Materias primas

El aluminio se sitúa como el 'tapado' de la inversión en electrificación en 2023

La demanda de metales para la fabricación de coche eléctrico y toda la industria auxiliar asociada está creciendo tras la reapertura de China y la aceleración de inversiones en Occidente en energía verde.

La electrificación sitúa al aluminio como el metal ‘tapado’ para atrapar al inversor en 2023.
La electrificación sitúa al aluminio como el metal ‘tapado’ para atrapar al inversor en 2023.
DPA vía Europa Press

El sector de las materias primas ha vuelto a sentir la atracción de los mercados. Hay ciertos elementos que ayudarán a que el mundo haga la transición a fuentes de energía más verdes. Existen ciertos recursos que son necesarios para alimentar a la creciente población global. También existen recursos monetarios que permiten a las distintas economías garantizar a sus poblaciones un nivel de vida diferente.

Históricamente, las materias primas han sido una clase de activo cíclica, que suele bajar cuando el ciclo económico se vuelve negativo. No obstante, la historia demuestra que los precios de las materias primas pueden seguir subiendo mucho después de que un ciclo económico haya cambiado de rumbo si los factores son favorables, como es el caso del aluminio.

“Los ‘shocks’ en el precio del crudo de la década de los 70´ y 80´ son un ejemplo de ello. Y, si bien es cierto que son ciclos inusuales, es probable que hoy estemos viviendo otro choque de precios en el sector energético”, asegura en un reciente informe Nitesh Shah, director de materias primas y análisis macroeconómico de WisdomTree.

En este sentido, la demanda de aluminio se ha disparado este año, con los precios alcanzando un máximo histórico en marzo, ya que el auge del consumo tras la pandemia provocó una fuerte demanda de vehículos eléctricos, electrodomésticos y equipos de energías renovables, que utilizan el metal gris plateado como componentes.

Jin Chang, director general y responsable global de metales de CME, en el reciente foro de Open Markets lo describía así: “Los clientes nos han pedido una alternativa viable para gestionar el riesgo en el sector del aluminio y, en general, de los metales básicos… La volatilidad está aquí para quedarse y necesitamos herramientas adecuadas de gestión del riesgo para operar, así como transparencia en torno a la determinación de precios”.

En ese mismo foro Andy Massey, vicepresidente de metales, compras y transporte de Bonnell Aluminum, añadió que la demanda de vehículos eléctricos sigue siendo alta, lo que impulsa la demanda actual y futura del metal ligero. “El mercado del aluminio está en plena explosión. Cada vez se utiliza más aluminio en los coches. Antes nos entusiasmaban las 300 libras por vehículo, pero con algunos de los modelos coches eléctricos estamos llegando a las 500 u 800 libras, lo cual representa un salto enorme”, aseguró.

Con todo, en general, se espera que el crecimiento del aluminio siga siendo saludable, con la previsión de que las ventas del metal alcancen los 238.000 millones de dólares en 2028, frente a los 142.000 millones del año pasado, según un informe de SkyQuest Technology Consultancy.

“A largo plazo, las perspectivas de los metales de aluminio son buenas. Esto se debe a que es un material clave en la transición hacia la energía limpia, mientras que el aluminio y el cobre también son componentes muy importantes en los vehículos eléctricos”, destaca la consultora.

La industria automovilística es la mayor consumidora de aluminio del mundo, con casi 67 millones de vehículos al año, según SkyQuest. China es el mayor productor, con un 60% de la producción, seguida de Rusia y, a continuación, Europa y Estados Unidos. “El mundo fabricó 68,9 toneladas métricas de aluminio en 2022 hasta octubre”, analiza ING en un informe.

Mirando hacia el stock

Un factor importante sigue afectando al mercado del aluminio: la baja producción de las fundiciones. Aunque no es la única cuestión que afecta a la actividad del metal, el hecho de que las fundiciones permanezcan cerradas o con una capacidad limitada sigue siendo un problema considerable.

“Aunque el aluminio tiene un punto de fusión mucho más bajo que otros metales como el níquel o el cobre, la escasez de energía seguirá afectando al mercado del aluminio debido a que las fundiciones no tienen suficiente energía para funcionar”, comenta Morgan Stanley en un informe. Este mismo problema hizo que la industria sufriera significativamente bajo el peso de la crisis energética europea 2022

“Al final, los precios del aluminio son sólo un síntoma de un problema mayor”, añade el banco de inversión estadounidense. “Incluso si los compradores tienen los fondos para reponer sus inventarios, la oferta simplemente no está ahí”, agrega. 

Por lo tanto, los niveles de producción tienen que aumentar para que los niveles de inventario puedan hacer lo mismo. Por supuesto, nadie está seguro al 100% de cuándo ocurrirá eso. A corto plazo, el mercado podría ser testigo de una mayor volatilidad y, si los niveles de stock siguen siendo bajos, de más atascos en la cadena de suministro que repercutirían negativamente sobre la inflación. Los próximos meses pueden ser clave.

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