al igual que el resto de criptomonedas. Los expertos señalan que este cambio conducirá a un aumento del precio del ether, al reducirse el suministro de tokens

Ofensiva regulatoria

El cambio de protocolo del ethereum se prepara mientras que las criptomonedas afrontan su mayor crisis desde 2018 en medio de una ofensiva regulatoria. China ha sido el último país en advertir sobre sus riesgos y ha dado un paso más al prohibir el uso de las criptomonedas para todas las transacciones en el país. Como consecuencia varias mineras del gigante asiático han cesado ya su actividad provocando el desplome del bitcoin hasta los 33 dólares. 

Pero, más allá de los reguladores, las criptomonedas se han encontrado con otro 'enemigo' que hasta ahora era uno de sus principales defensores, Elon Musk. El pasado 13 de mayo el bitcoin se desplomó, después de que el fundador de Tesla anunciara que dejaría de aceptar pagos con esa criptodivisa por su fuerte impacto ambiental. La decisión contagió al resto de activos, incluido el ether, que apenas tres días antes había alcanzado su precio máximo. 

El ether registró el pasado 10 de mayo su récord, por encima de los 4.000 dólares. Sin embargo, al igual que el resto de criptomonedas, se ha visto arrastrado por la crisis del mercado, que ha perdido casi el 50% de capitalización en los últimos días. Este lunes, siguiendo la tendencia del mercado, rebotaba un 13%, después de haberse desplomado un 12% el domingo, pero todavía cotiza en 2,360 dólares, casi la mitad que su récord hace unos días. 

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