Crisis sin precedentes

El alza del petróleo sólo difumina la crisis de demanda histórica y de sobreoferta

La evolución del petróleo ante el hundimiento de la demanda y la sobreoferta
La evolución del petróleo ante el hundimiento de la demanda y la sobreoferta
Nerea de Bilbao

La montaña rusa en la que se han instalado los precios del petróleo está dando lugar a situaciones impensables hace solo unos meses, con los propietarios de contratos de futuros cuyos vencimientos son más inmediatos llegando a pagar dinero a cualquiera que esté dispuesto a evitarles el mal trago de tener que hacerse cargo de la entrega física de un producto cuya demanda está totalmente deprimida. La llegada del coronavirus ha sido solo la gota que ha colmado el vaso de un mercado que caminaba solo hacia una situación cada vez menos sostenible con los grandes productores bombeando oro negro a unos ritmos muy superiores a los que crecía la demanda. Ahora, con los precios en mínimos de principios de siglo, los productores de fracking (fractura hidráulica) estadounidenses ven peligrar su supervivencia

Todo arranca con ese problema de sobreoferta, que se vio agudizado con la guerra de precios y producción iniciada por Arabia Saudí y Rusia. Sólo agudizado, puesto que ya existía. Por un lado, los estados miembros de la OPEP conseguían rebajar su producción desde los 31,34 millones barriles al día en 2018, hasta los 27,79 millones en febrero de 2020. Mientras, los países que no pertenecen al cartel han ido intensificando la extracción para ganar cada vez más cuota. Según los últimos datos publicados por la organización, la producción mundial de crudo se ha elevado en este periodo en 2 millones de barriles al día, hasta alcanzar los 100 millones de barriles diarios.

Rusia ha reducido su producción al torno de los 10,5 millones de barriles, pero Estados Unidos ha aprovechado este tiempo para disparar un 25% su producción en los últimos dos años, al pasar de los 10 a los 12,78 millones de barriles de barriles de petróleo, lo que le ha permitido convertirse en el primer país del mundo en producción. Arabia Saudí, sin embargo, sí que había mostrado un mayor compromiso con los recortes y logró rebajar su producción desde los 10,5 millones de barriles al día a unos 9,6 millones el pasado mes de febrero. Fue ahí donde su enfrentamiento con Rusia, que se negó a aceptar la rebaja adicional pactada por la OPEP para paliar los primeros efectos sobre la demanda de la Covid-19, le llevó a elevar sus niveles de extracción hasta los 10,05 millones de barriles al día. Riad ordenó a su petrolera estatal, el gigante Aramco, que incrementase su producción por encima de los 12 millones de barriles.

"Las matemáticas que salen son muy adversas para el crudo: 100 millones de producción, más 2 millones que añadiría Arabia Saudí (los recortes de la OPEP+ se aplicarán desde los niveles de abril y no de marzo), nos deja una oferta total de 102 millones. Si a esto le quitamos los 9,7 millones comprometidos por los productores en su esfuerzo conjunto, nos quedarían una producción total de en torno a los 92 millones de barriles, misma cantidad que ahora estima la OPEP que será la demanda total en el presente año", apuntan desde el bróker IG.

Con una demanda deprimida, la pasada semana, los futuros del petróleo estadounidense cayeron por debajo de cero por primera vez desde que existen mercados organizados. Los primeros afectados por ello han sido precisamente los países que dependen de los ingresos petroleros y las compañías que producen petróleo con técnicas nuevas y costosas, como el fracking. De este modo, la explotación de esquisto bituminoso ha registrado una pérdida de actividad sin precedentes (ver gráfico), a medida que el mundo se queda sin lugares para seguir almacenando el oro negro. 

En las últimas horas, el petróleo ha pasado de dispararse y recuperar solo una pequeña parte del terreno perdido gracias a los anuncios de desescalada en las principales economías, que implicarán un aumento de la demanda de combustibles, a volver a caer en las últimas horas. La situación es delicada y la incertidumbre máxima. A primera hora de la mañana, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotiza en 29,77 dólares (en las últimas horas había llegado a tocar los 31,95 dólares, su nivel más ato desde mediados de abril). En lo que respecta al crudo ligero West Texas, se mueve en 24,09 dólares, aunque hace unas horas lo hacía a 25,84 dólares. 

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