Caídas peores que en 2018

Sin refugio por el Covid-19: los mejores fondos de renta fija viven su peor año

Evolución de los fondos de renta fija en 2020
Evolución de los fondos de renta fija en 2020

Los gestores de fondos de renta fija lanzaban, a comienzos de año, una advertencia al destacar que "no van a repetirse las rentabilidades de 2019". Ese mensaje iba acompañado de unos resultados excepcionales puesto que habían logrado en pocos meses rentabilidades que costaban lograr años. No obstante, lo que no se iban a esperar es el fuerte desplome que experimentan este año los activos de renta fija y que han provocado que vivan, en este arranque de 2020, el peor año  con caídas de dos dígitos en muchos de los casos. 

El Buy&Hold Renta fija ha sido el que más ha acusado el desplome de la renta fija de los 'cinco estrellas' para Morningstar al caer cerca de un 20%. Los responsables de la firma lanzaron una carta a sus partícipes en la que destacaban que "el miedo a las consecuencias económicas que pueda tener el coronavirus ha supuesto que los diferenciales de crédito de la deuda high yield hayan aumentado más de 500 puntos en un mes -hasta los 800 puntos-; y que los diferenciales de la deuda corporativa con grado inversión lo hayan hecho en 60 puntos. Estos movimientos son muy superiores a los vividos en 2018, siendo la última vez que había habido un repunte similar cuando las primas de riesgo sufrieron la crisis financiera de 2008". Por ello, han decidido aumentar la liquidez para "invertir a mejores precios" y rotar algo la cartera hacia "empresas que consideramos más atractivas, tanto desde un punto de vista de seguridad como de rentabilidad". 

La situación del Buy&Hold Renta fija también la viven otros. Tres fondos como el Credit Suisse Duración 0-2, el Credit Suisse Renta Fija y el UBS Corto Plazo también se desploman más de dos dígitos en este 2020 pese a tener la distinción de 'cinco estrellas' que avala su trayectoria en los últimos años. De hecho, en los últimos ejercicios las caídas más altas dentro del selecto grupo habían sido de un 3,03% para el EDM-Ahorro en 2018. Un año negro para todos salvo para el Sabadell Bonos España, que eludía las caídas ese curso y que su mayor castigo en los últimos ejercicios fue de un 0,53% en 2015. 

Estas caídas de dos dígitos frente al de otros cinco estrellas se explica, en parte por la elevada posición de bonos corporativos o deuda privada. ¿El motivo? "La renta fija corporativa tiende a tener una mayor correlación con las acciones, de modo que cuando las acciones disminuyen en valor, históricamente los bonos también caen, y los bonos de alto rendimiento suelen descender (los diferenciales de crédito se amplían) mucho más que el grado de inversión", tal y como señalan Mike Gitlin y Pramod Atluri, expertos de Capital Group. 

El inversor que lleve años con fondos de inversión de renta fija habrá visto el deterioro de su inversión, excepcional, y se preguntará dónde encontrar 'refugio' ante este escenario. Con la bolsa presa del incremento de la volatilidad, lo peor podría haber pasado tanto para la renta fija como para la renta variable. No obstante, y con este escenario, hay voces que apuntan acerca de estar en liquidez. De hecho, activos tradicionales para capear los temporales como el oro y algunas divisas no se han librado de las oleadas de ventas y caídas en su precio. 

Estas fuertes caídas de los fondos de renta fija es lo que ha provocado que algún inversor haya entrado en modo pánico y haya liquidado posiciones. Tras los mixtos (que tienen exposición a renta variable y renta fija), la renta fija ha sido la que más reembolsos ha sufrido pasado el ecuador de este mes puesto que sufren salidas de 808 millones de euros, los mixtos 2.754 millones y la cifra de toda la industria se sitúa por encima de los 4.550 millones de euros, según datos de la consultora Vdos durante los 19 primeros días de este mes.  

Antonio Aspas, socio de Buy&Hold, ha señalado a La Información a raíz de las fuertes caídas de los últimos que "los efectos en los mercados de la pandemia tanto en renta variable como renta fija han sido de pánico ya que jamás antes las bolsas habían reaccionado con tanta velocidad en la caída, velocidad que se retroalimenta. Estas caídas tan fuertes no dejan que se formen precios y se retiran tanto compradores como vendedores, con lo que las horquillas se amplían y las caídas se producen con poco volumen". Las oportunidades de inversión, a su juicio, estarían en deuda 'high yield' puesto que "la falta de liquidez ha empujado la rentabilidad de muchas emisiones por encima del 10% y también deuda con grado inversión de las empresas castigadas por el parón económico, como líneas aéreas, hoteles, petróleo, retail y autos". 

Philipe Lespinard, responsable de renta fija de Schroders, explica por qué los bonos soberanos se han vendido al mismo tiempo que los activos de mayor riesgo y está motivado en que "las reservas de los bancos centrales se mantienen principalmente en bonos soberanos. En este momento, con muchos de ellos están preparando líneas de apoyo de liquidez, tienen que vender bonos para conseguir efectivo". Además, va un paso más allá al destacar que "las garantías de préstamos del gobierno, que permiten a las empresas tener descubiertos importantes, provocarán que algunos de los descubiertos tendrían que ser perdonados. Esas pérdidas pasarán a los balances de los gobiernos, lo que dará lugar a un gran aumento de la deuda soberana en muchos países, tal vez hasta de 5 a 10 puntos porcentuales y el aumento de los rendimientos de los bonos soberanos también es un reflejo de esto". 

Los expertos coinciden en señalar que el castigo del mercado ha sido muy severo y que, probablemente, esté cerca de llegar debido a la respuesta contundente por parte de los bancos centrales, que favorecerá la liquidez en la renta fija, algo de vital importancia. Antonio Aspas, de Buy & Hold señalaba que "mejora la liquidez de la renta fija pero poco a poco. Difícil es vender, pero también comprar". El propio BCE ha sacado un bazuca de 750.000 millones de euros para comprar deuda con vencimiento mínimo de 70 días (antes era de seis meses) y sin restricciones tanto de países como de emisiones. Días antes era la Reserva Federal estadounidense la que lanzaba su bazuca, que inyectará 1,5 billones de dólares en liquidez. 

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