Fallos en la prevención de blanqueo

La EBA regaña a los supervisores por el 'lavado' de la ex socia angoleña de Caixa

La autoridad sospecha que el dinero corrupto de Isabel dos Santos circula entre entidades europeas sin control. Desde que estalló el escándalo, el grupo español ha roto todos los lazos que les unían. 

Campa (EBA) cierra la puerta a fusiones transfronterizas en la banca europea a corto plazo
José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés)
EFE

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) tiene el presentimiento de que el dinero obtenido mediante entramados criminales por Isabel dos Santos, ex socia 'combativa' de CaixaBank a través de su filial portuguesa BPI, podría estar circulando a través del sector bancario de la Unión Europea por culpa de fallos en las herramientas de prevención de blanqueo de capitales y financiación al terrorismo de algunos supervisores nacionales. Cerca de un tercio de los responsables de aplicar los controles en cada país no revisó si las personas investigadas en el escándalo de 'Luanda Leaks' tenían vínculos con bancos bajo su competencia de supervisión. 

Isabel dos Santos, hija del expresidente angoleño José Eduardo dos Santos, lideró una trama corrupta con la que blanqueaba fondos a través de más de 400 sociedades pantalla repartidas por unos 40 países que en Europa han llegado a ligarse con Portugal, España, Alemania, Malta, Andorra o Suiza y en el exterior con Mauricio o Hong Kong, entre otros. Todo ello la llevó a acumular una fortuna con la que se erigió como una de las personas más ricas de África, llegando a ser calificada como 'la reina africana' por la revista Forbes.

La institución presidida por José Manuel Campa ha realizado una investigación interna a petición del Parlamento Europeo en la que no aclara qué supervisores o unidades de inteligencia fiscal no hicieron su trabajo diligentemente, tampoco los identifica tras haber sido preguntada por ello por este medio. No obstante, confirma que existe un riesgo elevado por no haberse tomado ninguna medida para detectar exposiciones relevantes a personas involucradas en el caso y por no compartirse información entre los supervisores extranjeros a pesar de que se detectaran vínculos entre sucursales o subsidiarias de bancos transfronterizos en territorio de la Unión. 

Los estándares de calidad a los que se implora en Europa en materia de prevención de blanqueo de capitales se han pasado por alto completamente

La EBA es tajante, pues los estándares de calidad que implora se han pasado por alto completamente. Esta actuación ineficaz ha puesto en una encrucijada a la banca europea, ya que es probable que se esté blanqueando el dinero obtenido de forma ilegal por personas expuestas políticamente (PEP, en la jerga de regulación bancaria) de terceros países, así como por aquellas de integridad cuestionable o contra las que existen acusaciones graves de corrupción, las cuales incluso es posible que sigan ocupando puestos de control en entidades financieras. La EBA aclara que este problema no es exclusivo de los datos asociados a Luanda Leaks, coincidiendo en el tiempo con la filtración de datos de 18.000 cuentas bancarias en Credit Suisse que durante décadas han pertenecido a corruptos, dictadores, criminales y evasores fiscales.

Algunas de las actuaciones que sí hicieron bien fue la evaluación de la exposición de la banca europea a fondos potencialmente corruptos en Angola. Los sistemas de control en este país no son equiparables a los de ninguno del Viejo Continente, por lo que las autoridades son conscientes de la incertidumbre que supone tener presencia ahí más allá del escándalo que ocupa. De hecho, entre las entidades españolas, CaixaBank está en el ojo del Banco Central Europeo (BCE) por su conexión con el país. Fráncfort ha instado a CaixaBank a salir de Banco de Fomento Angola (BFA), donde tiene una participación financiera del 48,1% de la que devenga dividendos a través de su filial lusa Banco Portugués de Investimento (BPI)

CaixaBank debe salir de BFA por recomendación del BCE, pero como no tiene plazo límite esperará a encontrar la vía más adecuada que dependerá en gran medida de su socio Unitel

El banco catalán tiene intención de salir para cumplir con la exigencia, pero como no tiene un plazo límite esperará a encontrar la fórmula más adecuada. Las posibilidades dependen en gran medida de Unitel, el principal accionista de BFA que posee el 51,9% restante. La cuestión es que esta posición en BFA estuvo hasta hace poco directamente relacionada con Isabel dos Santos a través de Unitel, quien contaba con una participación de alrededor del 25% en esta compañía de telecomunicaciones y por la que podía meter mano en BFA. Sin embargo, su parte fue confiscada y le obligaron a salir de la empresa, perdiendo el poder sobre el banco angoleño. 

En todo caso, los dolores de cabeza de CaixaBank con la hija del expresidente del país africano vienen de atrás. Fue en 2016 cuando la entidad catalana luchó por hacerse con BPI, que a su vez controlaba BFA mediante una participación mayoritaria con la que el BCE nunca se sintió cómodo. Ni siquiera cuando la entidad portuguesa todavía no estaba en manos del grupo de la 'Estrella de Miró'. Dos Santos poseía alrededor del 20% de uno de los bancos más importantes de Portugal y esto les llevó a protagonizar muchos encuentros problemáticos al existir diferencias societarias. Finalmente aceptó la opa a cambio de la mayoría en el angoleño BFA. Esta decisión contentaba al BCE por una doble vía: apartar a la empresaria de BPI y reducir el peso en BFA.

A día de hoy, CaixaBank mantiene su 48,1% en BFA a través de BPI, aunque ninguno de sus directivos forma parte del consejo de administración ni tiene algún poder de gestión. Se trata de una participación financiera de la que recibe dividendos. El último informe anual del grupo correspondiente al ejercicio 2021 apunta al registro de 98 millones de euros procedentes de la entidad angoleña, que incluye un dividendo extraordinario por importe de 54,5 millones de euros, frente a los 40 millones de euros de 2020. Fuentes del banco han asegurado que desde su aterrizaje en el grupo luso, se han reforzado todos los estándares de control de prevención de blanqueo de capitales y financiación al terrorismo, por lo que, aunque se desprenderán de este posición en algún momento, se sienten cómodos y no tienen prisa. 

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