El jefe del fondo 'vikingo' acude al SOS de Greta Thunberg para la causa climática

Yngve Slyngstad actual consejero delegado del NBIM.
Yngve Slyngstad actual consejero delegado del NBIM.
L. I.

La activista sueca Greta Thunberg, de 16 años, sigue moviendo conciencias en su lucha contra el cambio climático, uno de los grandes temas en la escena política mundial. Esta semana ha rechazado un prestigioso galardón del Consejo Nórdico (Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia) a su labor en la lucha contra el cambio climático. Es su protesta por la inacción de los gobiernos y grandes instituciones en pasar de las palabras a los hechos. La decisión ha tenido un amplio eco en la opinión pública escandinava y ha generado un amplio debate en algunos de los países con mayor conciencia ‘verde’.

Pero allí, al margen de las protestas de Greta, se han producido movimientos que suponen el paso a la acción de una de las instituciones que está ayudando a cambiar las cosas. Por sorpresa, Noruega ha conocido la retirada del responsable de su fondo soberano. No será total, sino para emprender una nueva misión. Yngve Slyngstad, consejero delegado del Norges Bank Investment Management (NBIM), dejará las riendas del fondo en cuanto se encuentre a un sustituto para liderar el nuevo área de inversión en energías renovables e infraestructuras ‘verdes' del superfondo noruego, según explicaron desde el fondo.

Ascendió al puesto en 2008 para gestionar 300.000 millones de euros y se irá doce años después tras haber llevado al NBIM hasta el billón. Por el camino, se ha desplegado una transformación radical. Slyngstad ha liderado un profundo cambio en la filosofía del fondo, promoviendo políticas anticorrupción, el buen gobierno, la ética empresarial y primando la inversión en empresas sostenibles y con un marcado sesgo a la inversión sostenible y responsable.

El propio fondo, que dependía de las entradas de dinero que genera la exportación de petróleo noruego, se ha convertido en autosuficiente: ya genera más por sus inversiones financieras que por la entrada de divisas de los ‘petrodólares’. Además, el NBIM anunció un cambio radical en su política de inversiones: dejaría de invertir en empresas petroleras o relacionadas con los combustibles fósiles: todo bajo la idea primar los proyectos empresariales sostenibles y desdeñar aquellos que contaminan o son poco éticos.

La presentación de los resultados del tercer trimestre del NBIM estuvo marcada por el anuncio de dimisión del actual consejero delegado.. “Para mí este ha sido un buen momento para anunciar que renunciaré como consejero delegado. Después de que un nuevo CEO haya asumido el cargo, continuaré en el fondo y contribuiré a un mayor desarrollo de nuestra estrategia de inversión”, explicó el gestor. El fondo gubernamental de Noruega, que respalda el sistema de pensiones del país, todavía no ha sacado a la luz los objetivos de inversión y dotaciones de su nuevo fondo ‘verde’. No obstante, se presume que sus números serán tan relevantes como todos los que maneja en la actualidad.

Slyngstad, licenciado en derecho por la Universidad de Oslo, se graduó de la Escuela de Economía de Noruega, tiene una maestría en economía de la Universidad de California y otro postgrado en ciencias políticas de la Université Paris-Sorbonne. Desde 1998 ha formado parte del NBIM con distintas responsabilidades en la gestión y ahora emprenderá su misión más ambiciosa: luchar contra el cambio climático desde la inversión.

Uno de los grandes puntos de encuentro de la causa tendrá lugar dentro de un mes en España. La Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP25) tendrá lugar finalmente en Madrid entre el 2 y el 13 de diciembre. La capital española sustituirá a Santiago de Chile ante la situación de inestabilidad que atraviesa el país andino. La presidencia de la cumbre seguirá siendo chilena pero el encuentro tendrá un carácter más europeo y albergará a importantes representantes de la Unión Europea (UE).

La prioridad de inversión en proyectos de energías verdes por parte de la Comisión Europea o, incluso, de un programa de compra de activos ‘verde’ por parte del nuevo Banco Central Europeo (BCE) de Christine Lagarde serán cuestiones de calado que estarán sobre la mesa. El Gobierno de coalición en Alemania ha aprobado un plan de inversiones de 50.000 millones de euros hasta 2023 para impulsar la descarbonización de su economía y cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de Co2. De momento, Noruega, uno de los países más ricos del mundo, ha puesto a trabajar a su mejor gestor en esa misma causa. El jefe de su fondo tiene entre sus credenciales el haber incrementado el patrimonio del fondo soberano en 600.000 millones en solo doce años.

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