China ha aprobado los ensayos clínicos en humanos para otras dos vacunas experimentales contra el coronavirus, cuando la pandemia ha provocado la muerte de más de 100.000 personas en todo el mundo y afecta a cerca de 2 millones de personas. Las vacunas están siendo desarrolladas por el Instituto de Productos Biológicos Wuhan, una unidad que pertenece a la estatal SinoPharm y por Sinovac, laboratorio que habría sido el primero en producir una vacuna contra la gripe H1N1 y que cotiza actualmente en el Nasdaq.
Las autoridades del país han confirmado que van a reclutar a cerca de 1.500 personas para poder llevar a cabo el ensayo del Instituto Wuhan-SinoPharm, que van a realizar en el condado de Wuzhi en la provincia de Henan que limita con la de Hubei, donde se originó el brote de coronavirus.
En marzo, la Academia de Ciencias Médicas Militares de China, junto con la firma de biotecnología CanSino Bio, que cotiza en Hong Kong, también recibió la aprobación para realizar de ensayos clínicos en voluntarios humanos. Las autoridades chinas han decidido seguir adelante con la experimentación de estos dos medicamentos cuando el país lucha ahora contra los casos importados de otros países, sobre todo de Rusia.
Este hecho ha llevado a las autoridades de Pekín a estrechar los controles sobre la frontera, puesto que de acuerdo con las cifras oficiales, han aparecido al menos 243 casos en ciudadanos chinos que regresaban a su país, la mayoría procedentes de Vladivostok, así como otros 103 casos asintomáticos. La mayoría de ellos se han registrado en Heilongjiang, la provincia más septentrional de China.
Hoy es el tercer día consecutivo en el que la Comisión Nacional de Sanidad de China ha informado de que no se han registrado nuevas muertes por la neumonía COVID-19 durante la última jornada. China tampoco registró fallecidos entre los días 6 y 11 de abril.
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