La bolsa española, con tradición de pagar dividendos, no logra recuperarse de la pandemia y acumula dos años consecutivos con caídas en el importe total repartido entre sus accionistas. Según el informe anual de 2021 que elabora BME, en 2021 la retribución al accionista volvió a crecer, cerca de un 5%, pero lo hizo impulsado por las devoluciones de primas de emisión y las reducciones de nominal con devolución de aportaciones, que despuntaron de forma destacada en el ejercicio. Sin embargo, los dividendos se redujeron un 4,5% en el año después de que en 2020 ya cayeron casi un 40%.
Se trata del segundo año consecutivo con caídas que rompe con la tendencia alcista que registraba al menos desde 2015. Desde ese año -cuando comienzan las estadísticas publicadas por BME- hasta 2019 los dividendos repartidos se incrementaron más de un 16%. Sin embargo, la pandemia ha supuesto un antes y un después y el nivel actual no supera el de hace seis años. En total, las cotizadas españolas han repartido 15.744,55 millones de euros hasta el mes de noviembre, frente a los 16.169 millones acumulados en los primeros once meses de 2020. A falta de diciembre la diferencia es de cerca de 424 millones, pero el margen se agravará con los datos del último mes del año.
Para igualar el dato total de dividendos de 2020, el importe pagado a los accionistas en diciembre debería ascender a 2.778 millones. Sin embargo el calendario de dividendos previsto hasta el final del ejercicio no alcanzará para ello. Durante diciembre han repartido o repartirán dividendo en los próximos días cerca de 25 cotizadas por un importe total próximo a los 1.900 millones de euros, según los datos consultados por La Información. La cifra se queda atrás respecto al registrado hace un año, cuando superó los 2.354 millones, incluso con la incorporación de Bankinter, que anunció este miércoles el reparto de 0,3 euros por acción -más de 46 millones en total-.
La modalidad de dividendo flexible (-30%) ha lastrado las estadísticas, mientras que el pago de dividendo en efectivo sí se incrementó en el último año (+13%). Tras su interrupción en 2020, en 2021 cae el importe de pago de dividendos con acciones (scrip), que alcanzaron el valor de 4.174 millones de euros hasta noviembre. En total, representaron el 24,4% del total de dividendos repartidos, mientras que hace un año su peso fue del 35,9%, si bien en los tres años anteriores se situaron alrededor del 13% del total.
Entre los últimos desembolsos del año, además de Bankinter, destacan Enagás (178 millones), Ebro Foods (87 millones), Faes Farma (50,8 millones) y, sobre todo, Telefónica. Los accionistas de la compañía de telecomunicaciones cobraron la semana pasada su retribución, aunque se trata de un dividendo flexible y solo el 35% decidió recibir el importe en efectivo (291,8 millones). El resto optaron por las acciones, tras lo que Telefónica emitirá 140,99 millones de títulos ordinarios de un euro de valor nominal que están previstas que empiecen a cotizar este jueves.
Más allá de diciembre, el mayor desembolso del año lo realizó Inditex. La mayor cotizada española ha repartido más de 2.180 millones de euros a sus accionistas después de que en 2020 suspendiera el pago correspondiente al ejercicio de 2019 por la situación de la pandemia. Aún así, el dividendo total abonado este año todavía está lejos de los 2.742 millones pagados en el ejercicio anterior a la pandemia.
Los bancos también recuperan parte de protagonismo en las retribuciones al accionista una vez levantado el veto que impuso el Banco Central Europeo al inicio de la pandemia del coronavirus. Sabadell es el único de los bancos del Ibex 35 que no ha recuperado el pago a sus accionistas este año, pero prevé hacerlo el año que viene a cuenta de este ejercicio. El resto -Santander, BBVA, Caixabank y Bankinter- han abonado en total este año cerca de 1.800 millones a sus accionistas.
El dividendo lastra la rentabilidad de la bolsa española
A menudo los dividendo cobran importancia para los inversores por los ingresos que representan y, según destacan desde BME, "por su efecto sobre el rendimiento de las carteras cuando se reinvierte a largo plazo". Teniendo en cuenta la rentabilidad que reportan los dividendos en efectivo, Ebro Foods, que cotiza en el Ibex Medium Cap y que cuenta con el Estado entre sus accionistas, encabeza el podio con un retorno próximo al 15%. Le siguen Mapfre, Telefónica y Endesa que superan el 10% de rentabilidad.
Pese a que la Bolsa española ha cedido a centros bursátiles como Londres o Milán el liderazgo que durante años ha ostentado en rentabilidad por dividendo anual -este año se reduce al 2,8%-, según datos de MSCI, España sigue entre los mercados destacados del mundo y su promedio en los últimos 35 años lo sitúan en la primera posición.
Sin embargo, el pago en efectivo se cobra un efecto sobre la capitalización de la compañía. Es decir, no es un valor añadido para el accionista, sino que supone el traspaso de parte del valor de la compañía en bolsa a sus accionistas, reduciendo su valor bursátil. Como resultado, el Ibex 35 aún está un 45% por debajo de su máximo histórico alcanzado hace 14 años (2007) mientras que el Ibex con dividendos está un 20% por encima. Como alternativa a esta pérdida de valor están los 'scrip dividend', que aumentan el valor bursátil de las compañías con la entrada de nuevas acciones.
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