La compañía de telecomunicaciones finlandesa Nokia está sufriendo un fuerte correctivo esta mañana en bolsa tras lanzar un 'profit warning' o advertencia de que sus resultados serán peores de lo previsto éste y el próximo ejercicio; y después de haber constatado que de enero a septiembre perdió 557 millones de euros. Este resultado implica que la situación de la firma ha empeorado, puesto que los números rojos superan en un 4,5% a los registrados en el mismo periodo del ejercicio previo. Sus títulos se desploman un 21,8% en Helsinki hasta los 3,67 euros.
Según explica en la nota de sus resultados, estos datos negativos se producen como consecuencia del endurecimiento de la competencia y del aumento de sus inversiones en tecnología 5G. Éstas últimas le llevan además a suspender los dos pagos del dividendo correspondiente a los resultados de 2018 que tenía pendiente hacer efectivos.
Con ello la finlandesa busca garantizar su capacidad "de aumentar las inversiones 5G, continuar invirtiendo en crecimiento áreas de enfoque estratégico de empresa y software y fortalecer la posición de efectivo". El consejo del fabricante de móviles espera reanudar la distribución de dividendos después de que su posición de efectivo neto mejore aproximadamente hasta los 2.000 millones de euros.
El beneficio bruto de Nokia entre enero y septiembre ascendió a 5.614 millones de euros y su pérdida operativa se redujo un 48%, hasta 318 millones de euros. Las partidas extraordinarias han venido siendo la cruz para los resultados de Nokia desde que adquirió a su rival Alcatel-Lucent. Así y de no ser por ellas, su beneficio neto atribuido habría sido algo mayor, de 404 millones de euros, un 25% inferior al de los nueve primeros meses del año anterior.
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