Liberará parte de sus reservas

Cobre, aluminio y zinc corrigen desde máximos con el giro de timón de China

La segunda economía del planeta se plantea actuar vía reservas de metales industriales para poner freno a unos costes ascendentes que le restan competitividad en relación al exterior.

Tubos de aluminio.
Tubos de aluminio.
Public Domain Pictures.

China ha tomado cartas en la subida del precio de las materias primas que, a nivel general, está poniendo palos en la rueda de la recuperación económica de la crisis de la Covid. Ese encarecimiento ha generado cuellos de botella importantes en las fábricas de todo el mundo y está presionando al alza la inflación, lo que trae de cabeza a los mercados mundiales. La segunda economía a nivel global estudia liberar parte de sus reservas nacionales de cobre, aluminio o zinc -entre otros metales industriales- para poner freno a unos costes ascendentes que le restan competitividad en relación al exterior.

La conocida como 'fábrica del planeta' no se planteaba un movimiento de este tipo desde hace más de una década y que lo haga ahora es muy significativo, dado que se trata del primer demandante de metales a nivel mundial. Los precios a la producción se dispararon en mayo en el gigante asiático a su mayor ritmo en 12 años. En concreto, el Índice de Precios al Productor (IPP) del país aumentó un 9% el mes pasados, de acuerdo con los datos publicados por su Oficina Nacional de Estadísticas (NBS)

Desde 2008 no se veía un mes de septiembre en el que este indicador subiera con tal fuerza y en esta ocasión se debe al repunte que vienen registrando el mineral de hierro, los metales no ferrosos y el petróleo. Este alza presiona la inflación a nivel mundial y saca de nuevo a relucir el miedo de los inversores a un movimiento de los bancos centrales más brusco o antes de lo previsto para hacerle frente.

De momento, los precios de los tres metales industriales han dejado atrás los máximos del año. El cobre, que ha llegado a tocar máximos históricos en mayo en el mercado de futuros de Chicago (4,86 dólares por libra el mes pasado) cotiza ahora casi un 12% por debajo de esos niveles. En el caso del aluminio, desciende más del 2% (hasta los 2.472 dólares por tonelada) desde el que había sido su nivel más alto en una década que también alcanzó a comienzos de mayo. Mientras, el zinc también se deja alrededor del 2% en relación al techo anual que tocó a principios de este mes en 3.078 dólares por tonelada métrica.

Los bancos centrales de los emergentes mueven ficha

China no es la única potencia que ha puesto sus barbas a remojar ante la escalada de los precios, puesto que en los mercados emergentes en general la inflación ha aumentado más de lo previsto. "La combinación de la subida de los precios de las materias primas (aunque algunos gobiernos han impuesto medidas para reducir el impacto de la subida de los precios de los alimentos y la energía en el IPC), los efectos de base, las presiones sobre los costes derivadas de la debilidad de las divisas de los mercados emergentes (sobre todo de los países con mayor rendimiento) y los cuellos de botella de las cadenas de suministro ha provocado una aceleración generalizada de la inflación", recuerda Jared Franz, economista de la gestora Capital Group

Igual que la subida de los precios a la producción ha batido todas las expectativas en el caso del gigante asiático, en México, Brasil, Chile, Colombia, República Checa, Hungría y Polonia se han registrado cifras de precios al consumo superiores a las previstas. Esto ha llevado ya a actuar de momento a los bancos centrales de Rusia y Brasil, que han comenzado a subir sus tipos de interés. El banco central ruso elevó el precio del rublo 25 puntos básicos en marzo y 50 en abril, mientras que el brasileño subió el del real 75 puntos básicos en marzo. Este miércoles ha elevado los tipos por tercera vez en 0,75 puntos porcentuales hasta el 4,25% anual, el nivel más alto en año y medio.

La Reserva Federal y el Banco Central Europeo tampoco son ajenos a esta situación. El presidente de la Fed, Jerome Powell, pidió anoche paciencia ante la ansiedad que está generando en el mercado la próxima retirada de estímulos (el tan traído y llevado 'tapering') o las subidas de los tipos de interés oficiales. La institución monetaria elevó este miércoles el crecimiento previsto para este ejercicio al 7% y la inflación al 3,4%, aunque ambas tasas se moderarán a la mitad en 2022, tal y como pusieron sobre la mesa los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés).

Unos días antes era el organismo capitaneado por Christine Lagarde el que hacía referencia a la escalada de los precios como algo coyuntural y que responde a elementos temporales.  El emisor del euro apenas ha realizado cambios en la estrategia para atajar los efectos del coronavirus. Eso sí, la última reunión de su consejo de gobierno le ha permitido extender hasta el tercer trimestre del año su ritmo elevado de compras de activos dentro del programa antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), que ya elevó en el segundo trimestre- para seguir facilitando las condiciones de financiación de empresas y familias.

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