En lo que va de 2021

Dia afronta otra ampliación tras perder más de la mitad de su valor en bolsa

Los minoritarios deben decidir entre diluir aún más su participación en la compañía, en favor del magnate ruso Mijaíl Fridman, o mantenerla mientras el precio de sus acciones no remonta. 

Exterior de un supermercado de Dia.
Exterior de un supermercado de Dia.
EP

La cadena de supermercados Dia inicia este martes un proceso clave para su futuro: su segunda ampliación de capital en apenas dos años. Una tramitación decisiva, ya que le permitirá recuperar el equilibrio contable, pero que supone la 'puntilla' para los accionistas minoritarios en pleno desplome del precio de sus acciones. La operación, impulsada por el magnate ruso Mijaíl Fridman, que ya llevó a cabo otra ampliación en 2019, culmina un proceso que comenzó en 2017 y que ha hundido el valor de Dia en bolsa. Solo en 2021 el precio de sus acciones han caído más de un 50%, el segundo valor que más se deja en la Bolsa española, ante las dudas del mercado sobre el futuro de la compañía.

La ampliación de Dia, a diferencia de otras operaciones, no es para crecer, sino para mantenerse viva, aunque los inversores siguen dudando de su rentabilidad. La cadena de supermercados se mantiene 'en pie' gracias a la salvedad que aprobó el Gobierno el año pasado que permitía no contabilizar las pérdidas registradas en 2020 por el impacto de la crisis del coronavirus, evitando que la firma incurriera en "causa de disolución". Aún así, su patrimonio neto al cierre de 2020 era negativo (-42 millones de euros).

Ante escenario, la luz verde a la ampliación de capital este lunes provocó un nuevo desplome, en este caso superior al 10% en bolsa, el mayor desde el pasado mes de abril. Pese a que está lejos de los históricos desplomes que ha registrado la cotización, agrava las pérdidas que acumula en el año. Así, en poco más de seis meses ha pasado de valer cerca de 11 céntimos cada título a los casi 5,3 en los que cerró en la última jornada. Pero, además, si ampliamos el foco, el desplome es más grave desde 2017, cuando Fridman realizó las primeras compras de Dia y cuando el valor se situaba en los 5,6 euros.

El desplome de su valor, aparejado a su inestabilidad financiera, aleja a los inversores de la ampliación. "Es una compañía que no es rentable y tampoco se prevé que lo sea en los próximos tres años", afirma Sergio Ávila, analista de IG. En ese sentido, destaca el "patrimonio negativo" que le condena a la extinción porque "no tiene capacidad de hacer frente a la deuda con su efectivo". Además, señala que la ampliación de capital puede ser "una bombona de oxígeno puntual", pero sus perspectivas son "realmente muy malas". La nueva operación le permitirá tener más cash flow "para más de tres años", pero es probable que necesite más dinero entonces y recurra a otras ampliaciones.

Hasta ahora, las cifras de ventas del primer trimestre, las últimas publicadas, registraron una caída del 7,3% respecto al mismo periodo de 2020. Sin embargo, la compañía destacó la comparativa "excepcional" por el elevado acopio de alimentos que se produjo en marzo del año pasado ante el inicio de la pandemia para explicar este retroceso. A ello, añadió el efecto de los tipos de cambio. 

Además, Dia suspendió recientemente los objetivos de ventas y deudas que se había planteado hace un año porque "no constituyen actualmente una referencia válida para el seguimiento del desempeño". Según informó a la CNMV, el crecimiento previsto de las ventas, de entre el 7% y el 7,5% para 2021 y próximo al 9% para 2023, "se ha visto desvirtuado" por las compras de abastecimiento "extraordinario" durante el último año. Además, la compañía también señaló que la "devaluación sufrida por el real brasileño y el peso argentino en los últimos 18 meses" cambian el escenario en el que se había planificado el objetivo de ventas. 

De igual manera, en el caso de la deuda, justifica la anulación del objetivo precisamente por la ampliación de capital, ya que "reducirá de manera significativa su endeudamiento", recoge el comunicado que publicó a finales de junio. 

Fridman, el gran triunfador

Pese a las perspectivas inciertas, los minoritarios, entre los que destacan Naturinvest y Western Gate, han peleado por mejorar las condiciones de la ampliación de acuerdo a sus características y en el mes de mayo solicitaron a la CNMV elevar el precio de canje. En concreto, la Junta General de Accionistas aprobó una ampliación de capital de hasta 1.028 millones de euros, el doble del importe que se había anunciado anteriormente, a un precio de emisión de 0,02 euros por cada nueva acción (0,01 euros de valor nominal y 0,01 euros de prima de emisión por cada nueva acción). Para ello, se emitirán hasta 51.400 millones de acciones, que implica una relación de canje de 100 títulos por cada trece actuales.

De esos 1.028 millones, 769 millones provienen de la conversión de deuda en fondos propios y 259 millones de un tramo de caja para los accionistas minoritarios que deseen acudir a la ampliación. A partir de este martes, estos accionistas deberán decidir si acudir a esta ampliación, depositando más dinero en Dia pese a la caída constante de su cotización, o diluir su participación. Tienen hasta "la primera mitad de agosto", cuando el proceso concluirá al 100%, para tomar la decisión. Pero, en cualquier caso, Mijaíl Fridman volverá a resultar el gran triunfador.

El primer tramo de la ampliación, de 769,2 millones de euros, será suscrito por su máximo accionista, la sociedad del magnate ruso, LetterOne, que controla el 74,8% de la firma, mediante la capitalización de créditos que Dia le adeuda. Pero, además, puede ver incrementada su participación si los minoritarios no acuden a la ampliación y Fridman opta por suscribir el resto de acciones emitidas. De no suscribirse las acciones de los minoritarios, no se cubrirá el importe que reste, pero Fridman ya habrá incrementado su poder.

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