Crisis siderúrgica

El hierro revive su colapso de 2008 pero la inflación energética atrapa a Arcelor

La industria siderúrgica se ve flanqueada por el encarecimiento de los costes energéticos pese a que algunos de los componentes para la producción de acero están registrando descensos.

El coste de producir acero se ha disparado por la energía.
El coste de producir acero se ha disparado por la energía.
UNESID

La espiral inflacionista de la producción eléctrica está provocando efectos de segunda ronda en la industria y, en especial, de aquellas actividades que hacen un consumo intensivo como la siderurgia. En paralelo, el desplome del mineral de hierro, base para la producción de acero, no está aliviando los márgenes de las principales empresas del sector debido al peso de la energía en la cuenta de resultados. ArcelorMittal, la mayor compañía siderúrgica, está sufriendo ambas fuerzas debido a que también es uno de los mayores productores de mineral de hierro y su precio se está derrumbando.

Después de marcar máximos históricos por encima de los 220 dólares por tonelada a mediados de julio, el precio del hierro se ha desplomado en los últimos días hasta la cota de los 100 dólares, lo que supone un crash de más del 50%. Los inversores no asistían a un movimiento tan brusco y violento a la baja desde el verano de 2008 cuando los precios llegaron a enlazar, coincidiendo con la quiebra de Lehman, hasta un 70% de caída en apenas cuatro meses. Mientras tanto, los precios del acero todavía se mantienen cerca de sus máximos anuales por encima de los 750 euros por tonelada.

Entre las causas de este fenómeno, como publicó La Información el mes pasado, se encuentran los planes de China para frenar la producción de acero para cumplir con sus objetivos climáticos y, por tanto, una menor demanda del mineral de hierro. Sin embargo, hay analistas que apuntaban ya hace un mes a otras causas. “Los sectores de infraestructura e inmobiliario en China están mostrando signos de enfriamiento, lo que pesa sobre la demanda de acero y la necesidad de mineral de hierro de las acerías”, explicó Carsten Menke, director de análisis del área Next Generation en Julius Baer.

"Los combustibles sólidos, la electricidad y el gas natural son algunos de los principales insumos de materia prima para una acería. ArcelorMittal está expuesto a volatilidad de los precios de cada una de estas materias primas con respecto a su compras en el mercado al contado y bajo sus contratos de suministro a largo plazo”, recordó la compañía en su presentación de resultados de junio, tras una recuperación récord post-Covid.

ArcelorMittal firmó un beneficio neto de 6.290 millones de dólares (5.304 millones de euros), su mejor cifra desde 2008 y muy por encima de la primera mitad de 2020 cuando perdió 1.679 millones de dólares (1.415 millones de euros). Este buen comportamiento de su negocio le llevó a mejorar las previsiones para 2021 por la mayor demanda esperada, aunque ahora los mercados están poniendo en duda ese escenario. La multinacional alcanzó unas ventas de 35.500 millones de dólares tras producir 35,4 millones de toneladas de acero y 24,5 millones de toneladas de hierro.

Pendiente de la luz

ArcelorMittal posee 10 filiales operativas con minas en operación y desarrollo, lo que le convierte en uno de los mayores productores de hierro del mundo. La compañía extrae este mineral en Brasil, Bosnia, Canadá, Kazajstán, Liberia, México y Ucrania para garantizarse el suministro y los precios. “Debido a que la mayoría de los minerales utilizados en el proceso de fabricación de acero son recursos finitos, también pueden encarecerse en respuesta a cualquier escasez de en el acceso al suministro, combinado con la evolución de la cartera de proyectos de nuevas exploraciones para reemplazar recursos consumidos”, advierte.

El coste de sus ventas incluye tres componentes: las materias primas necesarias para el acero (hierro, carbón coquizable, carbón pulverizado), la electricidad y mano de obra. En la primera mitad de 2021, esta cifra ascendió a 27.400 millones de dólares, un 7,4% más en tasa interanual, aunque la empresa lo achacó al primer factor. Sin embargo, el recibo de la luz de Arcelor se está disparando desde julio de forma vertical.

Es una de las variables que analiza con más atención y, de hecho, realiza el seguimiento de los precios eléctricos en tres países (Alemania, Francia y Bélgica). Hasta junio, Arcelor notó la subida e hizo hincapié en su coste: “Debido al aumento de los costos del combustible, los precios de la electricidad experimentaron una tendencia al alza similar durante la primera mitad de 2021 como el resto del sistema energético, exacerbado por períodos de baja a media generación de energía renovable”. La cuestión es que desde interpretación sobre la lectura de su contador, la cotización de la electricidad mayorista ha pasado a duplicarse en solo dos meses (de 60 a 120 euros MWh) o triplicarse respecto a los niveles de finales de 2020.  

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