Cuello de botella

El 'efecto papel higiénico' en los chips: qué compañía dominará en el mercado

La reapertura económica ha disparado la demanda de chips de forma simultánea en múltiples sectores industriales como las renovables, el coche eléctrico, equipos informáticos o armamento.

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ASML

La escasez de los chips se ha erigido como uno de los temas del momento en el mercado. Supone gran parte del incremento de la inflación en Estados Unidos, puesto que el cuello de botella que se ha generado ha afectado a la fabricación de nuevos automóviles u ordenadores. Algunos analistas, incluso, hablan de que los semiconductores se han convertido ya en el nuevo petróleo.

Durante los últimos dos meses, la escasez de chips se mencionó en 275 eventos corporativos de empresas cotizadas, principalmente en la presentación de resultados trimestrales, según los datos de la consultora financiera Sentieo. Nada que ver con las preocupaciones en el 2020, incluso teniendo en cuenta los efectos derivados de los confinamientos.

Matt Murphy, consejero delegado del fabricante de chips Marvell Technology, asegura que comenzó a preocuparse por la escasez en septiembre del pasado año. Su compañía estaba recibiendo una avalancha de pedidos de sus semiconductores, vendidos en el espacio automotriz, inalámbrico y de centros de datos.

Estaba muy preocupado por el 'efecto del papel higiénico', por el miedo a que la gente no recibiera suministro, y eso iba a crear una burbuja potencial en el mercado”, recuerda Murphy. “Pude ver encenderse las alarmas, y esto no va en una buena dirección”, vaticina.

Los ruidos de alarma ahora suenan a todo volumen. Aunque la burbuja ha sido buena para los resultados de Marvell, la compra en pánico ha dejado al mundo con escasez de chips. Por ejemplo, las nuevas consolas de videojuegos de Sony y Microsoft siguen siendo difíciles de encontrar seis meses después de su lanzamiento.

De igual modo, los fabricantes de automóviles se han visto obligados a cerrar plantas durante meses y apenas están comenzando a ponerlas de nuevo en funcionamiento. La falta de coches nuevos se puede vincular directamente a esta situación.

Es por eso por lo que se están observando movimientos corporativos de gran calado. El grupo japonés SoftBank anunció la venta, por hasta 40.000 millones de dólares, de su filial británica Arm, gigante mundial de los microprocesadores, al estadounidense Nvidia, líder de las tarjetas gráficas. Se trata de una operación que debería efectuarse para marzo de 2022 aproximadamente y con la que la firma busca un posicionamiento dominante en este segmento.

Este desbarajuste entre oferta y demanda también se puede observar con la gran apuesta de Intel para incrementar su competitividad, ya que ha pasado a invertir 20.000 millones de dólares en dos nuevas fábricas. Los planes por ganar terreno en el sector de semiconductores se han convertido en una especie de carrera espacial para muchas compañías. Y la partida ya se está jugando.

En este sentido, de acuerdo con Global X, la escasez de semiconductores tendrá un impacto palpable en múltiples industrias en 2021. Las tendencias actuales de la demanda de semiconductores son indicativas del rápido ritmo de la digitalización y del auge de las tecnologías disruptivas.

A medida que los semiconductores adquieren mayor importancia en una economía digitalizada, los gobiernos y las empresas están reevaluando su dependencia de las cadenas de suministro que pasan por países extranjeros”, indican estos expertos.

Las empresas están cuestionando el modelo sin fábricas y su falta de integración vertical, mientras que los responsables políticos buscan formas de incentivar los avances en la investigación, la innovación y la producción de semiconductores.

“Con la creciente importancia de la innovación para el crecimiento económico, esperamos ver una mayor inversión en el diseño y la fabricación de chips junto con los intentos de deslocalizar componentes estratégicos de la industria de los chips a los mercados nacionales”, apuntan desde Global X.

Según Isaac Sudit, analista de inversión de renta variable de Capital Group, los chips constituyen la base de la innovación tecnológica, lo que le lleva a ser muy optimista en lo que respecta a las perspectivas a largo plazo del sector.

“En mi opinión, la ralentización actual será menos grave de lo que predicen muchos de los observadores del sector, y lo más probable es que en los próximos años vuelvan a registrarse unos niveles moderados de crecimiento, en torno al 5%”, destaca.

Por tanto, mientras las empresas estadounidenses luchan por los escasos recursos, los inversores tienen una tarea más fácil para hacer frente a la escasez. Pese a las dificultades que acarrea, esta situación también está dando a los operadores una nueva apreciación de la importancia de los semiconductores.

El dominio de Taiwan Semiconductor

Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC) se encuentra en el nexo de este renacimiento global de los chips. La compañía es un proveedor fundamental para gigantes tecnológicos estadounidenses como Apple y Qualcomm y empresas chinas como Huawei Technologies. Las acciones de TSMC llevan una tendencia anualizada al 29% durante la última década.

Sin embargo, sus títulos ahora están atrapadas en una corrección poco común. El valor ha cedido un 15% desde mediados de febrero. Eso sí, los expertos creen que sin duda la oportunidad a largo plazo no ha cambiado: TSMC es líder en la fabricación de chips avanzados necesarios para el 5G, inteligencia artificial, computación en la nube y vehículos eléctricos.

Fundada en 1987, la empresa taiwanesa representa aproximadamente el 60% de la fabricación de chips y el 90% de los beneficios. TSMC ha realizado una inversión significativa en sus fundiciones, ayudándola a fabricar chips cada vez más densos que generan más potencia con menos energía. Su rival Intel ha tenido problemas para igualar ese hito.

Incluso el único analista con una calificación de venta en las acciones de TSMC habla de las alabanzas de la compañía. “Es una empresa A-plus con una gestión sólida”, dice Mehdi Hosseini, analista de Susquehanna Financial Group. Con todo, añade que no puede ignorar los desafíos a corto plazo y la valoración elevada de sus acciones.

Ese múltiplo elevado no ofrece mucho colchón cuando surgen desafíos. Algunos gestores de activos advierten que la demanda a corto plazo puede no estar a la altura de los optimistas pronósticos de los expertos para los próximos dos trimestres. Además, el aumento del gasto de TSMC y sus rivales para satisfacer un aumento en la demanda podría afectar a sus márgenes de beneficio.

Al analista de Daiwa Capital Markets, Rick Hsu, le preocupa que la escasez de chips, que ha obstaculizado las plantas automotrices y enviado a los jugadores a buscar nuevas consolas, podría crear problemas relacionados con el stock en la primera mitad de 2022: “Las acciones de TSMC deben perder otro 15%, a aproximadamente 100 dólares, para reflejar adecuadamente el perfil de riesgo actual”.

La escasa demanda relacionada con los teléfonos inteligentes, que representa el 45% de los ingresos, también podría suponer un varapalo. Con los márgenes de beneficio de TSMC ya cerca de un pico, el crecimiento futuro requerirá un impulso en las ventas. Eso podría ser un desafío a corto plazo. 

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