Pharmamar ha dado una alegría a sus accionistas. La cotizada presentaba resultados este jueves, tras el cierre del mercado, y ha dejado atrás los números rojos. La firma gallega ha logrado un beneficio de 70,6 millones en el primer trimestre frente a las pérdidas de 10,4 millones del mismo periodo del curso anterior. Claro síntoma de que el acuerdo con Jazz comienza a dar sus primeros frutos.
Los resultados han impulsado la cotización de Pharmamar. El precio de cotización de la biotecnológica ha subido un 3,53% en una sesión en la que se desmarca de la bolsa española (el Ibex cae un 2%) y alcanza un precio de 5,06 euros por acción, máximos en más de una década y no vistos desde el año 2009.
Los ingresos totales de Pharmamar han alcanzado los 99,5 millones de euros en el primer trimestre del año, más de cinco veces los del mismo periodo del curso anterior. ¿El motivo? La compañía española recibió el cobro 'up-front' del acuerdo de licencia de Lurbinectedina con Jazz Pharmaceutical por importe de 181 millones de euro. Por su parte, las ventas netas del grupo han alcanzado los 24,8 millones, un 35% más.
La biotecnológica es, junto a Grifols, la compañía española que más adelante ha llegado para tratar el coronavirus. La firma gallega lanzaba, a través de su filial Genómica, kits de diagnóstico del Covid-19 y cuenta con un ensayo clínico en fase II de Aplidin (plitidepsina) para el tratamiento del virus, que ha sido presentado a la Agencia Española del Medicamento.
De los primeros, los kits de detección, comunicaba que había vendido 27.072 test durante el mes de marzo y había logrado unos ingresos de 605.000 euros. Del segundo, el ensayo clínico, no ha dado más novedades y parece que se encuentra por detrás de las compañías de otros países como Estados Unidos o China. Al otro lado del Atlántico, Donald Trump ha decidido inyectar cantidades millonarias para acelerar la búsqueda de la vacuna y ya tiene sus dos pretendientes: Johnson&Johnson y Moderna.
Pharmamar, pese a centrar muchos de sus esfuerzos de investigación en el Covid-19, también ha sufrido los efectos de la crisis sanitaria. Según comunicaba al organismo supervisor, sufre la ralentización de algunos ensayos clínicos debido a la menor disponibilidad por parte de los hospitales donde estos ensayos se llevan a cabo. Además, podría encontrarse con retrasos en los procesos regulatorios por parte de la Administración o incluso en los pagos por parte del Estado, aunque los dos últimos todavía no se han producido.
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