4.200 millones

La deuda con rentabilidad negativa cae a mínimos de 2015 ante la subida de tipos

Solo en los últimos dos meses el volumen de renta fija con rendimientos inferiores a cero se ha reducido un 58% como respuesta al nuevo ciclo de política monetaria. 

El euro marca máximos de más de dos años contra el dólar con gas para seguir
La deuda con rentabilidad negativa cae a mínimos de 2015 ante la subida de tipos
Pixabay

El cambio en la política monetaria a nivel global está alterando el escenario de la renta fija y el valor de la deuda que cotiza con rentabilidades negativas se sitúa ya en mínimos desde 2015. Las expectativas de subida de tipos de interés tanto en EEUU -la Fed ya ha anunciada un alza inmediata- como en Europa -la inflación presiona al BCE para anticipar su calendario- han dado un fuerte impulso a los rendimientos de los bonos -inverso a su precio- y el coste de la deuda alemana y suiza, las de menor rendimiento en Europa, ya han confirmado en las últimas semanas su tendencia por encima del 0% por primera vez en tres años. Así, solo en los últimos dos meses -desde diciembre- el volumen de renta fija con rendimientos negativos se ha reducido en un 58%

Según el informe 'Tendencias macro que afectan a los mercados de valores españoles y suizos' del primer trimestre de 2022, elaborado por BME, actualmente el valor agregado de la deuda global con rendimiento negativo alcanza los 4.770 millones de dólares (más de 4.200 millones de euros), un nivel que no registraba desde hace siete años. El inicio de 2022 marca un punto de inflexión en el repunte de las rentabilidades tras confirmarse "el nuevo ciclo de política monetaria en las principales economías como respuesta al fuerte crecimiento y a la elevada inflación". Precisamente la última vez que se alcanzó el nivel actual, en 2015, el Consejo de Gobierno del BCE lanzó el PSPP (Programa de Compras del Sector Público).

La cifra contrata con el máximo histórico registrado hace poco más de un año, en diciembre de 2020. Pero a principios de 2022, la caída ya rozaba el 40% ante la persistencia de la elevada inflación y el cambio de rumbo de la Reserva Federal de EEUU (Fed). La reducción del rendimiento negativo terminó por acelerarse tras el cambio de postura del Banco Central Europeo (BCE) ante las presiones inflacionistas. Así, desde su nivel máximo, el valor de los bonos con rendimientos por debajo de cero, ha caído un 74%

Los rendimientos negativos surgieron como consecuencia directa de las medidas adoptadas por los bancos centrales para respaldar los mercados financieros tras la crisis financiera que comenzó en 2007. Tras moderarse y estabilizarse entre 2017 y 2019, la deuda con rentabilidad negativa volvió a incrementarse y se agravó ante el estallido de la pandemia. En diciembre, la deuda total con rentabilidad negativa alcanzó los 18.380 millones de dólares (más de 16.200 millones de euros) después de que los bancos centrales apostaron por una política monetaria expansiva para hacer frente a los impactos de la pandemia de la Covid-19.

En concreto, ese mismo mes la Fed se lanzó a comprar 120.000 millones de dólares (casi 106.500 millones de euros) en activos cada mes hasta que el país alcanzara el pleno empleo. Por su parte, el BCE ya había lanzado el programa de compras de emergencia ante la pandemia (PEPP) en el mes de marzo, pero fue incrementando su importe hasta los 1,85 billones de euros acordados en el mes de diciembre. 

Los países de la zona Euro han acumulado la mayor parte del volumen de deuda con rentabilidad negativa, es decir, los acreedores pagan a estos países por pedir dinero prestado, ante la política ultraexpansiva del BCE. Alemania y Francia se han situado a la cabeza, pero países con gran inestabilidad económica, como Grecia que inició un importante crisis en 2009, llegaron a emitir deuda con rendimiento negativo. Por países, Japón también acumuló gran parte de la deuda en negativo. Por el contrario, EEUU ha evitado emitir bonos con rendimiento negativo, aunque el coste de su deuda evidenciaba la tendencia global registrando su mínimo histórico del 0,5% en los peores meses de la Covid-19.

El bono alemán se consolida en terreno positivo tras tres años

Ahora el escenario ha cambiado, y los principales bancos centrales prevén finalizar sus programas de compras de activos, elevar tipos e, incluso, reducir su balance, que alcanza cifras históricas. El BCE es el único que no ha aplicado o anunciado una subida de tipos y por ahora ha anunciado cambios muy paulatinos en su política monetaria ante una inflación "preocupante pero transitoria", pero los mercados no descartan subidas de tipos ya en el último trimestre de 2022. Las compras de activos del PEPP finalizarán en marzo, se mantiene el programa APP previo a la pandemia, y confirmó que se realizaría una vez finalizadas las compras. No obstante, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha salido al paso en las últimas semanas para enfriar las expectativas de los inversores.

Pese a que el BCE insiste en que no subirá tipos de interés este año, el coste de la deuda alemana a 10 años, considerada de cero riesgo y la última en superar la barrera del 0% de rentabilidad, se consolidan en terreno positivo por primera vez en casi 3 años. En concreto, su rendimiento supera el 0,2% y, así, todos los bonos a 10 años de la zona euro ya cotizan con rendimientos positivos. Además, incluso el coste de la deuda más a corto plazo se encarece, saliendo del 'club' por debajo del 0% algunos países. Así, el bono español a 5 años rebasó la rentabilidad positiva en enero, mientras que los de 2 y 3 años siguen esta tendencia

También en Europa, aunque fuera de la Eurozona, la deuda suiza dejó de cotizar con rentabilidades negativas a finales del mes de enero, pese a que el banco central de su país no parece presionado, por el momento, para subir tipos de interés. Por su parte, el bono de EEUU a 10 años ya supera la barrera del 2% y cotiza en máximos desde 2019. 

Mostrar comentarios