El apetito por el riesgo resta brillo al oro: su cotización cae a niveles de diciembre

Lingotes de oro
Lingotes de oro
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El apetito de los inversores por el riesgo está restando brillo al activo refugio por excelencia, el oro. La cotización del metal cae a niveles de finales de diciembre, en el entorno de 1.275 dólares por onza (1.136,22 euros), justo en un momento en el que dos de los principales índices de Wall Street han alcanzado sus máximos del año.

El pasado 20 de febrero el precio del oro marcó su nivel más alto en lo que llevamos de ejercicio en 1347,9 dólares por onza (1201,18 euros). Desde entonces se ha depreciado un 5,4%. El cálculo de su comportamiento en lo que va de año no refleja en este momento los vaivenes que ha registrado su cotización, puesto que ésta apenas se mueve un 0,9% en los niveles actuales en relación al pasado 31 de diciembre. 

Por ejemplo, el hecho de que el Fondo Monetario Internacional redujera el pasado 9 de abril sus perspectivas de crecimiento global y de que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Europa se intensificaran, sí supuso un breve espaldarazo para los activos refugio. Tanto, que el oro recuperó los 1.300 dólares (1.158,49 euros).

Ahora, su movimiento a la baja del oro contrasta con el rally bursátil, sobre todo, en Estados Unidos, donde como explica Juan J. Fernández-Figares, director de Análisis de Link Securities, estamos ante el mejor arranque de un ejercicio para el Nasdaq desde 1991 (sube un 22%) y desde 1987 para el S&P 500 (se anota un 17% en lo que va de 2019).

Así, con el escaso rendimiento que ofrece la renta fija y la percepción de mayor tranquilidad con la situación actual de las bolsas, "es lógico pensar que si un inversor desea obtener rentabilidades considerables debe someterse a un riesgo mayor que en otro tipo de activos menos volátiles o aquellos considerados defensivos o refugio como el oro", puntualiza a La Información, Ignacio Serrats, analista del Bróker XTB. El precio del oro depende también de la oferta y demanda directa y no exclusivamente de la especulación defensiva de los inversores.

Más volatilidad a la vista

Los expertos prevén que la volatilidad en torno al metal se mantenga a corto plazo. En adelante debería beneficiarse de un dólar estadounidense que se está debilitando. "Si bien la Reserva Federal se ha vuelto más cautelosa y es poco probable que aumente los tipos de interés este año, el dólar aún debería mantenerse fuerte durante los próximos meses, en parte como reflejo de la debilidad de otras monedas. Esto podría causar una mayor volatilidad a corto plazo para el oro", prevén en el banco privado Julius Baer.

Otra cosa será lo que suceda a partir del año que viene, cuando las preocupaciones en torno al crecimiento global se introduzcan en los mercados financieros, lo que podría llevar a más inversores a ponerse a cubierto. En este contexto, los mismos analistas contemplan un movimiento en los precios del metal hacia los 1.325 dólares a tres meses y hacia los 1.400 dólares a un año

"Dado el comportamiento defensivo del oro no podemos descartar un cambio de tendencia, abandonando esta situación bajista en la que lleva varias semanas inmerso para retomar nuevamente la tendencia alcista de fin de 2018, en un escenario negativo de la renta variable", coinciden desde XTB. Desde su punto de vista es posible que este escenario se dé a finales de este año o a comienzos del siguiente, si atendemos al deterioro de los principales indicadores económicos mundiales, y sobre todo europeos, y a la inmersión de la curva de tipos que vaticina una posible etapa de recesión.

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