Draghi carga las tintas pero aguarda a que Powell (Fed) mueva ficha primero

Mario Draghi, presidente del BCE.
Mario Draghi, presidente del BCE.
EFE

En un movimiento táctico cuyo alcance se verá a lo largo de los próximos días, Mario Draghi dejó en manos de su homólogo Jerome Powell el próximo movimiento en política monetaria. El BCE optó por no moverse antes de tiempo y recurrió a la retórica. La Fed, que se reúne la semana que viene, tiene mayor margen de maniobra que el BCE ya que cuenta con un nivel de tipos de interés del 2,25%-2,5%, suficiente como para acometer un recorte de tipos convencional como ha prometido.

Mario Draghi habló el idioma del mercado hoy, ya que la declaración del BCE mostró un sesgo para bajar las tasas de interés y reiniciar la flexibilización cuantitativa (QE). Si bien no hubo ningún cambio en la guía de cuándo podría ocurrir el primer aumento de la tasa de interés, se destacaron las preocupaciones sobre una inflación persistentemente baja”, comenta Oliver Blackbourn, gestor del Janus Henderson.

El arte del discurso de Draghi

El discurso de Draghi fue lo suficientemente agresivo como para dejar la sensación de que el BCE había tomado alguna decisión… pero no. "Estamos listos para actuar", repitió. Fue claro, contundente, transparente... pero no actuó. El presidente del BCE manejó, de nuevo, las altas expectativas de los mercados con la veteranía de un banquero central de su talla y trayectoria. De hecho,  se cumplen siete años del discurso más importante de su carrera (Whatever it takes...) y del euro.

“Uno de los grandes poderes y responsabilidades de ser un banquero central es que puedes mover los mercados con una sola línea en un discurso. Cada palabra cuenta mil millones. Y es por eso que siempre admiro los discursos de Mario, que son piezas de arte que no tienen precio”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, el pasado 19 de junio en la reunión de Sintra (Portugal).

La intervención de este jueves volvió a mover miles de millones. Primero, al alza, después de que los inversores considerasen que el movimiento del BCE era inminente. Después, a la baja, tras el baño de realidad: no había ningún movimiento decidido pese a las muchas medidas que parece tener el BCE en la recámara. El Ibex 35 llegó a subir más del 1% antes de la intervención de Draghi pero se apagó y terminó con caídas del 0,4%.

“El comunicado del BCE refuerza nuestra visión de que el BCE retomará el sesgo fuertemente acomodaticio y que este regirá a lo largo de un horizonte prolongado. Varios aspectos pueden destacarse: un ‘forward guidance’ que pasa de posponer subidas de tipos de interés a abrir la puerta a nuevas bajadas”, explica Gonzalo de Cadenas, director de Análisis Macroeconómico del Servicio de Estudios de Mapfre.

Todas las puertas están abiertas y a punto de ser cruzadas, pero todavía no es el momento. Desde un recorte de la facilidad de depósito desde el -0,4% -para penalizar la liquidez sin uso, fomentar la inversión y la concesión de préstamos- hasta la propia redefinición del mandato del BCE. También, por supuesto, la reactivación de un nuevo programa de recompras de activos, cuyo tamaño y universo está por ver.

“En segundo lugar, un reconocimiento explícito de la incapacidad para hacer converger la inflación al objetivo de política monetaria. Tercero, la disyuntiva al tener que combinar sus nuevos pasos (nuevas bajadas del tipo de depósito) con las medidas de liquidez existentes (LTROs), y la sugerencia de escalonar sus acciones (tiering)”, añade Cadenas.

Draghi repitió una y otra vez sus preocupaciones con tres ideas esenciales “No nos gusta lo que vemos en el frente de la inflación. Simetría significa que actuaremos con la misma determinación si la inflación está por encima o por debajo del objetivo de inflación (...) Las presiones inflacionarias permanecen apagadas (...) Las perspectivas [económicas] empeoran cada vez más en el sector manufacturero ", apuntó

El BCE, que no tomó su decisión por unanimidad, aprobó la llegada de Christine Lagarde a partir de noviembre cuando haya expirado el mandato de Draghi. "Hay un sentimiento de reflexión en el Consejo de Gobierno en torno al objetivo, sobre si tenemos que mantenerlo o movernos a otro. Es un cambio importante, así que vamos a mirarlo seriamente". No hubo mención, en cambio, a la posibilidad de incorporar nuevos activos al programa de compras de deuda del BCE, como sugirió el presidente de Blackrock, Larry Fink.

“La presidencia del BCE de Mario Draghi es probable que termine no con un gemido sino con una explosión. Después de revisar la orientación a futuro hoy, es muy probable que se reduzca la tasa de interés en la próxima reunión de política monetaria del BCE en septiembre. (...) El peligro es que los inversores se vuelvan demasiado complacientes, confiando totalmente en la política monetaria, e ignorar los riesgos de final del ciclo”, apunta Wolfgang Bauer, gestor de M&G.

En su comunicado, el BCE destacó que “ha encomendado a los Comités del Eurosistema pertinentes el examen de las opciones, incluidas formas de reforzar su orientación a futuro sobre tasas de política, medidas de mitigación” del tipo negativo a los depósitos. También dijo otra de las tareas es diseñar un nuevo bazuca “y la composición de nuevos activos potenciales” que puede comprar con su próximo QE.

Mostrar comentarios