Rentabilidades tras la crisis

Disney, Iberdrola, ACS… ¿Hay opciones de inversión en los bonos de calidad?

Al igual que en bolsa, la gran corrección sufrida en los mercados de renta fija ha abierto un abanico de oportunidades en la deuda de compañías que saldrán adelante tras la pandemia.

Las empresas están disparando sus emisiones de deuda por la crisis.
Las empresas están disparando sus emisiones de deuda por la crisis.
Bondkey / Flickr

Todos los segmentos del mercado se tambalearon como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Entre los efectos se pudo observar una oleada generalizada de reembolsos y ventas en todos los activos, y muy especialmente en los bonos (renta fija). El motivo fue la incertidumbre que provocó el coronavirus, ya que, al ser un evento totalmente nuevo y desconocido, no se podía cuantificar ni la duración ni el daño económico que iba a causar a largo plazo en la situación de las empresas.

¿Hay posibilidades dentro de este mercado, teniendo en cuenta también las compras masivas que están realizando los bancos centrales? La realidad es que algunos expertos ya creen que puede haber algunas opciones, siempre y cuando se haga una correcta selección a la hora de las incorporaciones a cartera de estos bonos que han quedado infravalorados.

Según explica Alejandro Puig Jover, gestor de fondos de Degroof Petercam Spain, la gran corrección sufrida en los mercados de renta fija “ha abierto un abanico de buenas oportunidades que pueden aprovecharse”. El contexto actual así lo estaría justificando. Y es que, a su modo de ver, el miedo y la volatilidad “han llevado los spreads (diferenciales) de crédito a niveles similares o incluso en algunos casos superiores a los de la gran crisis financiera del 2008”.

Esto se traduciría en que este nivel de diferenciales de crédito está “descontando tasas de default o impago cercanas al 10%”, lo cual es un panorama apocalíptico que no se dio “ni en los peores momentos tras la quiebra de Lehman Brothers”.

No obstante, el experto sugiere que se ha de tener en consideración que, a diferencia de ahora, esa crisis financiera fue provocada por severos desajustes y desequilibrios económicos y por una burbuja de crédito, apalancamiento y deuda que llevó a numerosos impagos y quiebras. Por eso, el escenario actual “no es comparable”, ya que ahora la crisis viene “provocada por un factor externo y temporal, y no por motivos de deterioro económico”.

Esto sugiere, tal y como considera Puig, que muchos segmentos del crédito actualmente “estén baratos” y que ofrezcan un “buen nivel de entrada a medio plazo”. Especialmente, porque cuando este shock exógeno haya desaparecido y el virus esté controlado, “la economía ha de recuperar las tasas de actividad y crecimiento anteriores a tal evento en un plazo razonablemente rápido”, analiza.

La recuperación del sector y las mayores emisiones

Si se cumplen las principales previsiones, cabría esperar que todos los activos de renta fija se recuperarán. Se trataría de una regeneración que se produciría más fuertemente en aquellos activos cíclicos que, por estar expuestos a sectores más castigados, habían sufrido y caído más: “industriales, financieras, automóviles, turismo”, ejemplifica el experto. Pero también por el auge de las emisiones en los últimos tiempos.

Algunas compañías, como Disney, han recurrido al mercado de renta fija más de una vez en los últimos meses. Es más, las compañías que se encuentran en el ojo del huracán —incluidos algunos emisores relacionados con el ocio y los viajes— han podido acceder a los mercados. Las rebajas de calificación de las compañías estadounidenses han alcanzado su nivel más alto en más de una década en el primer trimestre, según Standard & Poor’s.

En España hay ejemplos como ACS, que emitió recientemente bonos con un vencimiento a 5 años a un tipo de interés del 1,37%. Una emisión en la que S&P destacó la diversificación geográfica, la cartera de pedidos y el balance como principales fortalezas de la compañía para hacer frente a la crisis.

Pero también Iberdrola, que llevó a cabo una colocación acelerada de bonos en el Euromercado, por 200 millones de euros y con vencimiento en noviembre de 2022, con un rendimiento final a percibir por los inversores que se determinará en función de la evolución del valor de cotización de las acciones de la empresa.

Oportunidad en los “ángeles caídos”

Por otra parte, los inversores de renta fija pueden encontrarse ante una amplia variedad de resultados de la pandemia. Una posible vacuna y el apoyo de los bancos y los gobiernos podrían “reducir las tasas de impago”, analiza Jeremy Cunningham, Investment Director de Renta Fija de Capital Group.

Por el contrario, hay otros factores negativos como un aumento aún mayor de la deuda de los gobiernos, que los bancos centrales no tomen más medidas y “la ausencia de una vacuna podrían hacer que las tasas de impago aumenten”, matiza.

Por eso, el atractivo de los bonos de alto rendimiento depende de lo que ocurra, según resalta el experto de la gestora estadounidense. Por el momento, según explica, los mercados estarían descontando una tasa de impagos anual del 6-7%, pero la duración de la crisis será muy importante en este sentido.

Ante este panorama la pregunta es, ¿puede haber atractivo en los llamados “ángeles caídos”, los bonos de grado de inversión que han sido degradados hasta alto rendimiento? En opinión de Cunningham se convertirán “en una temática dominante en los próximos uno o dos años”. Este año y el próximo, bonos de grado de inversión con un valor de unos 500.000 millones de dólares podrían asistir a una rebaja de rating que los sitúe en la categoría de alto rendimiento, ya que las agencias de calificación son ahora “más agresivas en comparación con crisis anteriores”, expone.

De ahí a que vea a estos “ángeles caídos” más como “una oportunidad” que como un riesgo. Una vez se avance en el calendario, añade, este tipo de emisiones tenderán “a superar el índice general de alto rendimiento”. De este modo, muchas compañías de sectores como el energético, el automovilístico, el industrial, el de materiales y el de consumo cíclico serán “buenos candidatos para volver al grado de inversión en el próximo lustro”.

Las recomendaciones para el pequeño inversor

Una de las dudas es cómo puede aprovechar esta posible tendencia un inversor minorista. La realidad es que, con el entorno macroeconómico actual, no hace falta asumir mucho riesgo para obtener rentabilidades positivas.

A modo de ejemplo, describe Puig, ahora mismo se están produciendo emisiones con un excelente rating de (A) que a menos de tres años vista nos ofrecen rentabilidades cercanas al 1%, cuando hace apenas tres meses esto era impensable, dado que estas mismas emisiones ofrecían rentabilidades negativas.

Asimismo, un factor determinante son las ayudas aprobadas por los Bancos Centrales para combatir esta crisis, que se instrumentan a través de miles de millones de euros en compras de bonos soberanos y corporativos. Con ello se avala “la solvencia de las empresas” y se “eliminan riesgos”, ya que estas compras masivas “actúan a modo de gran avalista para disipar dudas sobre los emisores y la economía”, comenta Puig

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