"Cooperación, coordinación y unión" de fuerzas ante la mayor crisis global en más de una década. Los jefes de Estado y de Gobierno de los países del G7 han pactado un compromiso de unión ante la pandemia del Covid-19 tras una cumbre extraordinaria por videoconferencia. Se compromenten a trabajar unidos, compartir bases de datos e investigar para acabar con la amenaza sanitaria y restaurar la estabilidad de la economía mundial, los dos ejes (económico y sanitario) que ha vuelto a unir a los países más ricos en una sola voz en torno al G-7.
“Reconocemos que la pandemia de Covid-19 es una tragedia humana y una crisis de salud global, que también plantea grandes riesgos para la economía mundial. Estamos comprometidos a hacer lo que sea necesario para garantizar una respuesta global sólida a través de una cooperación más estrecha y una mejor coordinación de nuestros esfuerzos. Si bien los desafíos actuales pueden requerir medidas de emergencia nacionales, seguimos comprometidos con la estabilidad de la economía global”, apuntan los líderes de EEUU, Reino Unido, Canadá, Japón, Francia, Alemania e Italia en un comunicado conjunto.
“Expresamos nuestra convicción de que los desafíos actuales relacionados con la pandemia de Covid-19 necesitan un enfoque internacional fuertemente coordinado, basado en la ciencia y la evidencia, consistente con nuestros valores democráticos y utilizando las fortalezas de la empresa privada”, señalan la carta de intenciones que han firmado el presidente de EEUU, Donald Trump, junto al francés Emmanuel Macron, la alemana Angela Merkel, el canadiense Justin Trudeau, el británico Boris Johnson, el nipón Shinzo Abe y el italiano Giusseppe Conte, que dirige el país más afectado junto a España.
“Estamos comprometidos a reunir todo el poder de nuestros gobiernos para coordinar las medidas de salud pública, restaurar la confianza, el crecimiento, proteger los empleos; apoyar el comercio mundial y la inversión; fomentar la ciencia, la investigación y la cooperación tecnológica”, señala la declaración con un fuerte componente económico y que está dirigida a coordinar políticas económicas para frenar la crisis.
Los países del G-7, reunidos tras la intervención coordinada de bancos centrales en los mercados del domingo por la noche, recuerdan que se han puesto en marcha una "completa gama de instrumentos, incluidas medidas monetarias y fiscales, así como acciones específicas, para apoyar de manera inmediata y en la medida de lo necesario a los trabajadores, empresas y sectores más afectados".
Pese a la independencia de las autoridades monetarias de cada país respecto de los Gobiernos, los líderes del G-7 también han expresado la petición a "nuestros bancos centrales" (Fed, BoE, BoJ, BCE y Banco de Canadá) para que continúen coordinándose con las medidas necesarias que apoyen la estabilidad económica y financiera, y para promover la recuperación y el crecimiento económico a nivel global. Los bancos centrales salieron en respaldo de la Fed tras su histórica bajada de tipos de interés de 100 puntos básicos, hasta el 0%, con medidas coordinadas para desestresar la tensión que vive la financiación en dólares.
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