La prima de riesgo firma tibias alzas tras el 10-N pero el interés de los bonos sube

Debate a cinco horizontal
Debate a cinco horizontal

Los inversores no titubean ante el complicado escenario poselectoral que arrojan las elecciones celebradas este domingo. La prima de riesgo española (que mide el diferencial entre cómo cotizan el bono español a 10 años y el alemán al mismo plazo y referencia europea) cerró el pasado viernes con leves caídas en los 65,6 puntos básicos y hoy apenas se mueve de ese nivel, con un leve alza hasta los 67,2 puntos básicos.

El fuerte respaldo que el Banco Central Europeo ha venido dando a las economías del euro con sus medidas de estímulo ha generado un clima de tranquilidad que no se ve torpedeado por la dificultad para formar un gobierno estable de nuestro país, el ascenso de la ultraderecha de Vox o el de los nacionalismos (que han ganado peso tanto en Cataluña como en Euskadi). 

Recordemos que tras los últimos comicios del 28 de abril el riesgo país español reaccionó ligeramente a la baja ante un escenario que se antojaba menos complicado para formar un ejecutivo, eso sí, se mantuvo por encima de los 100 puntos básicos. Un nivel que, posteriormente, ha ido rebajando de forma notable al calor de los estímulos del Banco Central Europeo (sobre todo su programa de compra de deuda pública, que retomó el pasado 1 de noviembre) y con los inversores adquiriendo deuda soberana para tratar de poner a cubierto su dinero, ante el temor a un frenazo global. 

Los movimientos en el bono español a 10 años sí han sido más reveladores. Desde que el pasado 28 de agosto su rentabilidad marcó un mínimo histórico en el 0,072%, la referencia española se ha disparado más del 400% hasta el 0,42% al que cotiza esta mañana. Solo en lo que llevamos de mes de noviembre, con una mínima campaña electoral que ha generado más incertidumbre que otra cosa, el interés del bono se ha duplicado, pasando del 0,2% al 0,4%.

El hecho de que esta subida no esté traduciéndose en un fuerte incremento de la prima tiene que ver con que al mismo tiempo está subiendo también la rentabilidad de la deuda alemana, así como de la austriaca, belga o francesa. En un entorno en el que los inversores venden (el precio se comporta en sentido inverso a la rentabilidad) en medio de la sobrevaloración de estos activos, que ha hecho surgir el temor a una nueva burbuja.  

El nivel al que se sitúa la prima es importante porque determina el riesgo que los inversores atribuyen a un país a la hora de devolver sus préstamos y es un indicador clave para elaborar los presupuestos, puesto que España sale en busca de crédito exterior para poder financiar políticas clave como las pensiones, sanidad o para afrontar el pago de intereses de su propia deuda.

La falta de Gobierno no ha impedido a España resistir de momento entre las economías que más avanzan dentro de la zona euro. Esto último, 'con pinzas' puesto que el 0,4% al que el PIB de nuestro país volvió a crecer en el tercer trimestre supone su menor ritmo en tres años. La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre sí se ha hecho eco del frenazo. Los datos de empleo y paro registrados entre julio y septiembre son los peores desde el año 2012, en plena crisis.

Así, el desempleo bajó en 16.200 personas entre julio y septiembre y los ocupados aumentaron en 69.400 personas, en ambos casos, el mínimo desde hace siete años, cuando España estaba sumida en lo peor de la recesión. La tasa de desempleo se situó ligeramente por debajo del 14%, en el 13,92%, apenas una décima menos que en el trimestre anterior.

Las opciones a partir de ahora no están nada claras. La celebración de los comicios "ha sido evidentemente inútil desde un punto de vista de mejorar la posible gobernabilidad del país", en opinión de Link Securities. "Lo cierto es que el escenario más factible, no por ello del todo viable, es un gobierno liderado por el PSOE y apoyado por la extrema izquierda, bien en coalición o simplemente con su apoyo parlamentario.

Pero para que ello sea viable es necesario la abstención de los partidos independentistas catalanes, que es evidente que pedirán algo a cambio, algo que no estamos seguros que el PSOE esté en disposición de poder darle", apunta su responsable de Análisis, Juan J. Fernández-Figares. Este escenario, de confirmarse, no creemos que guste a los inversores. Otra posibilidad, una gran alianza a “la alemana” entre el centro derecha y la izquierda es poco viable en España, desde su punto de vista aunque, de producirse, denotaría una gran madurez de nuestra Democracia

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