Fin del plazo

La deuda de EEUU se encarece un 12% en cinco días sin pacto para el estímulo

Que haya un paquete antes de final de año es importante porque algunas de las medidas de estímulo que se han adoptado desde marzo han ido expirando, como la mejora en el subsidio de paro de 600 dólares

La deuda de EEUU se encarece un 12% en cinco días sin pacto para el estímulo
La deuda de EEUU se encarece un 12% en cinco días sin pacto para el estímulo
Pixabay

La falta de acuerdo entre demócratas y republicanos en torno al nuevo paquete de estímulo genera una tensión 'extra' estos días sobre la renta fija norteamericana, en un momento en el que los mercados viven sumidos en la incertidumbre por las consecuencias de la crisis del coronavirus -Estados Unidos es el país más afectado con 8,26 millones de casos contabilizados y más de 220.000 muertes- y por la cercanía de las elecciones presidenciales, en las que las encuestas avanzan un resultado más claro del que prevén los expertos. El interés de su bono de referencia, el diez años, se ha encarecido un 12% en las cinco últimas jornadas, en pleno ultimátum de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata), al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, para llegar a un pacto que permitiera aprobar un proyecto de ley de estímulo antes del día de las elecciones.

La urgencia se debía a que el proceso legislativo en la Cámara y el Senado para sacar adelante este nuevo oxígeno a la economía necesita de un tiempo mínimo, y si las conversaciones se prolongasen más allá de este miércoles no será factible que se apruebe un proyecto de ley en ambas cámaras. La dificultad de lograr un pacto en tan poco tiempo ha elevado el interés del bono norteamericano del 0,696% al que cotizaba el pasado jueves al 0,787 al que se movía en las últimas horas. La cuantía del programa y las ayudas estatales han sido dos escollos insalvables para las partes y los inversores han reaccionado ante las dudas. 

En el contexto de una tensa carrera electoral a inicios de noviembre, un acuerdo previo a los comicios parece poco probable. En cambio, el tono relajado del mercado sugiere expectativas favorables, algo que "podría derivar en agresivos brotes de volatilidad en caso fallido", advierten desde el bróker Monex Europe. Ese tono algo más relajado puede tener que ver, según los expertos de Bank Degroof Petercam con el optimismo acerca de una posible victoria de Joe Biden en la cita electoral del próximo 3 de noviembre, puesto que si se diera esta posibilidad los mercados confían en que dé luz verde a un proyecto más ambicioso. 

Es importante que estas ayudas lleguen, dado que el número de nuevos casos de coronavirus en los Estados Unidos ha aumentado sólo en la última semana un 13%, a más de 393.000, acercándose a los niveles vistos por última vez durante uno de los picos del verano. El estado de Wisconsin lucha contra una de las peores oleadas del virus y en Nuevo México el gobernador ha advertido en las últimas horas de que los recursos de atención médica del estado podrían no ser suficientes si los casos siguen aumentando al ritmo actual.

"Si este miércoles no se llega a un acuerdo entre ambos partidos, "lo más probable es que tanto republicanos como demócratas esperen a los resultados de las elecciones para aprobar un paquete de estímulos, algo que comentó Donald Trump hace unas semanas", apunta Sergio Ávila, analista de IG, y a eso se agarran de momento los mercados. 

Donald Trump ha llegado a mostrarse dispuesto en los últimos días a ampliar su propuesta por encima de los 1,8 billones planteados la semana pasada a Pelosi, algo que la demócrata ha rechazado por cuestiones principalmente cualitativas, puesto que no hay acuerdo tampoco respecto a cuál debe ser el destino de los estímulos. ¿Dónde está el problema? Los republicanos en el Senado apuestan por un plan limitado de unos 500.000 millones de dólares frente a los más de 2 billones a los que aspiran los demócratas, una cantidad que en opinión de los azules no serviría para encarar la coyuntura actual. 

Un paquete antes de final de año

"Si llegáramos a las elecciones sin acuerdo, los inversores se preguntarán si habría manera de aprobar un nuevo paquete antes de que finalizara el año, aunque el nuevo presidente no hubiera tomado posesión de su cargo (la posesión se toma oficialmente a finales de enero)", apuntan desde la consultora de análisis de mercados MacroYield. Pelosi ha señalado que los demócratas no esperarían a enero para sacar adelante estas ayudas. El impacto podría ser muy negativo si, tras las elecciones, el resultado no fuera claro para ninguno de los dos candidatos. La incertidumbre arreciaría en los mercados por temor a que litigios e impugnaciones retrasaran el resultado final de las elecciones. 

La fecha de final de año es importante porque algunas de las medidas de estímulo que se han ido adoptando desde marzo han ido expirando (como la mejora en el subsidio de desempleo por 600 dólares, que venció en julio) y otra como la Ley de ayuda, alivio y seguridad económica por coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés) también lo harán a finales del ejercicio, de forma que más de la mitad de los actuales beneficiarios de desempleo podrían quedarse sin ingresos. Esta incertidumbre sería muy negativa para el desarrollo económico, en unos meses de especial propensión al consumo - que aporta dos terceras partes a la mayor economía del mundo-, con Acción de Gracias y la campaña de Navidad como posibles perjudicadas .

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