Refinanciación 

El dinero del ICO salva a Telepizza ante Moody's tras triplicar su deuda con KKR

La agencia eleva la nota sobre la cadena de comida rápida después de la nueva financiación con aval público pese a haber multiplicado su endeudamiento para el pago de dividendos desde 2019.

Telepizza
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EFE

Telepizza ha sufrido todo un shock en 2020 debido al impacto del Covid-19 en la actividad de sus locales, aunque lo haya mitigado con la entrega a domicilio. Es el común denominador en el negocio de la hostelería. La gran diferencia de la pizzera respecto a su sector ha sido la sobredosis de deuda que aplicaron sus nuevos accionistas en los meses previos al estallido de la pandemia para autopagarse un superdividendo de 130 millones de euros y exprimir su inversión tras excluirla de bolsa. Su deuda casi se ha triplicado desde los 200 millones de 2018 a los 547 millones en septiembre de 2020.

La receta de aplicar levadura al balance en forma de préstamos y bonos es un clásico en el capital riesgo. KKR, su mayor accionista junto a socios como Artá (March), Torreal (Abelló) y Safra Group, tiró de manual elevando la deuda de Telepizza de 200 a 335 millones de euros para financiar este el superdividendo, pero colocó en una situación estrés financiero extremo. Tanto que la agencia de calificación de riesgo Moody’s dinamitó su rating en junio de 2019 al rebajarlo tres escalones, de B3 a Caa3, es decir, al borde del incumplimiento y la reestructuración de su deuda. Semanas después, Telepizza refinanció con una emisión de bonos por valor de 335 millones a siete años y cupón de 6,25% anual.

Sin embargo, esto no fue suficiente. La compañía tuvo que recurrir al final de 2020 a un préstamo con Banco Santander avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) de 40 millones de euros y una inyección adicional de sus accionistas de 42 millones. Tras este nuevo paquete financiero de urgencia y el aval del Estado, Moody’s ha mejorado el rating de Caa3 a Caa2, un pequeño escalón que no logra esconder la pesada losa de la deuda y las tensiones de liquidez que afronta en este 2021. Telepizza ha pagado este jueves 10,1 millones de euros del cupón semestral de sus bonos, desembolso que reduce de 35 a 25 millones el colchón de efectivo que tenía al cierre de 2020.

En opinión de Moody’s, “la nueva financiación garantizará que Telepizza mantenga una liquidez adecuada en los próximos 12-18 meses, incluso si su generación interna de efectivo sigue siendo débil, aunque existe una incertidumbre significativa con respecto a los ingresos de la empresa, la evolución neta del capital circulante y el programa de inversión”. La agencia destaca el respaldo del Estado a través del ICO y de los accionistas, que han reducido de forma drástica sus perspectivas con la empresa. Cuando lanzaron la opa sobre Telepizza al final de 2018, KKR y sus socios dibujaron un dividendo extraordinario de 187 millones, que bajaron por dos veces hasta 130 millones. Ahora, la última ampliación de capital de 40 millones reduce a la mitad (90 millones) el ingreso recibido de la pizzera.

La agresividad de los fondos de capital riesgo que han controlado Telepizza en los últimos lustros han colocado a la multinacional al límite en numerosas ocasiones. Ya estuvieron a punto de provocar el desastre con Telepizza en 2014, cuando KKR pasó de ser el principal acreedor de la compañía a su mayor accionista. Poco a poco, tras la toma de control, el fondo fue preparando el regreso de la empresa a bolsa, que se produjo en abril de 2016 pero con una compañía sobreendeudada y con dificultades para dar beneficios. Para muestra un botón: Telepizza abandonó la bolsa española en 2006 con una caja -lo contrario de deuda- de 77 millones y tan solo dos años más tarde ya tenía más de 500 millones de euros de pasivos financieros después de pagar dividendos a golpe de préstamo.

Ahora se ha vuelto a repetir la historia pero el Covid-19 se ha cruzado en el camino de la pizzera favorita del capital riesgo. “A pesar de la recuperación en curso de sus resultados financieros y operativos desde mayo de 2020, el negocio de Telepizza sigue estando afectado negativamente por la pandemia de coronavirus”, señala Moody’s que recuerda algunas cifras mareantes como los 547 millones de euros de deuda que arrastra hasta el tercer trimestre y el drástico descenso de sus ingresos y resultado operativo. En los primeros nueve meses de 2020, las ventas y el Ebitda ajustado de la empresa disminuyeron se desplomaron 21% y un 73% interanual, respectivamente, con un empeoramiento en el cuarto trimestre de 2020 tras la recuperación veraniega.

Moody’s fija su atención en las operaciones de Telepizza en Latinoamérica, que representaron el 51% de sus ventas en todo el sistema en 2019, ya que prevé que hayan sufrido una caída más prolongada que en Europa y España. “Dada la continua propagación de la pandemia de coronavirus, la etapa muy temprana de la campaña de vacunación y las frágiles condiciones macroeconómicas, el ritmo de recuperación de los resultados de Telepizza, particularmente en los mercados latinoamericanos, sigue siendo muy incierto”, explica Igor Kartavov, analista de Moody’s.

Pese a las expectativas de recuperación del negocio en 2021, el escenario contiene nuevos riesgos para la compañía que pueden frenar la mejoría. Moody’s destaca tres grandes nubarrones: “Primero, los cambios en el comportamiento del cliente en la parte posterior de la pandemia de coronavirus y los ambiciosos planes de crecimiento de los competidores de Telepizza. Segundo, el potencial de inflación de los precios de las materias primas, que podría ejercer presión sobre los márgenes. Tercero, el riesgo cambiario derivado de la exposición de la empresa a las volátiles monedas latinoamericanas”.

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