Denuncia las prácticas contables 

El 'soldado' Griffith se atrinchera con el 14% en Realia para dar guerra a Slim

Carlos Slim, en el investor day de FCC
Carlos Slim, en el investor day de FCC
FCC - Archivo

En el número 4 de Sloane Terrace, entre Chelsea y Belgravia, se encuentra Cadogan Hall, uno de los auditorios de referencia de Londres. Es la sede permanente de la Royal Philharmonic Orchestra (RPO) desde hace más de medio siglo. Justo enfrente de ese edificio, a cuatro metros cruzando la calle, tiene su sede una orquesta de otro tipo que, de vez en cuando, hace escuchar su sinfonía en las principales bolsas europeas.

Se trata del cuartel general de Polygon Global Partners, Tetragon Financial Management y Blackwell Partners. Son tres firmas de inversiones activistas manejadas por Patrick G. Dear y Reade Griffith, el ex marine de los EEUU que hizo carrera como gestor de ‘hedge funds’ y que se ha convertido en uno de los inversores habituales en los procesos de opa de la Bolsa española durante el último año y medio.

En plena crisis por el Covid-19, Polygon ha vuelto a hacerse oir al reforzar su posición en Realia, controlada con el 70,7% de las acciones por Carlos Slim a través de FCC y Carso. El fondo de cabecera de Dear y Griffith ha elevado su participación del 8% al 9%, que elevan el control de su grupo de fondos al 14% del capital, contando el 5% en manos de Blackwell. Todas las posiciones están construidas a través de derivados financieros con algunos bancos de inversión como el suizo UBS, que actúa como contraparte y custodio de la posición.

La gestora londinense está presente en el accionariado de Realia desde hace cuatro años y, desde entonces, reclama que Slim y el equipo gestor de la inmobiliaria están infravalorando los activos de la compañía proyectando una imagen no ajustada a la realidad. "Realia subestima de manera sustancial el valor de los activos de la compañía y por tanto deprime el verdadero valor de las acciones", explica el fondo, que acusa también a la tasadora Tinsa y valora la compañía en, al menos, el doble que su cotización actual: 1,8 euros frente a los 0,7 que marca en bolsa.

En concreto, Polygon acusa a los gestores mexicanos de falta de transparencia, prácticas contables poco ortodoxas como realizar ampliaciones de capital con un amplio descuento sobre el NAV (valoración de los activos) después de infravalorar los activos, que solo ha tenido el objetivo de diluir al resto de accionistas. El ‘hedge fund’ ha denunciado ante el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICACC), según explican a 'La Información' fuentes próximas al fondo.

De Telepizza a Prisa y Realia

Polygon es un inversor de corte activista, es decir, una de las pocas voces financieras que suele criticar en público a las cúpulas directivas o a los accionistas mayoritarios. En KKR, March o Abelló todavía se acuerdan como su operativa a punto estuvo de desbaratar la opa de exclusión sobre Telepizza hace un año y generó tanto ruido que tuvieron que aceptar a Boussard & Gavaudan como socio de Telepizza fuera de bolsa.

También está presente en Prisa, editor de El País y la Cadena Ser, al borde de una opa que no llega por parte de Amber Capital, el ‘hedge fund’ de Joseph Oughourlian. En el capital del grupo de medios coincide con Carlos Slim, el todopoderoso multimillonario mexicano.

El pulso en Realia tras Soros

Esta coincidencia de Polygon y Slim en el accionariado de Prisa no es nueva en una empresa española. Los dos inversores llevan cerca de cuatro años batallando en Realia, la antigua filial inmobiliaria de FCC y Bankia que acabó en mayo de 2016 bajo el control del dueño de América Móvil y Carso, su sociedad de cabecera.

El mexicano torpedeó la opa de George Soros sobre la inmobiliaria, acabó comprando una participación de control y, luego, lanzó su propia oferta de compra. Fue entonces cuando apareció el inversor activista Griffith. Desde entonces lleva dando a guerra a Slim y bloqueando uno de sus objetivos: excluir de bolsa a Realia.

Griffith se licenció como capitán de los 'marines' de los EEUU tras la Guerra del Golfo de 1991. Después se enroló en la industria financiera y en 1998 ingresó en las filas de Citadel Group, uno de los grandes hedge fund que lidera Ken Griffin. Después cofundó su propio fondo, Polygon en 2002, y formó parte de la creación de Tetragon en 2005 junto a Patrick Giles Dear, otro ilustre del exclusivo barrio londinense de Belgravia.

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