El 'tira y afloja' de Letterone con la banca amenaza con un desenlace fatal para Dia

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Plaza Dia
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Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA), la tercera cadena de alimentación en España por detrás de Mercadona y Carrefour, se encuentra al borde de la asfixia financiera, no solo por la marcha de su propio negocio, sino sobre todo, por la falta de visibilidad de su futura ampliación de capital, pendiente de la resolución de la opa de Letterone y un acuerdo de refinanciación con la banca. Distintas fuentes consultadas por ‘La Información’ mantienen una visión pesimista sobre el futuro de Dia y prevén una “incertidumbre máxima” durante las próximas semanas debido a la necesidad de capital y crédito del grupo.

La multinacional española necesita de esos fondos para atender al vencimiento de un bono de 300 millones de euros a finales de junio, es decir, a la devolución de la deuda principal a los inversores que la compraron cinco años atrás. También necesita dinero para afrontar con garantías una renegociación del préstamo sindicado de 900 millones que vence el próximo 31 de mayo. Pero sobre todo, Dia tiene que equilibrar de forma urgente su patrimonio negativo que le llevaría a la insolvencia y, en la última instancia, a la disolución judicial. La situación financiera de la empresa está en números rojos desde finales de 2018, pero parece haberse agravado en el arranque de 2019. Dia prevé pérdidas de hasta 150 millones de euros hasta marzo, que se sumarían a las registradas en 2018.

Todo ello en el transcurso de una opa voluntaria (oferta de compra de acciones) dirigida al 100% de la empresa por parte su primer accionista, que parece abocada al fracaso. El pasado 20 de marzo, la Junta de Accionistas de la empresa rechazó la propuesta del consejo de administración de realizar una ampliación de capital por 600 millones de euros liderada por el banco de inversión Morgan Stanley, pero sin inversores conocidos. No obstante, algunos inversores de la compañía apuntaron que era la propia banca acreedora quien estaba detrás.

En cambio, la Junta aprobó dejar la empresa en manos del fondo Letterone, controlado por el magnate ruso Mijaíl Fridman, que realizará una ampliación de 500 millones si, primero, sale adelante su opa y, segundo, los bancos dan su brazo a torcer y refinancian toda la deuda a corto plazo hasta 2023. Ese pulso, ese tira y afloja, es el que marcará la supervivencia de una empresa que salió a bolsa en 2011 como desinversión de Carrefour. El grupo de tiendas descuento acabó cotizando en bolsa con su sistema de tiendas en propiedad y franquicias que se ha visto superado por modelos como el de Mercadona.

Plan B: reestructuración

A la vista de las dificultades que atraviesa la compañía desde hace meses, el consejo de Dia, respaldado por la banca acreedora, contrató a finales del año pasado no solo a Morgan Stanley para que explorase alternativas financieras, sino también a Houlihan Lokey, la firma reestructuradora de  las deudas de Abengoa o Eroski, otras dos empresas en problemas. De hecho, los bancos acreedores que encabeza Santander exigieron en marzo que Dia creara una nueva sociedad en la que se encuadrarían un número de establecimientos que generasen el 60% del Ebitda de la empresa, con la idea de asegurar el pago de las deudas de la empresa y aplicar una quita o reestructuración sobre el resto de los pasivos. Fuentes financieras explican que se trata de una condición que coloca a Dia 'de facto' en una posición de compañía intervenida por los bancos.

Sin embargo, las condiciones que Dia aceptó a la banca han sido rechazadas a su vez por Letterone, que está en otra posición en la operación. Por ejemplo, el fondo de Fridman exigió refinanciar la totalidad de la deuda y no afrontar ningún vencimiento a corto plazo. Además, puso sobre la mesa que el dinero obtenido con la venta de activos como Max Descuento y Clarel (100 millones) se reinvirtiese en el propio negocio en lugar de a devolver préstamos a la banca. Las entidades financieras se cerraron en banda ante el nuevo interlocutor y las posiciones se han movido poco. Desde entonces, Dia sigue en medio de los dos bancos y la cuenta atrás sigue activada para final inesperado.

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