El sector servicios se desinfla a niveles de 2013, cuando España estaba sumida aún en su segunda recesión a raíz de la crisis financiera y de deuda soberana, y lo hace a causa del brote de coronavirus con origen en China, que ya se ha extendido por más de 60 países. El índice de gestores de compra que elabora mensualmente Markit arroja una caída de las expectativas de los empresarios del sector hasta los 52,1 puntos, desde los 52,3 del mes previo, en lo que supone su peor registro desde noviembre de hace siete años.
Es cierto que el índice permanece aún por encima de 50 (nivel bajo el cual la actividad se contrae), pero también que se trata de una caída sintomática y que puede afectar a nuestro país. De acuerdo con los últimos datos de Contabilidad Nacional, a cierre de 2019, el sector servicios representaba el 61,3% del PIB y generaba casi ocho de cada diez puestos de trabajo.
"Las empresas encuestadas comentaron el impacto adverso que el reciente brote de coronavirus está tendiendo en la confianza y en la actividad, especialmente en áreas como los viajes y el turismo", apuntan los autores de la encuesta PMI. Las compañías aéreas españolas se han visto obligadas a cancelar sus viajes a China y los vuelos en conexión también se han visto afectados. Lo mismo sucede con los turoperadores y, más aún, con los turistas asiáticos que dejarán de viajar a causa del brote.
La debilidad de la demanda obligó a las empresas a contener la subida de los precios, reduciendo su rentabilidad en un momento en que los costes aumentaron a su ritmo más rápido desde agosto de 2008. Las empresas del sector apuntan sobre todo al aumento de los precios por parte de sus proveedores y al alza de los costes laborales. La parte positiva es que el empleo en el sector volvió a avanzar en febrero, extendiendo su expansión a casi cinco años y medio. Eso sí, fue un repunte modesto y el más suave desde octubre del año pasado.
"El crecimiento del sector servicios continuó atenuándose en febrero a medida que las incertidumbres políticas perjudicaron la demanda interna, mientras que los efectos adversos del brote de coronavirus tuvieron un impacto negativo en la confianza y en la actividad del mercado en sectores relacionados con los viajes y el turismo", explica Paul Smith, economista de IHS Markit.
La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha asegurado en las últimas horas que el coronavirus supone un "shock transitorio" que causará un daño limitado a la economía y que, posteriormente, habrá una recuperación. Con todo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez está preparando un paquete de medidas de liquidez encaminada a las empresas por si la crisis fuera a más.
Avanza el índice compuesto
Mientras, el sector manufacturero español volvió a registrar un avance de la actividad en febrero, tras encadenar ocho meses consecutivos a la baja. Su PMI subió de los 48,5 puntos de enero a los 50,4 puntos, a la espera del impacto sobre la cadena de suministros del Covid-19. De este modo, el índice PMI compuesto, que se calcula con una media ponderada de los datos de ambos sectores, avanzó ligeramente en febrero, hasta 51,8 puntos, frente a los 51,5 de enero.
"Si bien los datos hasta febrero sugieren que la economía debería continuar creciendo en el primer trimestre del año, los riesgos a la baja para la expansión claramente están comenzando a materializarse de cara a la primavera", añade Smith.
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