Duro Felguera cuenta con un inversor bajista por primera vez en casi cinco años en pleno proceso para ser rescatada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El fondo Voleon Capital Management se ha posicionado en contra de la compañía asturiana con una participación del 0,52% del capital total. La inversión asciende a cerca de 520.000 euros e implica casi 500.000 acciones de la empresa.
El fondo estadounidense, que está dirigido por Michael Kharitonov, utiliza la inteligencia artificial para invertir y, como señalan en su página web, apuestan "tecnología de vanguardia en la industria financiera". Así, determinan sus inversiones de acuerdo a "algoritmos estadísticos". Los registros de la CNMV señalan que el fondo no está presente en otras empresas españolas con una participación corta superior al 0,5%, aunque sí lo estuvo anteriormente. En concreto, en diciembre de 2020 redujo al 0,49% su posición bajista en ENCE, en la que estaba presente desde octubre de 2019. Precisamente en esa compañía alcanzó su mayor posición en la Bolsa española, del 1,1% del capital. Anteriormente, también estuvo presente en Indra (hasta noviembre de 2020) o MásMóvil (hasta marzo de 2020)
En el caso de Duro Felguera es la primera posición corta registrada desde junio de 2016. En los últimos años, precisamente los más complicados de la compañía y cuando sus acciones registraron valores mínimos, no ha contado con bajistas con más de un 0,5% de su capital, aunque la compañía tampoco ha tenido tradicionalmente gran presencia de estos fondos. El último fue Blackrock, que llegó a acumular el 0,91% del capital en cortos, mientras que Macquarie y WorldQuant también estuvieron presentes y rebajaron su posición corta por debajo del umbral del 0,5% que la CNMV obliga a desvelar meses antes, de acuerdo a los registros del supervisor.
Ahora, la apuesta en contra de este fondo pone en duda la subida registrada por las acciones de Duro Felguera en los últimos meses. Este miércoles, las acciones de la compañía cerraron en 1,05 euros, una caída superior al 3%, y en lo que va de marzo pierde un 8%, corrigiendo los máximos del año registrados los días previos. Sin embargo, los títulos se elevan un 70% en lo que va de 2021, es uno de los valores que más suben en el mercado continuo, y por encima al 400% desde el inicio de la pandemia. Actualmente, su capitalización asciende a 100,8 millones de euros.
Pese al apoyo de los inversores, la situación de la ingeniera asturiana no es fácil. "Como consecuencia de la prolongación de la pandemia y de sus perjudiciales efectos económicas" - como indicaron en el texto remitido a la SEPI- solicitó en el mes de agosto su rescate al Fondo de Apoyo a la Solvencia para Empresas Estratégicas. Los resultados de 2020 evidenciaban este escenario, tras perder 171 millones de euros y con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de -138,2 millones de euros, reflejando el impacto Covid, frente a los 3,9 millones de euros positivos registrados en 2019. El Grupo, con más de 150 años de historia y proyectos ejecutados en países de todo el mundo, cerró el año con una deuda bruta de 95,3 millones de euros y un patrimonio neto negativo de 147 millones de euros.
Pero sus problemas se remontan a antes de la pandemia. Desde el año pasado estaba intentando volver a levantar capital, pero la crisis sanitaria se lo impidió y la firma capitaneada por Rosa Aza y José María Orihuela llevaba ya varios años pidiendo el apoyo a la banca para conseguir nueva financiación que le permitiese salir al mercado y acometer futuros proyectos con solvencia. Entre otros temas, Duro Felguera arrastra el proyecto de la construcción de la central eléctrica de ciclo combinado Termocentro que iba a abastecer a Caracas. Fue el mayor contrato de su historia, pero se convirtió en su gran problema a futuro para su propia supervivencia como consecuencia del impago del Gobierno venezolano.
Rescate público de 120 millones de euros
Para encauzar la situación, los bancos y la SEPI han tratado de encajar piezas para lograr la supervivencia de la compañía. En un primer momento, Duro Felguera logró un acuerdo con la banca acreedora, a la que solicitaba la refinanciación de 85 millones de euros de deuda. Tras ello y con un plan de viabilidad y los certificados de que cumplía los requisitos, la SEPI dio el visto bueno. El Gobierno defendió la medida por "el carácter de empresa estratégica, sobre todo para el Principado de Asturias" y destacó que representa el 1,18% del valor añadido bruto de la región y el 1% del empleo.
La compañía asturiana pidió en un primer momento 100 millones de euros a la empresa público y más tarde otros 20 millones, de manera que el rescate asciende a 120 millones de euros, aunque divididos en diferentes instrumentos financieros y articulados en dos fases. Duro Felguera recibirá en una primera parte 40 millones de euros, a través de un préstamo participativo de 20 millones y otro préstamo ordinario también de 20 millones, antes del 31 de marzo de 2021.
El préstamo participativo ascenderá finalmente a 70 millones de euros, tras recibir otros 50 millones en una segunda fase antes del 30 de junio de 2021. En ese momento, también se producirá el desembolso de 30 millones de euros a través de una ampliación de capital. Esta suscripción implica la entrada del Estado en el capital de Duro Felguera, aunque condicionada a un socio privado que entre en el capital con una participación mayor que la del Estado. El acuerdo señala que "en el supuesto de que no se hubiera hecho efectiva la entrada en el capital de un socio industrial privado antes del 30 de junio de 2021, la aportación de treinta millones de euros se realizará íntegramente mediante un préstamo participativo". Del importe total de 120 millones, 6 millones serán aportados por el Principado de Asturias y el resto por el fondo de la SEPI.
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