El enfrentamiento entre Occidente y Rusia por la ofensiva del Gobierno de Vladimir Putin en Ucrania está dejando diferentes efectos en las economías implicadas. Mientras Rusia sufre las consecuencias de las sanciones que ahogan su economía y la Unión Europea asume los 'daños colaterales' con el coste de la energía disparado por su dependencia a los recursos rusos, EEUU emerge como gran proveedor a nivel mundial y busca suplir la falta de gas o petróleo en Europa por el veto a Rusia. Están en juego casi 100.000 millones de euros que la Administración de Joe Biden quiere atraer reforzando su alianza con sus socios europeos.
En 2021, casi dos tercios de las importaciones de la UE desde Rusia fueron de recursos energéticos, es decir el equivalente a 99.000 millones de euros, según las estadísticas comunitarias. Pese a que el volumen importado ha disminuido en los últimos diez años, el peso del país sigue siendo destacado y los Veintisiete depende de Rusia para aproximadamente el 40% de sus necesidades de gas. La dependencia del petróleo ruso supera el 25% del total. Hasta ahora, la UE no ha aplicado sanciones al sector energético ruso, a diferencia de EEUU y Reino Unido, pero sí trabaja para eliminar sus relaciones comerciales, para lo que necesita un nuevo socio energético.
Ahí EEUU está jugando un papel clave: presiona a los países europeos para que cierren sus vínculos comerciales con Rusia mientras se ofrece como alternativa. Según los últimos datos de la Agencia Internacional de la Energía publicados (EIA, por sus siglas en inglés), EEUU es el mayor productor de petróleo (20%) y de gas natural (24%), pero también es un gran consumidor, por lo que otros países tienen mayor peso comercial a nivel internacional. Sin embargo, el cambio de escenario energético en Europa incrementa su potencial.
Incluso antes de que estallara la guerra en Ucrania, cuando las tensiones prebélicas ya dispararon el precio del gas natural en Europa, EEUU redirigió parte de su flota de gas natural licuado (GNL) hacia el Viejo Continente para aprovechar sus mayores precios. La mayor demanda también de Asia y China llevó al país norteamericano a registrar niveles récord de exportaciones de GNL desde 2016 y en diciembre la Administración de Información de Energía de EEUU proyectó que en 2022 representarían cerca del 22% de la demanda mundial, por encima incluso de Australia y Qatar, los mayores exportadores actuales.
El repunte de las últimos días del precio del gas natural, aunque se modera más del 50% desde su máximo, ha vuelto a atraer cargueros estadounidenses y su presencia irá a más conforme Europa vaya reduciendo sus compras a Rusia. Además, la EIA calcula que la producción de gas natural en EEUU seguirá aumentando hasta 2050. "Gran parte del crecimiento modelado en la producción de gas natural resulta de la creciente demanda de exportaciones de gas natural de EEUU, especialmente de gas natural licuado (GNL)", explican en un informe publicado este miércoles.
Por su parte, en el mercado del petróleo, EEUU marcó un hito en 2020 tras convertirse, por primera vez desde al menos 1949, en exportador neto. Es decir, las ventas de su crudo al exterior fueron superiores a las compras a otros países, que marcaron mínimos en casi 30 años. La pandemia de coronavirus hundió el consumo nacional y en 2021 la tendencia continuó. Sin embargo, las proyecciones de la EIA prevén que las importaciones vuelvan a ganar terreno por el aumento de consumo nacional. El país norteamericano es un importador neto de crudo, pero un exportador neto de productos derivados del petróleo. En ese sentido, se prevé que las exportaciones netas de productos de petróleo alcancen nuevos máximos de 3,6 millones de barriles por día en 2022 y 3,8 millones en 2023.
Ya es el primer exportador de gas y tercero de crudo en España
En su 'conquista' de Europa, España, uno de los países del Viejo Continente menos dependientes de Rusia, ya le está haciendo un hueco entre sus socios energéticos prioritarios. De hecho, en el mes de enero las compras de crudo a EEUU se aceleraron (+207%) y ya es el tercer mayor proveedor de referencia con el 10,8% del suministro total. Por ahora le superan Nigeria (15,1% del total) y México (12%), según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (cores). España comenzó a importar petróleo de EEUU en 2016 con el surgimiento del boom productor del 'fracking'.
En el caso del gas natural, EEUU logró en el primer mes de 2022 superar a Argelia como principal origen de las importaciones. El país norteamericano representó el 34,6% del total de gas natural importado, 13.103 GWh en total, mientras que Argelia fue el 25,4% (9.620 GWh). Se trata de la segunda vez que Argelia 'cede' su puesto como socio prioritario para el gas natural, después de que en febrero de 2020 ya se produjera este 'sorpasso'. El cambio se produce tras tres meses con el gasoducto marroquí Magreb-Europa cerrado y después de que el país del norte de África redujera a cero sus exportaciones de GNL a España.
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