El galáctico que dejó escapar Florentino... Iberdrola rompe sus máximos históricos

  • Las acciones de la eléctrica, en el que ACS llegó a tener el 20%, se elevan hasta su nivel más alto y rozan los 48.000 millones de euros. 
Los presidentes de ACS, Florentino Pérez; Iberia, Luis Gallego; Aena, Maurici Lucena; Telefónica, José María Álvarez-Pallete, e Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán
Los presidentes de ACS, Florentino Pérez; Iberia, Luis Gallego; Aena, Maurici Lucena; Telefónica, José María Álvarez-Pallete, e Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán

Cuando este miércoles por la noche salte al césped del Metropolitano el delantero Cristiano Ronaldo, muchos en el Real Madrid recordarán las tardes de gloria con portugués, otros ni se inmutarán. Habrá también quien lamente el lucro cesante que el astro futbolístico suponía para las arcas del club. Pese a su condena por fraude fiscal, el nuevo CR de la Juventus sigue siendo una máquina de marcar goles y de hacer dinero.

Evolución de la cotización de Iberdrola.
Cotización de Iberdrola ajustada a dividendos  / L. I.

Es una de las espinas que tiene clavadas en su gestión Florentino Pérez como presidente del Real Madrid, pero no llegará a ser tan dolorosa como la que tiene bajo la presidencia de ACS ante su otro ‘crack': la Iberdrola de Ignacio Sánchez Galán. En la eléctrica perdió más de 2.000 millones de euros con la inversión que realizó la constructora ACS entre 2006 y 2012, si bien hoy le hubieran reportado cuantiosas ganancias de seguir invertido: unos 3.000 millones o un 50% de su desembolso inicial. Iberdrola marca máximos históricos (+1,5%, 7,35 euros) y su capitalización bursátil roza los 48.000 millones de euros.

Son máximos históricos para Iberdrola si se tienen en cuenta los pagos de dividendo, que se descuentan de la cotización cada vez que se producen porque suponen una pérdida de valor de la empresa. Para Florentino sigue siendo el verdadero gran negocio perdido. El martes 26 de septiembre de 2006, la constructora irrumpió en el accionariado de la eléctrica con la compra del 10% del capital. 24 horas antes, la Acciona de la familia Entrecanales se les adelantó en el asalto que varios grupos planeaban sobre Endesa. El Gobierno Zapatero había dado carta blanca en la reordenación del sector energético y ACS quiso participar. 

Capítulo final: marzo de 2019

Pero a las dos semanas de entrar ya tenía minusvalías latentes (pérdidas). Aquella 'aventura' de 6.000 millones de euros -el capital comprometido por ACS en el asalto a Iberdrola- acabó mal para el presidente Pérez, con un cisma con sus socios en la constructora (la familia March) y con Pérez enarbolando la bandera blanca de retirada. ACS comenzó a vender sus acciones de Iberdrola a 3,62 euros por acción en abril de 2012, o unos 2,5 si se ajusta esa cifra al dividendo. Fue un primer paquete del 3,7% del capital y el primer impacto negativo superó los 500 millones. Al cierre de ese mismo ejercicio, y tras sucesivas ventas forzadas, ACS se vio obligada a declarar unas pérdidas históricas en sus resultados anuales.

A partir de entonces, ACS tuvo que desplegar una completa estrategia de salida a través de la emisión de bonos convertibles con los que fue cancelando la estructura de crédito y derivados con la que llegó a controlar el 20% de la eléctrica. La constructora de Florentino Pérez cifró en 1.863 millones de euros el impacto de las minusvalías de aquel primer 3,7%, las provisiones por el deterioro del resto de la participación y otros 300 millones por la necesidad de refinanciar el resto de la deuda.

En 2014, la constructora operó con derivados ‘equity swap’ con los que reducir las pérdidas que arrastraba y afrontar sus deudas. De hecho, ACS llegó a admitir más de 200 millones de euros de ganancias con esa operativa, según consta en una carta de la constructora a la dudas planteadas por la CNMV a la auditoría anual de la empresa. En esa documentación, ACS reconoce que tuvo que cancelar sus derivados en Iberdrola que afectaban a 164 millones de acciones y que hasta entonces manenía "el usufructo sobre dichas acciones”, es decir, no eran suyas.

Un 200% de subida desde 2012

Acto seguido, ACS contrató un “put spread” (estrategia de beneficios limitados que consiste en comprar y vender opciones de forma simultánea) con los títulos de la eléctrica como garantía y gracias a ello evitó contabilizar como deuda su inversión en Iberdrola. Hoy, la eléctrica cotiza un 200% respecto a los mínimos de 2012 si se tienen en cuenta los ajustes por el pago de dividendos.

A finales de marzo de 2016, el Grupo ACS ejecutó la venta “forward” (a futuro) “con cobro anticipado de la totalidad de su participación en Iberdrola”, que ascendía a 90 millones de acciones representativas del 1,4% del capital y a un precio medio de 6,02 euros por acción, un 18% por debajo de los niveles actuales de su cotización en bolsa.

Finalmente, después de cerca trece años desde su entrada en Iberdrola y casi siete desde que comenzó a vender, ACS enterrará definitivamente este episodio en este 2019: el próximo mes de marzo. Será entonces cuando venzan los últimos bonos convertibles por acciones de Iberdrola que la constructora emitió para poder liquidar la maraña de créditos y derivados que desplegó en su intentona de controlar la eléctrica.

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