El bono español a diez años camino hacia los intereses negativos tras caer al 0,22%

Nunca España había pagado por su deuda menos dinero que ahora. Uno de los últimos reductos de intereses positivos que queda en la familia de deuda soberana española está cayendo hacia nuevos mínimos. El rendimiento del bono de referencia a 10 años del Tesoro Público se desploma este miércoles 0,07 puntos básicos, o una cuarta parte de su nivel, hasta el 0,22%, nuevo mínimo en toda su historia.

En lo que va de 2019, el coste de financiarse en los mercados para la deuda española se ha reducido más en más de 120 puntos básicos, desde el 1,422% registrado a cierre de 2018 hasta el citado 0,2%. El 27 de julio de 2012, un día después del compromiso del BCE de "hacer todo lo necesario", la rentabilidad exigida al bono español a diez años llegó a alcanzar el 7,739% y España tuvo que ser rescatada con un préstamo a su sector financiero ante las dificultades para refinanciar su deuda pública y, por extensión, de las necesidades de crédito de las empresas.

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Por su parte, el 'bund', el homólogo alemán a los bonos españoles a 10 años, ha comenzado a cotizar situado en el -0,386%, por debajo del -0,365% al que cerró la jornada anterior. El mínimo intradía en las primeras horas del mercado ha llegado a situarse en el -0,399%, lo que también supone un nuevo mínimo histórico.

De esta forma, la prima de riesgo ofrecida a los inversores en deuda española con respecto a la germana se ha situado esta jornada en los 68,3 puntos básicos en la apertura, aunque el mínimo en las primeras horas de cotización ha llegado a caer hasta los 60,1 enteros.

Los mercados de renta fija europeos han registrado estos descensos un día después de que el Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), acordara el reparto de altos cargos de la UE. De acuerdo a lo pactado, la conservadora alemana Ursula von der Leyen será la nueva presidenta de la Comisión Europa, mientras que la francesa Christine Lagarde será la presidenta del Banco Central Europeo (BCE). Los inversores esperan que siga con una política continuista en materia monetaria.