La economía de Estados Unidos continúa generando empleos a un mayor ritmo de lo previsto a pesar de la desaceleración que se estaba registrando en algunos indicadores y el endurecimiento de las condiciones de financiación.
Según el informe del Departamento de Trabajo publicado este viernes, EEUU creó 339.000 puestos de trabajo en mayo, muy por encima de las previsiones de los analistas que apuntaban a un dato, según el consenso de expertos, de 190.000 empleos. La cifra sella la vigésimo novena subida mensual consecutiva.
Tasa de paro en mínimos desde 1969
La tasa de desempleo se situó en 3,7%, ligeramente por encima de la estimación del 3,5%, pero aún así cerca de su nivel más bajo desde 1969. A pesar de los múltiples obstáculos que enfrenta la economía, como los efectos derivados de la pandemia de Covid-19 o la reciente tensión financiera en 2023 por las quiebras bancarias y el ascenso de tipos de interés, el mercado laboral muestra resiliencia y crecimiento.
El informe del Departamento de Trabajo sugiere que las presiones salariales siguen activas y amenazan con ralentizar la desinflación camino del objetivo del 2% que sigue marcando las actuaciones de la Reserva Federal (Fed).
Precisamente, el recalentamiento del mercado laboral presionará otra vez al banco central para que siga subiendo los tipos de interés en su reunión de junio y julio, pese a que la propia Fed ha señalado que puede ser apropiado adoptar una pausa tras haberlo situado en el rango del 5%-5,25% en mayo.
El dilema de la Fed
Los gobernadores de la Fed, cuyos mensajes recientes sobre el aumento o pausa en las tipos de interés se han convertido en un rompecabezas indescifrable, parecían estar listos para poner fin a la racha de diez incrementos consecutivos de tasas del banco central de Estados Unidos el 14 de junio, al tiempo que dejan abierta la posibilidad de un futuro aumento en los costos de endeudamiento.
Sin embargo, después de semanas en las que los responsables de la Fed se esforzaron por mantener sus opciones abiertas, los nuevos datos de empleo que se han conocido hoy pueden obligar al banco central a que siga subiendo tipos para anclar la subida del IPC. Desde la publicación de sus últimas proyecciones económicas en marzo, la tasa de desempleo ha disminuido y la inflación ha permanecido en gran medida estable, aunque se ha colocado por debajo del 5%.
Al mismo tiempo, otros indicadores han comenzado a acumular pruebas de una desaceleración económica en EEUU, sobre todo por la tensión entre los hogares de bajos ingresos, el aumento en los retrasos en los pagos de tarjetas de crédito y una incertidumbre generalizada sobre los criterios cada vez más estrictos de los bancos al otorgar préstamos después de las quiebras bancarias de marzo.
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