Según el índice PMI de Markit

La actividad de la industria se resiente en febrero en la zona euro por el virus chino

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Efe

El impacto económico del coronavirus chino se traslada a suelo europeo, aunque lo hace en medio de un contexto que de momento es positivo para la zona euro. La actividad de los países que comparten moneda se aceleró en febrero a su mayor ritmo desde agosto, de acuerdo con el índice PMI que publica la consultora Markit, y que se utiliza como un indicador adelantado de actividad. En concreto, éste avanzó ligeramente en relación a enero hasta los 51,6 puntos por lo que la economía de la zona euro se mantiene por encima de los 50 puntos que marcan la diferencia entre crecimiento y contracción de la actividad. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y el sector manufacturero está pagando ya las consecuencias de la neumonía originada en Wuhan, algo que se aprecia muy especialmente en Alemania y Francia

Es cierto que el sector servicios ha avanzado en el segundo mes del año al mayor ritmo en seis meses, sin embargo el manufacturero sigue sin levantar cabeza. Eso sí, modera algo su ritmo de contracción. El impacto de la epidemia del COVID-19 se ha hecho sentir en los desplazamientos y en el turismo, lastrando los nuevos pedidos del sector terciario. Al mismo tiempo ha generado ya problemas en la cadena de suministro, lo que ha dilatado los plazos de entrega de los proveedores del sector industrial. Esto impide al empleo recuperarse, siendo especialmente débil en el caso de los servicios. 

La consultora ha publicado además los PMIs compuestos de Alemania y Francia. En el caso de la locomotora europea, el golpe que supone la enfermedad para su industria, sobre todo ante el frenazo en la actividad en toda Asia, se aprecia en las exportaciones y en unas peores perspectivas de los empresarios. La parte positiva es que el sector manufacturero está más cerca de estabilizarse después de meses de contracción al pasar de los 45,3 puntos de enero a los 47,8 de febrero -esto es así porque la producción cae menos y también lo hacen los nuevos pedidos y el empleo-. Por este motivo, el informe de Markit habla de una "modesta expansión" de su sector privado en el segundo mes del año. 

Phil Smith, economista principal de IHS Markit, explica que “los informes de las empresas encuestadas indican que, hasta ahora, la interrupción de la producción manufacturera por problemas de suministro ha sido bastante limitada, pero estos todavía son los primeros días de lo que podría ser un periodo prolongado". Desde su punto de vista, la demanda interna se mantuvo en buen estado, pesa a los informes que ya hablan de un descenso de los turistas, y a que los fabricantes ya han visto desacelerarse los nuevos pedidos. 

Problemas para el sector automotriz en Francia

En el caso de la actividad del sector privado francés, sí que se aceleró en febrero. Lo hizo gracias a una sólida expansión del sector servicios que "más que compensó" la caída en la producción manufacturera que pone fin a cuatro meses de avances en el segundo mes del año. Los nuevos pedidos siguieron avanzando y acumulan ya casi un año de repuntes. Si bien, destaca la reducción en algunos sectores como el automotriz, castigado por la interrupción de la producción del modelo de Boeing 737 Max y por el cierre de fábricas que ha conllevado la cuarentena impuesta en China por el coronavirus. 

En opinión de Eliot Kerr, economista de IHS Markit, pese a que los datos de PMI venían señalando "brotes verdes" para la industria en los últimos meses, la primera contracción de la actividad en febrero después de cinco meses al alza "se produjo en medio de algunos vientos en contra para la demanda y de una posterior reducción en los nuevos pedidos. La debilidad del sector automotriz, la interrupción prolongada de la producción de Boeing 737 Max y los problemas de la cadena de suministro relacionados con el coronavirus, impactaron negativamente en los fabricantes franceses en el último período de la encuesta".

La industria francesa se vio afectada por la caída de la demanda a nivel internacional, de forma que los nuevos pedidos de exportación se contrajeron por segundo mes consecutivo y lo hicieron con más fuerza que en enero. Esto ha tenido un impacto claro en el empleo del sector. Así y mientras que los servicios continuaron creando empleo y lo hicieron al ritmo más elevado desde noviembre, la producción redujo su mano de obra por segundo mes consecutivo. 

Con todo, las empresas se mostraron "optimistas" en sus perspectivas a un año vista, sobre todo ante la expectativa de lanzamiento de nuevos productos y de una mejora en la demanda. Ese nivel de confianza fue, sin embargo, más débil que en enero cuando marcó máximos de nueve meses.

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