El BCE se blinda con Lagarde frente a los populismos: una 'diosa' digna de Draghi

  • La llegada de la directora del FMI dota de una autoridad sin precedentes al banco central del euro en la escena comunitaria.
Draghi y Lagarde abren hoy la conferencia internacional del BCE en Sintra
Draghi y Lagarde abren hoy la conferencia internacional del BCE en Sintra

Hay nueva 'diosa' en el olimpo de los bancos centrales. Los mercados europeos han dado una señal de confianza en las últimas horas. Tanto las acciones -al alza- como las primas de riesgo -a la baja- se ha visto influenciadas por la paz entre Bruselas e Italia, pero también por un nombramiento crítico en la escena económica: la presidencia del Banco Central Europeo (BCE). La nominación de Christine Lagarde (63 años), actual directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), para suceder a Mario Draghi (71 años) a partir de octubre ya ha recibido el visto bueno a priori de los inversores. La llegada de la francesa se percibe como un 'Draghi II' y se convirtió en la apuesta de Sánchez y Macron, como avanzó 'La Información' la semana pasada.

De hecho, una de las grandes incertidumbres que sobrevolaban al euro era la sustitución de una figura del prestigio de Draghi, ganado a lo largo de su presidencia y su “inimitable” manera de susurrar a los mercados y manejar la política monetaria europea. “Nominar a Lagarde para el BCE supone darle un peso muy fuerte al BCE en la escena comunitaria. Es una candidata muy sólida, reconocida, respetada y con mucha autoridad”, comenta Gonzalo García, responsable de economía en Analistas Financieros Internacionales (AFI).

La autoridad es una de las palabras clave para su nombramiento ante un escenario repleto de desafíos como son la unión bancaria en el euro, la unión fiscal, el debate sobre la mutualización de la deuda soberana o, sobre todo, la creación de un Tesoro europeo a imagen y semejanza del que tiene EEUU o cualquiera de los estados miembro del euro de forma individual. La ausencia de este fue lo que provocó la menor capacidad y lentitud de respuesta de Europa frente a la crisis financiera y bancaria de 2008. Los expertos consultados ven en Lagarde una figura “indiscutible y de autoridad” de forma unánime, pese a que se trata de un perfil “político” por su pasado como ministra.

Se unirá en la cúpula del BCE al también exministro Luis de Guindos, con quien le une una buena relación además del nexo escondido en el ‘caso Bankia’ con supuso la intervención de la entidad financiera, entonces bajo la dirección de su predecesor en el FMI Rodrigo Rato y exjefe de Guindos hasta 2004. Esa será su sombra. Lagarde romperá, por el momento, con la maldición que llevó al ostracismo a sus dos predecesores en el FMI (Strauss-Kahn y Rato) para saltar a lo más alto de las instituciones europeas y la tercera mayor economía del mundo si se suma el Producto Interior Bruto (PIB) de todos los socios del euro.

El BCE, en el centro del escenario

Una de de las cuestiones que quedan ahora fuera de toda duda es el golpe de autoridad que ha dado el Consejo europeo al BCE al respaldar el nombramiento de Lagarde. Con Draghi, en especial desde 2012, pocos políticos europeos se habían atrevido a poner en cuestión cualquiera de sus decisiones. La aparición de los populismo a lo largo y ancho del planeta se había convertido en una auténtica pesadilla para los actuales responsables de las políticas europeas, incluyendo a sus principales estados miembro.

Hay tres grandes avisos que han tenido en cuenta los líderes europeos con su decisión de descabalgar al alemán Jens Weidmann y al finlandés Olli Rehn como favoritos destacados en la carrera hacia al BCE. El primero fue el estallido no resuelto del Brexit en junio de 2016. Uno de los socios más importantes de la Unión Europea -aunque no del euro- ha provocado una situación de bloqueo e incertidumbre sin precedentes en Bruselas.

El segundo evento, más reciente, fue la llegada al Gobierno de Italia en 2018 de las confluencias ultranacionalistas y populistas que representan el tándem Salvini-Di Maio y que ha degenerado en un pulso con Bruselas que sigue todavía activo. El tercer evento fue el relevo a finales de 2017 de la presidencia de la Fed en EEUU bajo la presidencia de Donald Trump, convertido en una amenaza para los intereses europeos con la guerra comercial que ha provocado la desaceleración económica actual.

El cese de Janet Yellen al frente de la Fed y la llegada de Jerome Powell como un paso normal de su presidencia ha quedado en cuestión en los últimos meses ante la creciente influencia que parece ejercer Trump sobre las políticas y discursos del actual gobernador de la Fed. “Tienes el mejor ejemplo en la ambigüedad de la intervención en la última reunión. Powell parece algo maniatado”, opina un gestor de fondos de una firma española a este diario en referencia al giro, sin justificación en los grandes datos fundamentales, del sesgo sobre los tipos.

“Continuidad”

“El BCE se ha colocado en el centro del escenario de la política europea. En los últimos tiempos había cobrado fuerza la idea de que fuese un alemán, pero el nombramiento de Lagarde asegura la continuidad en el BCE y da más confianza que, por ejemplo, haber nombrado a Weidmann”, comenta el economista Gonzalo García, de Afi. “Es un perfil brillante, con buena ejecutoria tanto como ministra como en el FMI, institución desde la que ha tenido acceso a la mejor información. Es competente y buena comunicadora, aunque tendrá que complementarse con los perfiles técnicos del BCE”.

Lagarde llegará al BCE con la vítola ‘dovish’, lo que en el argot financiero viene a significar pro-políticas expansivas desde el punto de vista monetario en contraposición a los ‘hawkish’ (restrictivos). El desafío será, sin embargo, el mismo que el de su predecesor: dibuja la hoja de ruta para abandonar, en algún momento, la actual política de tipos de interés cero.“En 2014 estábamos hablando de la crisis y era evidente que se hacían necesarias medidas expansivas monetarias. Sin embargo, el debate ahora es postcrisis. ¿Qué protagonismo debe tener la política monetaria? ¿Vamos a mantener unas medidas excepcionales de forma indefinida?”, se preguntan fuentes de la banca española con gran conocimiento de la política monetaria.

Mostrar comentarios