Dia se quedará sin gasolina en mayo si la banca o Fridman no adelantan el dinero

Mikhail Fridman rojo
Mikhail Fridman rojo

Los accionistas de la cadena de tiendas de alimentación Dia, como en los espectadores de la reciente serie Black Mirror Bandersnatch, van a vivir su propia aventura el próximo 20 de marzo en función del botón de voto que pulsen en la Junta General. En cualquiera de los escenarios volverán a perder (como en los últimos 18 meses) porque lo que está sobre la mesa son dos ampliaciones de capital y la consiguiente emisión masiva de acciones que diluirán de nuevo al accionista de la compañía.

Sólo tienen dos opciones. En una de esas elecciones, los actuales accionistas tendrán en pantalla una ampliación de capital de 600 millones de euros impulsada por la dirección de la compañía que todavía no cuenta con inversores visibles que la respalden, salvo el banco de inversión Morgan Stanley que se compromete, como asegurador, a poner el dinero que falte cuando se vendan las nuevas acciones. Y puede haber un actor ‘tapado’.

A

Ampliación del consejo de Dia y los bancos: 600 millones

- 147 millones para repagar la deuda con los bancos de la ampliación
- 100 millones de euros para repagar la deuda bancaria vendiendo Clarel
- Morgan Stanley asegura la venta de las nuevas acciones
- No hay inversores conocidos que respalden la operación
- Los acreedores son Santander, BBVA, Sabadell, etc
- 147 millones para impulsar el nuevo plan de negocio

B

Ampliación de Letterone: 500 millones

- No se repaga la deuda bancaria, sino que se refinancia
- Si se vende Clarel se queda en la compañía
- Letterone respalda la ampliación de capital
- 197 millones para impulsar el nuevo plan de negocio

Distintas fuentes próximas a la compañía califican como “impensable” que el consejo de administración que lidera Borja de la Cierva se vaya a plantar en la Junta de Accionistas sin apoyos accionariales como para plantar cara al fondo británico Letterone (Mijaíl Fridman), capitaneado por Stephan Ducharme y que hace más de un año es el mayor accionista con cerca del 30% de las acciones.

El consejo de Dia, respaldado por la banca acreedora, no ha escatimado en gastos: no solo ha contratado a Morgan Stanley, sino también a Houlihan Lokey (reestructurador de Abengoa o Eroski), cuyos honorarios conjuntos pueden alcanzar los 15 millones de euros en una operación de este tipo, según cálculos del sector. En la otra opción, los accionistas que acudan o deleguen su voto deberán saltar junto a Fridman a una ampliación de capital de 500 millones que está ligada a que salga adelante la opa voluntaria sobre el 100% de Dia que ha sido notificada a la CNMV, pero que todavía no cuenta con el visto bueno del supervisor, ni lo contará antes de la junta ya que el plazo de 20 días hábiles para su aprobación se reinicia cada vez que hay una petición de más información.

Esa es la principal baza de la alta dirección de Dia: sus 600 millones de euros son los únicos que pueden llegar a tiempo para poder afrontar los pagos comprometidos con los acreedores, incluida la emisión de bonos de 306 millones que le vence al grupo de distribución el próximo mes de julio. Creen que con la propuesta de Fridman el reloj corre en contra de una empresa que ya ha reconocido que cuenta con un patrimonio neto negativo, lo que la sitúa al borde de la disolución, si no llegan los anhelados fondos, sean de quien sean.

Además, el consejo considera que los plazos pueden alargarse aún más si aparece un ‘plan C’. Es decir, una contraopa competidora a la de Fridman que también tendría que pasar por la lupa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que alargaría la espera, al menos, hasta el verano. El inversor ruso, en cambio, considera que el consejo de Dia está tratando de atemorizar a los inversores para ganarse su beneplácito.

"En el fondo, no hay muchas diferencias en términos de plan de negocio o necesidad de ampliar capital para la compañía. Sin embargo, de cara a resolver la situación financiera actual sí hay grandes diferencias, sobre todo, respecto a la certidumbre de una propuesta (Consejo) con respecto a la otra (Letterone). Nuestra idea es que vamos a votar por la propuesta del consejo en tanto en cuanto es la que nos da más seguridad, por tanto. Iremos a la ampliación porque nos parece una muy buena opción", aseguran desde la gestora Renta 4, que poseía posiciones de más de 30 millones de euros tanto en bonos como en acciones.

Dia ha sido cortejada en el pasado por inversores institucionales como la gestora Cobas Asset Management, la firma fundada por Francisco García Paramés, que entró en la compañía antes de la crisis del pasado octubre y admitió que fue solo un error temporal. “Entramos dos meses antes de tiempo”, dijo a finales del pasado año el reputado inversor, acostumbrado a lidiar con compañías en problemas y asiduo de las ampliaciones de capital corporativas. Paramés, además, tiene mandato desde marzo de 2018 para invertir capital del Norges Bank, el banco que custodia el billonario fondo soberano de Noruega.

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