Tras una semana negra en bolsa

Las primas de riesgo europeas despiertan con la propagación del Covid-19 y el BCE

Las primas de riesgo periféricas despiertan con el covid-19 y el BCE
Las primas de riesgo periféricas despiertan con el covid-19 y el BCE
Nerea de Bilbao

La extensión del coronavirus en suelo europeo y sus efectos perniciosos sobre la economía -la Comisión Europea ya no descarta que el PIB de los Veintisiete registre una contracción este año-, sumada al primer 'fallo' de comunicación de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dispararon el jueves las primas de riesgo de los países periféricos (España, Italia, Portugal y Grecia). El diferencial entre el bono a 10 años de estos países y el Bund alemán -sobrecoste que el mercado les exige por emitir deuda- viene subiendo de forma casi ininterrumpida desde finales de febrero a causa de la propagación de la neumonía, aunque ha registrado una especial sacudida en la última semana.  

Las fuertes medidas de contención que están aplicando los países (en nuestro caso el estado de alarma decretado por Pedro Sánchez, así como el hecho de que Madrid, Galicia, Asturias y Cantabria hayan ordenado el cierre de comercios, salvo los de alimentación y primera necesidad) van a suponer un fuerte tijeretazo a la actividad, sobre todo del sector servicios. Si a esto sumamos el cierre de fábricas en zonas clave de Italia, país que se ha blindado contra la neumonía, y los efectos sobre la cadena de suministro de las cuarentenas en China, tenemos el cóctel perfecto para la propagación de la 'pandemia económica'.

Solo en el último mes, la prima de riesgo de nuestro país, se ha elevado en casi 50 puntos hasta los 117 a los que despide esta semana. El aumento es inferior a los 73 puntos que se ha incrementado la portuguesa (hasta 136 puntos básicos), que los 109 que ha subido la italiana (hasta 239 puntos básicos); y que los 114 puntos que se ha disparado la griega (da carpetazo a la semana en 246 puntos básicos). En el caso español esos 117 puntos básicos suponen retroceder a niveles de abril del año pasado, si bien conllevan una recuperación notable, puesto que nada más celebrarse la rueda de prensa del BCE llegó a dispararse hasta los 131 puntos básicos, es decir, a niveles de enero del año pasado. 

¿Qué dijo Lagarde que disparó las primas?

El problema es que durante la comparecencia posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del emisor, Christine Lagarde aseguró que el BCE no estaba para cerrar brechas en los rendimientos de los bonos soberanos. Este comentario hizo saltar las alarmas porque se interpretó como que el organismo podría dejar de actuar como prestamista de última instancia si algún país llegaba a requerirlo.

La rentabilidad de los bonos de España e Italia se disparó en el mercado secundario (la del español del 0,23 al 0,50% y la del transalpino del 1,22 al 1,72%) aumentando con fuerza sus riesgos país. Y lo mismo sucedió con las de Portugal y Grecia. Más tarde, Lagarde dio una entrevista a la CNBC en la que incidió en  "el absoluto compromiso del BCE para evitar cualquier tipo de fragmentación".

Desde la consultora de análisis de mercados MacroYield contemplan varias explicaciones para el hecho de que las primas española e italiana hayan seguido repuntando con claridad. "Por una parte, el escenario de recesión y deflación es cada vez más claro; por otra, la pandemia y las medidas para su contención están siendo especialmente contundentes en ambas economías. Además, la torpeza de Lagarde al negar el interés del BCE en la reducción de primas soberanas contribuyó claramente a la ampliación", señalan. Además, inciden en que no ven aún en el horizonte próximo argumentos para apostar por el final de las subidas de primas, que puede prolongarse al menos dos o tres semanas más.

Encarece nuestros costes de financiación

El problema de que la prima de riesgo española vuelva a repuntar es que eleva los costes a los que tiene que hacer frente nuestro país para financiarse. El año pasado, por ejemplo, la confianza de los inversores en la economía española mantuvo el riesgo país en niveles muy bajos y esto nos permitió ahorrar 2.371 millones de euros en intereses de la deuda, una partida a la que tuvimos que dedicar en total poco más de 24.000 millones. Al subir la prima y elevarse dichos costes, el Gobierno puede tener más difícil cumplir con las previsiones económicas que son la base de sus Presupuestos Generales del Estado para este año, que están aún pendientes de aprobación. 

Van a ser unas cuentas muy complicadas, si tenemos en cuenta que recogerán además una rebaja de la previsión de PIB y de empleo para este año a causa de los efectos del covid-19, así como un aumento considerable del gasto público para poder hacerles frente -y que con toda probabilidad se traducirá en más endeudamiento por el que tendremos que pagar un interés mayor-. 

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