A Draghi le toca mojarse con Italia... ¿Se avecinan cambios en los planes del BCE?

  • Los expertos coinciden en que no habrá cambios en su política monetaria por lo que la atención recae en los riesgos y el fin de la compra de deuda. 
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi
EFE

El BCE celebra este jueves su reunión en Fráncfort para tratar la política monetaria de la zona euro. Una cita que no llama la atención, al contrario que la Fed al ir más avanzada en el calendario de subidas de tipos, ya que se prevé que no haya grandes cambios. Por tanto, Mario Draghi mantendrá los tipos en el 0%, el de facilidad de depósito en el -0,4% y el de facilidad marginal de crédito en el 0,25%. 

El foco de atención estará puesto en el programa de compra de deuda, debido a que finales de diciembre era el mes para que llegara a su fin. Un problema para países como Italia debido al fuerte repunte que ha experimentado la rentabilidad de su bono a diez años y que se sitúa en el 3,57%. Juan Ramón Casanovas, experto de Bank Degroof Petercam Spain, ha destacado que "los desafíos del gobierno italiano pueden seguir manteniendo la prima de riesgo de Italia en niveles extremos, obligando al BCE a expresar su posicionamiento".  Además, habrá que vigilar si dan más visibilidad al calendario de inicio de subidas de tipos (se espera un alza en verano de 2019), algo que descartan la mayoría de expertos. 

Por tanto, sin grandes cambios en su política monetaria, las miradas también estarán puestas en la visión del organismo presidido por Mario Draghi acerca de temas que añaden gran incertidumbre al escenario actual, como son el Brexit, el órdago del Gobierno de Italia a la Comisión Europea o la 'guerra comercial' emprendida por Donald Trump, que amenaza con no pisar el freno y en todo caso, tocar el acelerador. En la rueda de prensa posterior, es probable que el presidente muestre su sensibilidad a las turbulencias que actualmente afectan a los mercados financieros.

"No creemos que la reunión vaya a proporcionar ningún catalizador para calmar las aguas y el impacto que pueda tener, desde nuestro punto de vista, será limitado. Esperamos que el tono cauto de Draghi se mantenga, incidiendo en la monitorización de los riesgos actuales, con especial mención a la situación italiana. Por tanto, no esperamos que el mensaje del BCE pueda relajar el repunte de las primas de riesgo de países periféricos", señala Leticia Ontañón, del Departamento de Wealth Management de A&G Banca Privada. 

Franck Dixmier, director Global de Renta Fija en Allianz Global Investors, ha destacado que "esperamos es que el banco central confirme el cierre de su programa de compra de activos para finales de año. También es probable que el BCE siga sin concretar cuándo elevará las tipos de interés en lo que sería el primer aumento desde 2011". Por tanto, y ante las altas expectativas del mercado, "debe arbitrar entre la transparencia y la flexibilidad y es esencial mantener un margen de maniobra suficiente en el entorno actual, que se complica por los múltiples riesgos para el crecimiento mundial y la estabilidad financiera". 

La desaceleración de la economía, con las lecturas más bajas en años de los PMIs, añadirá presión a la reunión en temas de crecimiento. Juan José Fernández-Figares, director del Departamento de Análisis de Link Securities, ha señalado que "la ralentización del crecimiento ha pillado a los bancos centrales de retirada lo que genera inquietud en los inversores, que ven como las empresas se enfrentan a un escenario complejo en el que la demanda de sus productos puede debilitarse al mismo tiempo que se elevan los costes de financiación". Por tanto, "veremos si este hecho modifica o no sus planes de seguir retirando estímulos". 

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