Daimler pierde en bolsa tras lanzar su cuarto 'profit warning' en apenas un año

El presidente del grupo automovilístico alemán Daimler, Dieter Zetsche
El presidente del grupo automovilístico alemán Daimler, Dieter Zetsche

El sector del automóvil no levanta cabeza y el gigante alemán Daimler se ha visto obligado a lanzar su cuarto 'profit warning' (advertencia de que sus beneficios serán peores de lo previsto) en apenas un año. La compañía, que retrocede cerca del 2% en Frankfurt hasta 45,77 euros, impide al resto del sector y al propio índice Dax (-0,03%) beneficiarse de las subidas en el resto de Europa, o al menos hacerlo con la mista intensidad.

En concreto, el grupo presidido por Dieter Zetsche ha advertido a los analistas y expertos de que registrará unas pérdidas alrededor de los 1.600 millones de euros en el segundo trimestre del año, cuando el mercado calculaba que podría obtener unos beneficios en el entorno de los 2.320 millones de euros. La compañía atribuye este empeoramiento de sus perspectivas a las provisiones y mayores gastos que deberá afrontar.

Esta comunicación se produce en un momento especialmente complicado para el sector. La regulación cada vez más estricta en torno a las emisiones en Europa y en el resto del mundo le obligan a reinventarse y a girar toda su cadena de producción hacia un modelo más sostenible, como el del coche eléctrico. Si a esto le sumamos la crisis del diésel (el conocido como 'dieselgate') y el fuerte impacto que ha tenido la guerra comercial entre Estados Unidos y China o los cambios en los hábitos de consumo, con el auge de fórmulas como el carsharing, tenemos la explicación de que este 2019 vuelva a ser muy negativo para las principales firmas a nivel mundial. 

Tanto es así, que en poco más de medio año General Motors, Nissan, Honda, Daimler, Tesla, Fiat Chrysler, Jaguar Land Rover y Audi han anunciado despidos que habrían afectado al menos a 38.000 trabajadores. Lo peor, es que los expertos no descartan más anuncios de este tipo en el corto o medio plazo.

En el caso concreto de Daimler, la Autoridad Federal del Transporte Motorizado de Alemania (KBA, por sus siglas germanas) obligó el mes pasado a la firma a retirar de la circulación unos 60.000 vehículos por equipar un 'software' destinado a distorsionar las pruebas de emisiones, lo que llevó al grupo a presentar su tercer profit warning el pasado 24 de junio. Esta advertencia se produjo por un doble motivo: la pérdida de impulso de su negocio y la mayor dotación de provisiones por litigios relacionados con las emisiones de sus motores diésel. 

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