Mario Draghi cierra capítulo en el BCE con sus últimos 'cartuchos' monetarios

Mario Draghi
Mario Draghi
EFE

Toca pasar el testigo. Ocho años después, Mario Draghi afronta su última reunión al frente del Banco Central Europeo, tras haber descargado una batería final de medidas para parar el frenazo en seco de la zona euro en septiembre. Ha sido el último capítulo de aquel famoso "whatever it takes" que pronunció un 26 de julio de 2012. Tras esos anuncios, este jueves no hay previstas nuevas medidas, aunque sí se espera que Draghi dé detalles sobre la orientación futura de la política monetaria o 'forward guidance' (que pueden dar idea de cómo se estrenará su sucesora Christine Lagarde) y sobre qué hará la entidad con sus previsiones económicas de diciembre.

El mes pasado el todavía presidente del BCE anunció tres medidas principales: liquidez TLTRO a dos y tres años, compras de activos y rebaja de tipos 'bancarios' ahondando en el terreno negativo. Así, rebajó la tasa de la facilidad de depósito (que penaliza la liquidez bancaria) en 10 puntos básicos, al -0,5%, aunque acompañó la medida de un sistema de niveles (tiering) que mitigará el impacto sobre las entidades financieras.

Después de este nuevo paso al frente que sirve de broche final para su legado, los expertos esperan un encuentro a modo de balance "para despedirse de los miembros que le han ayudado en esta ardua tarea y para dar paso a su sucesora", dice Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management, de Bank Degroof Petercam Spain. No obstante, sí cabe esperar que "Draghi avise sobre los riesgos de revisión a la baja en las próximas previsiones económicas de diciembre", añade Maud Minuit, responsable de Renta Fija y Cross Asset de La Française AM. Desde su punto de vista, si algo podría empañar este adiós son las profundas divisiones que deja entre los miembros que forman su consejo.

El vuelo del halcón

La salida de Draghi se produce en un momento de fuertes críticas por parte del ala más dura del emisor, los 'halcones', a la política de estímulos anunciados. Konstantin Veit, gestor de carteras de Pimco, considera que las recientes críticas contra Draghi "indican la existencia de una campaña agresiva con el objetivo de asegurarse de que la voz de los gobernadores de los bancos centrales vuelve a escucharse bajo la nueva presidencia". Un extremo que ve "poco probable" una vez que Christine Lagarde asuma la presidencia, puesto que la ex directora gerente del Fondo Monetario Internacional está totalmente de acuerdo con que el BCE facilite una transición hacia la política fiscal".

Draghi se vio en la tesitura de tener que aplicar medidas de relajación cuantitativa ('QE') y otras iniciativas excepcionales de política monetaria pese a esa fuerte oposición de países como Alemania. Jim Leaviss, jefe de renta fija de M&G, opina que si la crisis de la zona del euro se hubiera producido poco después de 1999, ésta se habría desintegrado. Los errores de Jean-Claude Trichet (subió tipos en plena crisis financiera) permitieron a Draghi experimentar, sin embargo, al salvar el euro también pudo generar otros problemas. 

Actualmente existen demasiados bancos y empresas 'zombis' en Europa acostumbrados al dinero barato, lo que según Leaviss "mermará el crecimiento económico futuro", al mismo tiempo los beneficios de las políticas de relajación cuantitativa se agotan a medida que los bancos centrales incrementan su aplicación, por lo que las compras de bonos adicionales que pueda plantearse Lagarde tan solo tendrán efectos limitados. 

"La historia recordará gratamente a Mario Draghi: en un mundo en el que los políticos se negaron a salvar la unión monetaria a través de la redistribución presupuestaria, hizo «lo que era necesario». No fue perfecto, pero ha sido el mejor que hemos tenido", apunta. En las últimas horas se ha conocido que el BCE nominará al italiano Fabio Panetta para el puesto en el Comité Ejecutivo en sustitución del francés Benoit Coeuré.

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