El eslabón más débil

El coronavirus empuja a los emergentes hacia la tormenta financiera 'perfecta'

Putin y Xi Jinping
Putin y Xi Jinping
Europa Press

El huracán del coronavirus puede dar lugar a otra tormenta de proporciones impredecibles en los mercados emergentes... salvo en China que, pese a ser origen del brote y haberse autoimpuesto fuertes restricciones -como el cierre a cal y canto de la provincia de Hubei y el aislamiento total de sus 60 millones de personas o la paralización de la actividad-, todavía podría registrar un crecimiento de su PIB este año. El shock económico en términos de oferta, con la parálisis en parte de la cadena global de suministros, y el shock de demanda, por las medidas para contener el avance de la pandemia, darán al traste con las perspectivas de países como Rusia, India, México, Turquía, Corea del Sur, Taiwán o Brasil, entre otros.  

El origen del problema está en el virus pero también en su situación previa, con una economía que ya estaba dando síntomas de debilidad, la saturación del sistema sanitario, los elevados niveles de pobreza, unas tasas altas de economía sumergida y elevados niveles de deuda externa y déficit por cuenta corriente. Al estallar la crisis del el Covid-19 en Europa, los inversores buscaron refugio en el dólar estadounidense ante la inesperada e ingente huida de financiación extranjera en los mercados emergentes. A mediados de marzo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) cifraba esta fuga de capitales en 83.000 millones de dólares, incluyendo tanto la renta fija, como la variable.

"Las economías de los mercados emergentes no se enfrentan a un horizonte nublado. Están frente a un huracán de graves dificultades financieras a pesar de la facilidad en la presión sobre el dólar debido a las últimas inyecciones de efectivo de la Reserva Federal y las medidas que los gobiernos locales pueden tomar", sostiene Pablo Duarte, analista senior del Instituto Flossbach von Storch Research. El caldo de cultivo para una nueva crisis en estas economías lo han puesto, además, el desplome en el precio de las materias primas y el de sus divisas, que van a traer consigo una revisión a la baja en las previsiones macro (tanto en términos de empleo, como de PIB e inflación).

Precisamente y de acuerdo con los cálculos de Bank of America, las monedas de los emergentes se han depreciado de media un 20% en relación al dólar a causa de esta crisis global y el castigo ha sido especialmente fuerte en el caso del rublo y del peso mexicano. La moneda rusa se sitúa en zona mínimos históricos en su cruce frente al billete verde, en 78,64 dólares; y o mismo sucede con la mexicana, que se mueve en el entorno de 24,30 unidades. 

El esfuerzo de los bancos centrales y de los Estados para relajar las condiciones financieras y poner las primeras baldosas de la recuperación vía macroinyecciones de liquidez y políticas fiscales y de gasto no impedirá una caída brusca de la actividad en estas economías entre el primer y el segundo trimestre, seguida de una recuperación entre el segundo semestre y el año próximo, prevén en el departamento de análisis de Bankinter.

El problema de 'atinar' con China

De acuerdo con ese escenario central, China e India crecerían este año, pero al nivel más bajo de la historia reciente (+1,8% China y +4,0% India), mientras que Rusia, especialmente sensible a la cotización del petróleo y Brasil afrontarían una caía del PIB del 2 y el -1,1%, respectivamente. En el caso del gigante asiático, el abanico de perspectivas da idea de la incertidumbre que aún plantea su despegue tras casi haber vencido al virus (siguen apareciendo casos por contagios importados y empiezan a surgir los primeros asintomáticos).

Esa horquilla va desde un raquítico avance del 1% que estiman desde Oxford Economics a un mucho más optimista 4% que prevén los analistas de la firma estadounidense Morgan Stanley. En ambos, hablamos de cálculos que se lanzaron la semana pasada y que, se cumplan finalmente o no, contrastan con el 6,1% de crecimiento que China registró el año pasado y que ya fue el más bajo en prácticamente tres décadas

Los analistas consideran que el FMI y el Banco Mundial también van a tener que poner su artillería sobre la mesa para hacer frente a la recesión. "Incluso si las instituciones multilaterales anunciaran un 'whatever it takes', por ejemplo, mediante una importante emisión de derechos especiales de giro (SDR, por sus siglas en inglés o activos de reserva internacional creados en 1969 por el Fondo para complementar las reservas oficiales de los países miembros), como sugirieron recientemente algunos economistas, la próxima tormenta financiera probablemente provenga de los mercados emergentes", advierte Duarte.

Los efectos del desplome del petróleo

Para los emergentes con más dependencia del petróleo, el desplome de la materia prima casi en un 67% en lo que llevamos de año es otro grave problema añadido. Jeremy Cunningham, responsable de inversión en renta fija de Capital Group, los inversores deberán diferenciar entre los países que se benefician de esta circunstancia y los que no.  Pone como ejemplo Colombia, Nigeria y Malasia que, desde su punto de vista se verán cada vez más presionados debido a su alto coste de extracción de petróleo.

Sin embargo considera que Rusia, que fue uno de los primeros países en sufrir el impacto, "cuenta con mejores amortiguadores y una economía más diversificada y, por lo tanto, podrá soportar períodos más largos de reducción de los precios del petróleo". Por el contrario, Tailandia, Pakistán y la India los precios bajos de la materia prima serán un obstáculo económico importante.

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