El 'soldado' Griffith se rinde en Telepizza y Boussard traba la exclusión con su 16%

Reade Griffith, cofundador y jefe de inversiones de Polygon.
Reade Griffith, cofundador y jefe de inversiones de Polygon.
L. I.

Fin de la historia. El ‘ex marine’ del Ejercito estadounidense Reade Eugene Griffith ha dado por finalizada su aventura en Telepizza con la liquidación del paquete de derivados financieros que tenía contratados a través de los bancos de inversión Jefferies y UBS. El fundador de los ‘hedge funds’ Polygon y Tetragon ha cejado en su empeño por impulsar una posible mejora en el precio de la opa sobre la cadena de pizzerías y enarbola la bandera blanca. De este modo, el consorcio formado por KKR, Torreal (familia Abelló), Corporación Alba (familia March) y Safra Group ha elevado su participación en Telepizza del 62,8% al 78%.

Según los registros de la CNMV, todos sus fondos están fuera de Telepizza y han dejado de 'morder' sus acciones a través de un complejo entramado de derivados financieros que tenía contratados con sus bancos de inversión de cabecera: Jefferies y UBS. Griffith mantenía bajo su esfera de control en Telepizza el 11% del capital. No llegó a tener las acciones de forma directa, de ahí que con el proceso de pago de dividendo extraordinario de Telepizza (130 millones de euros) le haya obligado a abandonar la posición y cederla.

Pocos días antes de la reciente Junta General de Accionistas, la firma estadounidense Jefferies declaró el 8% del capital, mientras que el suizo UBS mantenía un 6%. Como explicó ‘La Información’, bajo la superficie de la posición de ambos de bancos, se escondía Griffith, que en Telepizza ha actuado como representante de Polygon y Blackwell Partners.

Ambos bancos de inversión han optado por vender las acciones a KKR, Torreal, Safra y Alba en la orden sostenida a 6 euros por acción, es decir, antes del dividendo. De haber esperado al pago que se produce hoy (1,3 euros por acción) tendrían que haber vendido a 4,7 euros, que es el nuevo precio de referencia de la orden de compra sostenida que todavía mantienen en mercado los nuevos dueños de la empresa.

La CNMV ya advirtió que vigilaría de forma estrecha este proceso por considerar que se trataba un "caso extremo", en el que una compañía quiere dejar de cotizar con porcentaje amplio de inversores que no lo deseaban. El supervisor deseaba evitar a toda costa transacciones fuera de mercado por encima del precio de la opa a 6 euros por título, aunque todavía no está claro que lo haya conseguido.

Símbolo de la resistencia anti KKR

El gestor estadounidense y residente en la City se ha convertido en el símbolo de la resistencia en Telepizza a la opa abanderada por Alejo Vidal-Quadras, primer ejecutivo de KKR hasta la fecha y ya en fase de salida de la firma de estadounidense. En febrero comenzó a construir su posición en la empresa que dirige Pablo Juantegui.

En mayo, poco antes de la liquidación de la opa, alcanzó una posición del 11% del capital, liderando la avanzadilla de fondos que ha obligado a KKR a modificar la opa y recortar el dividendo extraordinario previsto en un 30%, hasta los 130 millones. Esa rebaja del autopago con el que iba a financiar gran parte de la opa se debe al incremento de los costes financieros y de asesores en que ha tenido que incurrir KKR.

Griffith es un inversor activista de gran reputación después de ayudar a construir al multimillonario Ken Griffin el megafondo británico Citadel a finales de los años 90. Tras hacer carrera militar, se licenció como capitán tras la Guerra del Golfo de 1991 y participó en la Operación Tormenta del Desierto que desembocó en la primera guerra internacional en Irak. Posteriormente, se pasó a la industria financiera. Tras su paso por Citadel, Griffith cofundó su ‘hedge fund’ Polygon en 2002 y formó parte de la creación de Tetragon en 2005, dos vehículos de inversión especializados en operaciones de arbitraje en opas y ampliaciones.

Boussard se queda

Tras la salida de Griffith, el accionariado de Telepizza ha quedado repartido en tres bloques. IG Investment, que cuenta todavía con el 3% del capital, el consorcio que lidera KKR (con el 78%) y la gestora francesa Boussard & Gavaudan, que atesora todavía de forma directa el 16,3% del capital de Telepizza. No son nuevos en la compañía, la conocen mucho mejor que nadie: la llevan siguiendo desde hace lustros.

En la anterior guerra de opas por Telepizza (2006), la firma francesa manejaba las posiciones de Sark Master, un actor clave en lo que sucedió después. El ‘hedge fund’ de la gestora Boussard & Gavaudan lideró a un grupo de fondos que llegó a tener cerca del 20% de Telepizza y torpedeó la operación de compra de Permira y la familia Ballvé. Su presencia, bajo el anterior regimen de opas, dio tiempo a que otros grupos interesados en la empresa como Ibersol presentasen sus ofertas.

Pese a las jugosas plusvalías que cosecharon en Telepizza, Boussard & Gavaudan se quedaron con una espina clava con lo que sucedió después. Como práctica habitual de los fondos de capital riesgo, Permira endeudó la compañía para autopagarse un dividendo extraordinario que compensó con creces cualquier esfuerzo. La deuda, adquirida poco a poco por KKR, acabó dándole entrada en el accionariado hasta darle su control y la llave de la salida a bolsa en 2015 de la cadena de pizzerías.

Esta vez, Emmanuel Boussard y Emmanuel Gavaudan han aterrizado en Telepizza para quedarse. Su posición del 16,3% del capital es suficiente para dificultar la exclusión de bolsa que persigue KKR junto a sus socios Abelló y March. No obstante, todo parece indicar según fuentes próximas a los inversores, que Boussard acabará incorporándose al consorcio que busca la exclusión de bolsa de Telepizza como su quinto pasajero.

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