Resultados corporativos

¿Corrección imparable? Las cuentas de las empresas no alivian a Wall Street

Los inversores se están volviendo más exigentes con las valoraciones empresariales a medida que suben los tipos de interés pero siguen atentos a cualquier deterioro en la evolución corporativa.

La volatilidad vuelve a dispararse en Wall Street.
La volatilidad vuelve a dispararse en Wall Street.
DPA vía Europa Press

Los resultados del primer trimestre han sido sólidos en general, pero eso ha servido de poco consuelo para los inversores en esta temporada de resultados. Parece que en esta ocasión no va a salvar los muebles de unos mercados que se encuentran en “modo colapso” por la elevada inflación, el tensionamiento monetario, e incertidumbres globales como la guerra de Rusia y Ucrania.

El beneficio por acción del S&P 500 está en vías de mostrar un crecimiento interanual del 11%, con un aumento del 13,5% en los ingresos, según datos de Credit Suisse. Sin embargo, el selectivo ha caído un 10% desde que las compañías cotizadas comenzasen a publicar sus cuentas a principios del mes pasado. El Nasdaq Composite ha perdido casi un 20% en un mes. En pocas palabras, los inversores están más centrados en lo macroeconómico que en lo micro en estos días.

La pelota vuelve a recaer sobre el tejado de la Reserva Federal. La lupa está puesta en el endurecimiento de la política monetaria, con otra serie de factores introducen más incertidumbre y volatilidad a la bolsa, como la guerra en Ucrania y todas sus trágicas implicaciones. Esas han representado una receta para precios más bajos en las acciones y bonos, que se mueven inversamente a las rentabilidades.

En general, las ratios de Precio-Beneficio (PER) de las acciones han disminuido más rápido de lo que han crecido las ganancias. La presión macro ha sido especialmente fuerte en las áreas del mercado orientadas al crecimiento, donde lo micro a menudo tampoco ha sido particularmente útil. El ETF Vanguard S&P 500 Value VOOV ha perdido alrededor de un 7% desde el comienzo de la temporada de resultados del primer trimestre, frente a una caída del 18% para el Vanguard S&P 500 Growth ETF VOOG. Es la tendencia imperante.

Durante los últimos dos años, la Fed mantuvo los tipos de interés prácticamente en cero y había estado comprando decenas de miles de millones de dólares en bonos y otros valores cada mes, un proceso llamado flexibilización cuantitativa. “Ahora los tipos están subiendo y el banco central comenzará a permitir que su balance se reduzca a medida que sus tenencias alcancen la madurez”, apuntan los expertos de Morgan Stanley.

Los mercados de futuros de bonos y tipos de interés se han movido en previsión de más alzas. Los precios actuales implican otros 2 puntos porcentuales de aumentos por parte de la institución monetaria estadounidense hasta finales de este año, según datos de CME Group, además de los tres cuartos de punto porcentuales de aumentos en las últimas dos reuniones.

“Esto se traduce en costes sobre el capital más altos para las empresas que dependen de la financiación, ya sea emitiendo bonos, tomando préstamos bancarios o de capital de riesgo”, dicen desde Morgan Stanley. “Las empresas dentro de este marco que obtendrán la mayor parte de sus beneficios en el futuro tienen un descuento más grande”, añaden.

El pinchazo de Netflix, eBay o Etsy como ejemplos

Este dolor en los resultados ha podido observase en algunas compañías de referencia ligadas al Growth. Es el caso de Netflix, que vio una disminución en los suscriptores, Teladoc Health, que redujo el valor de su negocio; y de minoristas online como eBay y Etsy, que se han enfrentado a sus sombríos pronósticos financieros para 2022 a pesar de las sólidas cifras del primer trimestre. Son solo algunos ejemplos de resultados más oscuros para algunas de las cotizadas que más sonreían con anterioridad.

“Si se combina el ajuste de la Reserva Federal con esas decepciones en muchas compañías de gran capitalización ligadas al growth, cabe esperarse más caídas generalizadas en los mercados y en las grandes capitalizadas tecnológicas, que ya están sufriendo una importante corrección”, indican los expertos de Atlantic Capital en una nota reciente.

La rotación ya se está cocinando. En general, las acciones value del S&P 500 cotizan alrededor de 15 veces sus beneficios proyectados para los próximos 12 meses. Eso supone algo menos de las 17 veces de principios de 2022. Mientras tanto, las acciones de growth del S&P 500 han visto caer su relación PER a futuro a menos de las 21 veces, desde aproximadamente las 28 veces, desde el comienzo del año. Ese múltiplo se ha reducido a 17 veces, desde aproximadamente 21,5 veces, para el índice estadounidense en su conjunto.

“Ahora, la liquidez vale más, lo que favorece a las empresas más maduras y rentables frente a las nuevas empresas y las empresas de crecimiento en etapa inicial que existen”, dicen los expertos de Jefferies en un informe. “Es por eso por lo que el entorno cambiante de la política monetaria ha afectado más a las valoraciones de las acciones de crecimiento en sectores como la tecnología, el software, el consumo discrecional o la biotecnología”, añaden.

Esa es la presión macro sobre los múltiplos del mercado que ha superado el crecimiento de los ingresos y los beneficios del primer trimestre, que ha sido más fuerte en los sectores de energía, materiales e industria del S&P 500. El segmento micro no ha sido tan bueno para las acciones de crecimiento en esta temporada de resultados. Las acciones value del S&P 500 han informado de un crecimiento interanual de ganancias e ingresos del 14,0% y el 13,7%, respectivamente, frente al 9,3 % y el 13,1% del growth, según Credit Suisse.

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