Señales de alerta

Cuanto peor, ¿mejor? Wall Street recela de la bonanza de empresas en pérdidas

La fortaleza bursátil de las empresas en números rojos se suma al vagón de cola de indicadores que apuntan a una exuberancia en los mercados y síntomas de burbuja en algunos sectores.

Los ajustes contables y extraordinarios siembran de números rojos el Ibex 35.
Los ajustes contables y extraordinarios siembran de números rojos el Ibex 35.
L. I.

Máximo tras máximo, las señales de alerta siguen instalándose en Wall Street. Cada vez hay más indicadores que apuntan a que las dificultades pueden llegar para los inversores de un momento a otro y que, quizá, pueda estar gestándose una burbuja en algún segmento en los mercados. Por ejemplo, si se observan los repuntes sobre el parqué que están desempeñando las compañías no rentables. ¿Cuál es el telón de fondo?

Los operadores del bróker Robinhood coparon los titulares al intentar sacar a los 'hedge funds' de sus posiciones cortas de renta variable favoritas. Esta actividad minorista es un síntoma de los excesos del mercado, pero la causa principal es el exceso de liquidez y solo una reversión de estas condiciones restringirá a operadores retails.

Los inversores emplearon una cantidad de dinero récord en fondos de renta variable, especialmente en acciones tecnológicas, lo que llevó a los estrategas de Bank of America a advertir que la exuberancia podría preceder a una corrección. Los fondos de acciones tuvieron entradas de 58.000 millones de dólares en la semana hasta el 10 de febrero, según EPFR Global.

En este sentido, la entidad estadounidense actualizó su indicador bull & bear, que suele anticipar con precisión los movimientos en los mercados y que, ahora, está proporcionando grandes señales de compra de medio plazo y un aviso de sobrecalentamiento en las inversiones.

En su actualización de este indicador se encontraba en el nivel del 7,7 frente al 7,5 de la semana anterior, dentro de la zona de alto riesgo. A pesar de que el propio banco asegura que es a partir de 8 la señal del venta, en el último crash de febrero se empezó a gestar movimientos preocupantes sobre la zona del 7.

“Como vemos por primera vez desde que se inició la gran subida en marzo la sobrecompra ya es muy fuerte, y esta sobrecompra no es la misma, por lo que es muy mal sitio para comprar a estas alturas”, asegura José Luis Cárpatos, director de inversiones de Gloversia Eafi.

A esta luz de alarma hay que sumarle que el indicador de la complacencia entre activos cruzados de JPMorgan, basado en valoraciones, posicionamiento e impulso de los precios en los mercados se está acercando al nivel más alto desde el momento en el que estalló la burbuja de las puntocom, momento en el que algunas empresas descubrieron que quemaban su liquidez más rápido de lo que debían.

Parte de ese comportamiento de enriquecerse rápidamente ya se ha observado en 2021 con el coqueteo del bitcoin en los 50.000 dólares o con la locura por las empresas del cannabis y la guerra especulativa por los chicharros estadounidenses. Desde el inicio del ejercicio la renta variable global ha recibido entradas de 7 billones de dólares, mientras que las criptomonedas han aumentado su capitalización en 1,4 billones. Datos que desvelan cómo la liquidez se está moviendo hacia activos de más riesgo.

Si bien todo eso plantea preocupaciones sobre valoraciones insostenibles en todas las clases de activos, los inversores continúan invirtiendo dinero en ellos en medio de la confianza de las políticas monetarias y fiscales acomodaticias y sin precedentes, que puede mantener la fiesta aún durante más tiempo.

Los estrategas de JPMorgan parecen estar de acuerdo con esto. A pesar de que ahora es probable una “pausa”, dicen, no hay razón para esperar un retroceso sustancial del repunte impulsado por los billones de dólares que se están poniendo en circulación. El principal riesgo en el horizonte es una reducción de la compra de bonos por parte de la Reserva Federal una vez que el empleo y la inflación vuelvan a los objetivos, pero eso no es posible hasta más adelante, según estos expertos.

Nos hemos sentido cómodos aconsejando a los inversores que permanezcan mucho tiempo en la mayoría de los mercados”, destacaron. “Cuando el crecimiento está por encima de la media, la política monetaria es ultra laxa y la política fiscal está a toda marcha, los mercados tienden a exhibir la variante financiera de la Ley de Newton: permanecen al alza hasta que otra fuerza actúe sobre ellos”, relata.

La falta de rentabilidad, una señal que asusta

No obstante, este grado de exuberancia ha puesto el foco, efectivamente, en el auge de algunas firmas que no consiguen ser rentables y que se han disparado en las bolsas. Principalmente, en el sector tecnológico de Estados Unidos. Una tendencia que ya se vio durante el auge de las empresas de internet en el año 1999.

Así lo ve Ives Bonzon, CIO de Julius Baer: “A diferencia del mercado estadounidense en general, que todavía ofrece a los inversores una prima de riesgo prospectiva decente, el segmento de empresas no rentables de alto crecimiento ha alcanzado niveles muy altos y la oferta de dichas acciones aumenta rápidamente a medida que las iniciativas privadas buscan monetización mediante OPVs y SPAC”.

La no rentabilidad parece haberse convertido en una virtud nuevamente. El comportamiento del índice elaborado por Goldman Sachs de las acciones tecnológicas que aún no han obtenido beneficios manda un aviso a navegantes con los niveles más altos desde el año 2000.

Un ejemplo de este furor es Tesla, que ahora es la sexta compañía más grande de Estados Unidos y, con mucho, el mayor fabricante de automóviles del mundo por capitalización bursátil. Una vez más, las expectativas de los analistas sobre sus ventas son extremas.

Anastasios Avgeriou, analista de BCA Research, hace una comparación de Tesla con lo que sucedió con Yahoo! en 1999, ya que se descuenta un crecimiento de las ganancias a 5 años un 83% del conjunto del sector. “Para poner esto en perspectiva, se traduce en que los beneficios discrecionales de los consumidores que se multipliquen por 20 en los próximos 5 años”, avisa. Mientras, Yahoo! tuvo un impacto similar, aunque no tan extremo. Amazon, incluida en 2005, apenas tuvo impacto.

Este experto piensa que lo que ha sucedido con GameStop es un fiel reflejo de cómo la liquidez puede inflar activos no rentables y que, quizá, sea el principio de un movimiento que pueda desinflar algunas áreas del mercado en los próximos meses.

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