Tras Wiredcard

La Deutsche Boerse propone cambios para acelerar las expulsiones del Dax

Si sale adelante, la nueva norma supondría que Wirecard debería dejar el índice en agosto y no habría que esperar a la revisión regular de su composición que se lleva a cabo en septiembre.

Deutsche Boerse es el mayor operador de bolsa en la zona euro.
Deutsche Boerse es el mayor operador de bolsa en la zona euro.
L. I.

El escándalo protagonizado por la compañía de pagos electrónicos Wirecard ha llevado a la Deutsche Boerse, el operador de la bolsa alemana, a proponer un cambio de regulación para acelerar la expulsión del selectivo gemano, el Dax, de las compañías que se declaren insolventes. Si sale adelante, la nueva norma supondría que Wirecard debería dejar el índice en agosto y no habría que esperar a la revisión regular de su composición que se lleva a cabo en septiembre.

Wirecard se incorporó al Dax en 2018, cuando su incorporación expulsó del mismo al Commerzbank, en pleno auge del sector tecnológico y de pérdida de valor de las entidades, muy tocadas por la política de tipos bajos de interés del Banco Central Europeo y por sus dificultades para generar rentabilidad. La compañía logró alcanzar en pleno auge una capitalización de 20.000 millones de euros en bolsa por su negocio de pagos online.

La compañía se declaró insolvente ante los tribunales el mes pasado -su deuda con los acreedores asciende a 4.000 millones de euros- tras hacerse público un agujero de 1.900 millones de euros en sus cuentas, avanzado por una investigación del diario Financial Times, y que su auditor, EY, atribuye a un sofisticado fraude global. 

La germana llegó a hundirse un 98,77% en apenas seis sesiones coincidiendo con esa declaración de insolvencia. Precisamente, este viernes el Wall Street Journal asegura que el regulador alemán fue advertido sobre las prácticas ilegales de Wirecard ya desde el año 2008 y se habría negado a dar credibilidad a esas acusaciones.

Según avanza Reuters, el cambio de reglas propuesto por Deutsche Boerse le permitiría expulsar a las empresas del DAX dos días después de que se haga pública su insolvencia. Ahora el regulador alemán está testando al mercado sobre la posibilidad de poner en marcha este cambio y hará un anuncio al respecto antes del 13 de agosto.

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