El 'escudo' de Caixabank en Telefónica ya aflora plusvalías millonarias tras la caída

Gortázar
Gortázar

Todo un acierto. Caixabank, accionista principal de Telefónica junto al holding de inversiones Criteria Caixa, desplegó hace un mes una cobertura sobre sus acciones en la operadora que dirige José María Álvarez-Pallete justo a tiempo para surfear la profunda ola de caídas que ha guiado su cotización desde entonces. Como publicó el 22 de julio ‘La Información’, el banco capitaneado por Jordi Gual y Gonzalo Gortázar activó un derivado financiero sobre 51 millones de acciones de Telefónica (1% del capital), como 'hedge' del resto de su participación.

Según el comunicado de Caixabank a la CNMV, la entidad contrató un ‘equity swap’ (permuta financiera) el precio unitario pactado (7,33 euros) con fecha 15 de julio de 2019 que le permite beneficiarse de la caída de Telefónica en bolsa mientras mantiene al mismo tiempo sus acciones. Es accionista de largo plazo en Telefónica con el 5% del capital que, unido al 1,2% que tiene Criteria Caixa, dan al Grupo La Caixa (fundación) el control sobre el 6,2% del gigante 'teleco'.

El buen tino con los derivados de Caixabank le permite ahora aflorar una plusvalía latente estimada de unos 66 millones por la revalorización del ‘equity swap’ si liquidase hoy (5,97 euros por acción), aunque la entidad no tiene intención de hacerlo mientras Telefónica no se recupere de la crisis bursátil que atraviesa. Su  pérdida de peso de la teleco en el Ibex 35 en lo que va de 2019 es una de las mayores del índice.

Según el último informe anual, Caixabank mantenía una valoración de 1.905 millones de euros al cierre de 2018 por sus acciones en Telefónica, 204 millones menos que el año anterior. Ahora esas acciones de Caixabank valen 1.550 millones, 332 millones menos que cuando contrató el derivado y 353 millones menos que al cierre de 2018. La pérdida latente del valor de su participación le obligará a registrar esa depreciación temporal en sus próximos resultados, como obliga a los bancos la regulación actual por las participaciones en empresas.

Un movimiento que marca la diferencia

No es la primera vez que Caixabank opta por la protección temporal su gigantesca inversión en el dueño de Movistar. Entre julio de 2017 y abril de 2018, el banco también se apoyó en una posición bajista -que se revaloriza con la caída de la acción- para sacar un rendimiento temporal a su cartera de acciones. Entonces, la cotización de Telefónica bajó desde los 9 a 7,7 euros por acción, un movimiento (-15%) inferior al actual.

Tras los buenos resultados de aquel movimiento hace dos años, Caixabank ha vuelto a repetir. La decisión de Gortázar (CEO), Javier Pano (director financiero), Jordi Mondéjar (jefe de riesgos) y el resto del comité de dirección del banco ha sido más sencilla de tomar, pero el 'timing' ha sido esta vez increíblemente certero. 

El movimiento de Caixabank no puede considerarse una inversión especulativa o posición corta al uso. Para el auditor se ampara su uso como cobertura contable, es decir, como un paracaídas o escudo con el que hacer frente a la depreciación de sus acciones por la caída de una participación financiera (Telefónica).

Según la entidad catalana, “es un instrumento financiero habitual para la gestión activa de nuestra cartera de participadas. Se asegura un precio de cobertura. Con este instrumento conservamos nuestros derechos de voto hasta la liquidación. No supone que vayamos a entregar nuestras acciones ya que también se puede liquidar por diferencias”.

La diferencia, de hecho, es notable: de 7,33 euros el 15 de julio a los 5,97 euros en que cerró en bolsa este miércoles. En solo cuatro semanas, Telefónica se ha derrumbado en bolsa un 18%, hasta perder los 6 euros por acción y situarse a niveles no vistos 2005 teniendo en cuenta el obligado ajuste del pago de dividendos desde entonces.

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