El Banco Central Europeo (BCE) tiene aún opciones sobre la mesa para ampliar la potencia de disparo del 'bazuca' económico de 750.000 millones de euros que aprobó la semana pasada para tratar de atajar los efectos económicos del coronavirus. La gravedad de la situación podría llevar a elevar la dotación del mecanismo, conocido como "Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP)", pero también a cambiar su composición o a ampliar su duración, si así hiciera falta. El mensaje lo ha lanzado Ignazio Visco, gobernador del Banco de Italia y miembro del consejo de gobierno del emisor.
“El conjunto de medidas adoptadas ha sido efectivo para aliviar las tensiones. Hoy creemos que son suficientes, pero estamos listos para hacer más si es necesario ", ha asegurado en una entrevista al diario italiano La Stampa. El BCE ha reajustado su mensaje para mostrarse más contundente en la lucha contra el parón económico que ya esta provocando el Covid-19. Así, el paquete de compra de activos "es suficiente hoy", apunta Visco, lo que no implica que "si es necesario, estamos listos para hacer más", puntualiza ante una crisis que "afecta a toda la economía mundial", que es "un shock global".
"Hemos demostrado que no hay límites para nuestra acción cuando se trata de cumplir nuestro mandato. El alcance de las intervenciones establecidas no tiene precedentes. Aplicaremos compras de bonos públicos y privados por más de mil millones este año y proporcionaremos a los bancos todo liquidez necesaria para respaldar el crédito a hogares y empresas. Haremos lo que sea necesario para garantizar el buen funcionamiento de los mercados financieros y la transmisión de la política monetaria en toda la zona del euro ", zanja.
Preguntado sobre la posibilidad de que la Unión Europea emita eurobonos, tal y como la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, admitió que se está estudiando, el gobernador del Banco de Italia, incide en que la suspensión del Pacto de Estabilidad demuestra cómo las autoridades europeas coinciden en el diagnóstico de la situación, que es grave, y han demostrado su firme intención de actuar de forma coordinada. Desde su punto de vista es importante definir rápidamente un instrumento que permita financiar de forma colectiva la "reconstrucción" que deberá seguir a la fase de emergencia.
Una Europa en recesión
Precisamente el número dos del BCE, Luis de Guindos, ya da por hecho que la economía europea va a entrar en "recesión" en el primer trimestre. "La esperanza es que tras unos meses negativos tengamos un rebote en la segunda parte del año (...) Que no se destruya tejido empresarial y, una vez superada la crisis, tengamos normalización de la actividad económica y recuperemos lo que hemos dejado de producir", ha asegurado en una entrevista concedida a La Sexta.
En opinión del que fuera ministro de Economía con Mariano Rajoy, la diferencia con la crisis financiera de 2008 es que en este caso tendrá un impacto muy intenso pero será temporal. "La temporalidad de este golpe tenemos que tenerla en consideración", apuntaba. Además ha incidido en el mensaje lanzado casi de forma constante por la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, sobre la necesidad de que haya también "una respuesta de la política fiscal" y ha defendido los eurobonos para paliar el impacto del coronavirus. "La pandemia afecta a todos los países europeos. Una respuesta panaeuropea es fundamental, por la señal del mensaje de que unidos podemos hacer cosas muy importantes", ha resaltado.
Recordemos que el PIB de la zona euro apenas avanzó un 0,1% en el cuarto trimestre de 2019 en relación al mismo periodo del año previo, en lo que supone su crecimiento más bajo desde 2014, según datos de la agencia estadística europea Eurostat. Este dato refleja muy bien hasta qué punto el área afrontaba ya en una situación de enorme debilidad la llegada de la pandemia y sus efectos sobre la economía y el empleo.
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