La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones en Estados Unidos ha teñido de rojo la bolsa española ya que las encuestas daban por ganador a Joe Biden y el escrutinio no arroja, a estas horas, demasiada luz sobre si gana el candidato del partido demócrata a Donald Trump. Esta falta de certidumbre ha teñido de rojo las energías renovables y la gran banca de España ya que tanto Banco Santander como BBVA tienen presencia en la primera economía a nivel mundial.
Banco Santander ha sufrido una caída del 4,09%, hasta los 1,776 euros por título, mientras que BBVA se ha dejado un 6,65% y alcanza los 2,456 euros por acción. El motivo de que la entidad presidida por Carlos Torres sufra un mayor castigo que la entidad cántabra obedece también a la debilidad de la lira turca, uno de sus grandes mercados, ya que este miércoles marca mínimos históricos y ya se intercambian 10 liras por un solo euro.
Si miramos los resultados de los nueve primeros meses del año, la región de Norteamérica ha aportado alrededor de un 20% del beneficio de Banco Santander mientras que en el caso de BBVA la cifra es de un 4%. En términos de ingresos, la entidad vasca obtiene alrededor de un 10% mientras que la cántabra logra en torno a un 7%.
Esta situación agudiza el mal momento que atraviesa el sector en el parqué pese a la recuperación de las últimas semanas. La apertura del crédito como consecuencia del impacto de la Covid-19 disparará la morosidad en todo el sector y ha obligado a las compañías a dotar provisiones para hacer frente a este efecto, lo que ha impactado en sus beneficios. Además, todas tienen el cartel de 'rebajas' puesto ya que, por ejemplo, Banco Santander cotiza en torno a un 63% por debajo de su valor en libros mientras que BBVA lo hace sobre un 60%.
Por si fuera poco, a este 'cóctel' de malas noticias se suma el mal dato del PMI de servicios de nuestro país. La actividad del sector privado español volvió a deteriorarse durante el pasado mes de octubre ya que el PMI bajó hasta los 44,1 puntos desde los 44,3 de septiembre, su peor lectura en cinco meses, lo que alimenta el temor a una recaída en contracción de la economía de España, tras el rebote del 16,7% del PIB en el tercer trimestre. "Los últimos continúan reforzando la posibilidad de la temida 'doble caída', ya que la actividad en la economía del sector servicios claramente está teniendo dificultades frente al aumento de las infecciones por la Covid-19, a las restricciones más estrictas de la actividad y a la preocupación entre los consumidores con respecto a la circulación del virus", según indicó Paul Smith, economista de IHS Markit.
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