Más allá del sector tecnológico

Los despidos que sí preocupan a Powell y que encienden la alarma del mercado

La Reserva Federal (Fed) se reúne esta semana con indicios de que se comienza a destruir empleo en amplios sectores de la economía estadounidense, lo que podría llevarle a moderar las subidas de tipos.

Jerome Powell
Los despidos que sí preocupan a Powell y que encienden la alarma del mercado.
EFE

Con unos datos mejorados sobre la inflación y la suavización de los indicadores reales, los mercados están reduciendo las expectativas sobre la senda de tipos de la Reserva Federal estadounidense. Su optimismo podría resultar acertado. Pero por el momento es prematuro y la incertidumbre aún abunda. Es posible que el presidente de la Fed, Jerome Powell, tenga que frenar a los mercados en la reunión del 31 de enero al 1 de febrero.

Es probable que la Fed reduzca el ritmo de sus subidas de tipos de 50 a 25 puntos básicos. Muchos participantes en el mercado apuestan ahora por que no subirá el tipo de los fondos federales por encima del 5% y recortará los tipos en el segundo semestre, en contraste con el último diagrama de puntos. Aunque esto no está claro. Están influidos por los datos que muestran que la inflación no sólo ha tocado techo, sino que está bajando de forma más brusca de lo que se pensaba.

No obstante, las perspectivas de crecimiento son inciertas. En algunos círculos se considera que el debilitamiento de la demanda es una razón más para creer que la Reserva Federal puede volverse más acomodaticia de lo que se pensaba. Pero los analistas no se ponen de acuerdo sobre si Estados Unidos experimentará una recesión, y mucho menos sobre cuándo podría comenzar, frente a una desaceleración o estanflación. A pesar de los despidos, especialmente en el sector tecnológico, los mercados laborales siguen pareciendo sólidos y el desempleo muy por debajo de su tasa natural.

Al menos, lo era hasta ahora, ya que el sector industrial, el que ocupa gran parte de la fuerza laboral norteamericana, estaba aguantando. Pero empiezan a verse algunos síntomas que pudieran preocupar a Powell y al resto de los miembros de la Reserva Federal. Un ejemplo, sería el ajuste de plantilla anunciado por 3M, conglomerado industrial estadounidense que pertenece al sector manufacturero, de unos 2.500 trabajadores.

Las perspectivas y los resultados trimestrales pesan aún más sobre la empresa. “En cierta medida, 3M había rebajado recientemente las expectativas de los inversores y de la opinión pública, pero los débiles resultados del cuarto trimestre y las previsiones más suaves para 2023 (entorno de demanda débil) deberían pesar sobre las acciones a corto plazo”, escribieron los analistas de Citi en una nota.

Según 3M, la ralentización de la demanda se ha extendido al trimestre actual, debido al recorte del gasto discrecional de los consumidores y a la rigurosa reducción de las existencias industriales, especialmente en Asia. “A tres semanas de enero, observamos una continua ralentización del volumen de ventas orgánicas en este comienzo de año”, declaró el director financiero de la compañía, Monish Patolawala.

La empresa, que ha estado luchando contra el aumento de los costes laborales y energéticos, comunicó que seguiría ajustando sus niveles de fabricación y mantendría la disciplina de gasto hasta que los volúmenes se recuperen. 3M prevé unas ventas ajustadas en el primer trimestre de entre 7.200 y 7.600 millones de dólares, lo que supone un descenso interanual de entre el 10% y el 15%, por debajo de las expectativas de los analistas de 8.340 millones de dólares, según datos de Refinitiv.

Y no solo queda aquí. Ajustes de plantilla como el anunciado por parte de Goldman Sachs, de 3.200 trabajadores, lanzan una advertencia al mercado: prepararse para un decrecimiento económico más fuerte del esperado por parte de la media de los analistas en algún momento en 2023.

Mirando con prudencia

El ajuste de plantillas de sectores más allá del tecnológico sí que podría preocupar ciertamente al cónclave de la institución monetaria estadounidense. Desde el 2020 los puestos de trabajo del sector manufacturero han crecido un 2,1% hasta la actualidad, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, aunque en el último mes, el crecimiento ha sido del 0,1%.

Se empieza a observar una desaceleración paulatina en la contratación, que puede ser el preludio de los despidos más generalizados. Cada vez son más compañías las que se suman al carro de los ajustes de personal, en aras de provisionar y disponer de más margen en el caso de que llegue una recesión económica derivada del recorte de la demanda de los consumidores como consecuencia del encarecimiento del precio del dinero.

Las condiciones financieras se endurecieron considerablemente entre junio y mediados de octubre de 2022, aunque desde entonces se ha producido una relajación significativa. Las acciones subieron en la primera quincena de enero, antes de volver a relajarse un poco. El rendimiento de los bonos ha bajado. El dólar ha bajado. “Dado que la Fed repite constantemente que la política monetaria funciona a través de su impacto en las condiciones financieras, no es probable que la magnitud de la relajación sea coherente con la orientación deseada de la política”, apuntan desde Atlantic Capital.

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