Urnas e Ibex 35: la resaca electoral de las generales que acaba en 'números rojos'

  • Los resultados electorales en las generales y el índice de referencia de la bolsa española mantienen una relación que solo acabó bien el pasado abril.
Urnas sondeo
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EFE

El pasado 28 de abril se rompió la tradición bajista del Ibex 35 después de unas elecciones generales en España. Desde que se creó el índice a principios de los años 90, nunca había cerrado en positivo. Pero el lunes posterior a las últimas elecciones generales, la referencia bursátil española se anotó una subida del 0,12% y cerró por encima de los 9.500 puntos. Fue la excepción a la regla. El día después a la cita para elegir al nuevo inquilino de Moncloa, el Ibex 35 ha caído en promedio un 2,43%, teniendo en cuenta las nueve elecciones generales desde 1993.

Las mayores caídas se produjeron tras las sorpresas electorales de 1996 y 2004 cuando José María Aznar (-5,22%) y José Luis Rodríguez Zapatero (-4,15%) alcanzaron la presidencia en el esprint final hacia las urnas con ‘sorpassos’ entre PP y PSOE. En ambos casos, la incertidumbre por lo inesperado marcaron la primera reacción de los inversores ante los entonces nóveles presidentes, aunque las dos legislaturas estuvieron luego dominadas por las subidas de la bolsa española.

Reacción del Ibex a las elecciones generales.

Las menores caídas en el Ibex 35 se produjeron cuando Aznar y Zapatero renovaron mandato en 2000 (-1,23%) y 2008 (-0,59%), uno y otro en vísperas de grandes crisis como el pinchazo de las 'puntocom' o de la crisis inmobiliaria ‘subprime’, respectivamente. El dinero, como entonces, está nervioso ante los primeros síntomas de desaceleración y después de largos periodos de crecimiento económico y de estabilidad financiera en los mercados. La mayor amenaza ahora es la burbuja sobre la deuda y el escenario de dinero gratis con tipos de interés negativos.

“La incertidumbre política reinante desde las últimas elecciones (celebradas en abril de este año) prácticamente no ha dejado marca en el coste de la deuda española. Los bonos españoles, al igual que los de otros mercados periféricos, vienen registrando un buen comportamiento gracias, en gran medida, a que el Banco Central Europeo (BCE). (...) Es poco probable que el resultado de las elecciones tenga un impacto significativo en el valor del euro”, explica Paul Brain, gestor de renta fija de la firma BNY Mellon IM.

Los indicadores de riesgo están adormilados por el férreo control sobre la deuda soberana que ha ejercido el BCE durante los últimos años, aunque con el relevo de Mario Draghi ya ha advertido a los gobiernos del euro que la política monetaria ha perdido efectividad y es necesaria la ayuda de la fiscalidad. La prima de riesgo de España -que mide el diferencial con respecto al bund alemán- se mantiene en torno a los 60-70 puntos, si bien otros países que tenían más riesgo como Portugal, dentro del euro), o Bulgaria, fuera de él, tienen ya menos costes sobre su deuda.

Zona de máximos

Wall Street, pulsómetro de la energía bursátil global, se encuentra en máximos históricos después de una década consecutiva de escalada. En cambio, el Ibex 35 deambula muy por debajo del techo que alcanzó el 8 de noviembre cerca de los 16.000 puntos. Baja un 41% desde entonces, aunque sube algo más del 7% contando con los dividendos pagados por las empresas que lo componen. Seis meses después de las últimas elecciones generales, el Ibex 35 se sitúa a las puertas de máximos anuales que marcó en abril y con un alza acumulada del 10% en 2019.

Ahora, los sondeos previos señalan a un resultado electoral todavía más fragmentado debido al ascenso de PP y Vox, el desplome de Ciudadanos y el mantenimiento de Unidas Podemos o del PSOE, el ganador de las últimas elecciones generales. Brain considera que la fragmentación política es una tendencia en la política europea, aunque España se ha convertido en el paradigma del cambio en las estructuras .

“Tras el largo periodo posterior a la crisis financiera, que se ha caracterizado por el lento crecimiento y el aumento de las desigualdades, el ascenso del populismo podría provocar un abandono gradual del centro político hacia partidos de izquierda y de derecha que logren atraer el voto de los electores con promesas de cambio. España es un buen ejemplo de esta tendencia, en parte por la percepción de que los partidos tradicionales no solo han hecho un mal trabajo sino que, además, son corruptos. La primera consecuencia de este proceso es la incapacidad para formar mayorías”, añade el experto de BNY.

En opinión de Roxane Van Cleef, economista de Goldman Sachs, lo que suceda en este 10 de noviembre no tendrá efectos de forma inmediata, pero considera que marcará la percepción de los inversores a partir del año que viene. “Hasta ahora, el impacto económico de la incertidumbre política se ha visto limitado por las amplias reformas estructurales emprendidas después de la crisis financiera mundial y la fortaleza cíclica de la economía en los últimos años. Sin embargo, el crecimiento se ha desacelerado notablemente este año y la fragmentación política en curso podría inhibir la capacidad de España para promulgar políticas económicas apropiadas en respuesta a la desaceleración”. Goldman Sachs, de hecho, ve un escenario de pacto a partir de mañana.

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