Draghi aviva el debate (y el temor de los mercados) sobre el ‘dinero helicóptero’

Draghi aviva el debate sobre el ‘dinero helicóptero’
Draghi aviva el debate sobre el ‘dinero helicóptero’
Pixabay

El Banco Central Europeo (BCE) volvió a sacar la artillería pesada en su última reunión de septiembre para combatir el riesgo de recesión y la débil inflación. La entidad puso sobre la mesa tres medidas principales: liquidez TLTRO a dos y tres años, anunció que retoma las compras de activos a partir de noviembre y amplió la penalización a la banca por los depósitos al -0,5%. Muchos analistas temen que el emisor se esté quedando prácticamente sin margen de maniobra en caso de que se produzca una recesión. Tanto, que ese miedo ha llevado a algunos economistas a desempolvar el concepto de "dinero helicóptero" y a plantearse si una medida de este tipo podría tener sentido si las cosas se tuercen más en la zona euro.

“El concepto como tal no es nuevo, pero con una creciente discusión sobre si los bancos centrales se están quedando sin municiones, parece estar ganando impulso", apunta Hans-Jörg Naumer, Director, Global Capital Markets & Thematic Research de la gestora Allianz Global Investors, quien recuerda que el debate sobre la "monetización de la deuda pública" (como también se le conoce) se ha avivado a raíz de las medidas ultraexpansivas que Mario Draghi ha puesto en marcha al frente del BCE. De hecho, el todavía presidente del organismo consideró que se trataba de un concepto "muy interesante" en una de sus comparecencias tras la reunión del consejo de Gobierno del emisor en 2016. 

Pero... ¿Qué es y qué implicaciones tendría una medida de este tipo? En la práctica supondría que el banco central imprimiese una gran cantidad de dinero para distribuirlo directamente entre la población, con el fin de estimular la economía en un periodo de recesión o cuando los tipos de interés permanecen a cero. Lo analistas del broker IG sostienen que es una "alternativa poco convencional a la expansión cuantitativa", pero ambos tienen como objetivo estimular el consumo e incrementar la inflación. El 'QE' (quantitative easing, por sus siglas en inglés) incrementa la oferta monetaria a través de la compra de distintos activos financieros, como los bonos soberanos; mientras, el helicóptero del dinero lo lograría distribuyendo grandes cantidades de euros a la población para reactivar la economía.

Japón llegó a considerar adoptar esta medida en 2016 para apoyar el lento crecimiento del país. Los mercados financieros mostraron su preocupación ante esta posibilidad, en tanto que una medida de este tipo podía generar hiperinflación y una devaluación de la moneda. Tanto es así que el BoJ optó por otro tipo de medidas como la compra de deuda pública.

el dato

Mientras... la Reserva Federal vuelve a la carga

El próximo martes la Reserva Federal de Estados Unidos retomará "de urgencia" su programa de compra de activos o QE con la adquisición de 60.000 millones de dólares al mes en deuda de corto plazo, que incluirá títulos del Tesoro. 

Entre las ventajas del helicóptero del dinero están la de que no genera deuda y los tipos de interés pueden mantenerse. Además, incentiva el gasto y el crecimiento económico de forma más efectiva que la expansión cuantitativa porque tiene un impacto inmediato sobre la demanda agregada de bienes y servicios. Al mismo tiempo, muchos economistas defienden que no es una solución viable y que puede generar un exceso de inflación y causar daños en las finanzas del banco central.

El principal problema que puede ocasionar es que origine una fuerte devaluación de la divisa local. "Conforme se imprime más dinero, el valor de ésta podría disminuir significativamente, y también podría desalentar a los inversores de comprarla, ya que sus posibilidades de rendimiento disminuirían", apuntan los mismos expertos.

El problema de las medidas excepcionales

Con Draghi a punto de concluir su mandato de ocho años al frente del BCE y de pasar el testigo a Christine Lagarde, cada más expertos han empezado a clamar contra las políticas monetarias ultraexpansivas.  David Lafferty, responsable de Estrategia de Mercado de la gestora francesa Natixis IM, este tipo de iniciativas han "dañado la competitividad natural de los mercados, conduciendo a la aparición de compañías zombies que mantienen el suministro agregado de bienes y servicios en niveles elevados. Estas empresas zombies pueden sobrevivir, pero no pueden florecer, así que los salarios suben lentamente, si es que lo hacen (…) y la transmisión a la inflación ha sido prácticamente inexistente".

Pese a que en la gestora coinciden con la mayoría de los analistas y expertos en que el precio del dinero permanecerá en niveles muy bajos por mucho tiempo, Lafferty advierte del atracón que empresas y gobiernos se han dado a costa de los tipos ultrabajos, elevando los niveles de endeudamiento. "Cualquier incremento significativo en los tipos de interés dispararía el coste del servicio de la deuda", alerta. Esto liquidaría el margen fiscal de los gobiernos y llevaría presionaría al alza la morosidad corporativa.

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