Multiplica números rojos

Elías invoca a los acreedores de Ezentis para un rescate por las nuevas pérdidas

El grupo de infraestructuras baja la persiana en Chile, Perú y México tras la operación frustrada de venta mientras aflora un fondo de maniobra negativo de 230 millones de euros que obligarán a ampliar capital.

José Elías Navarro, presidente y principal accionista de Audax.
José Elías Navarro, presidente y principal accionista de Ezentis, Audax y Atrys.
L. I.

Casi todo en negativo. Ezentis registró en 2021 pérdidas netas de 139,6 millones de euros, un 223% más que en 2020, un resultado de explotación de -93 millones, un fondo de maniobra de -230 millones (casi cuatro veces más que el que tenía a cierre de 2020) y un patrimonio neto de -159 millones, según el informe de resultados anuales. Pese a todo, el mayor accionista, José Elías Navarro, ha reafirmado su compromiso aunque ya pierde un 50% de lo que invirtió hace un año, y la compañía ha incumplido sistemáticamente todos sus objetivos, en especial, los 'covenants' o cláusulas relativos a las métricas financieras que pactó con sus acreedores.

El grupo alcanzó un acuerdo con los bancos para modificar “dos de los cuatro ratios” establecidos en el contrato de financiación, aunque no especifica cuáles. Los citados 'covenants' hacen mención a límites en la relación deuda/ebitda, cobertura de la tesorería, restricción a las inversiones al 2% de la cifra de ingresos e intereses que la empresa ha traspasado. Por este motivo, la nueva cúpula de Ezentis ha llamado a consultas a los acreedores para iniciar “un proceso de refinanciación” de la empresa.

La situación crítica por la que atraviesa el grupo tiene su origen en los negocios latinoamericanos en Chile, Perú y México que ha decidido cerrar ahora después de que en 2021 se cayese la venta a Integrum por 43 millones de euros. Acto seguido, Ezentis también vio cómo descarrilaba su fusión con Rocío Servicios (Audax Green) que iba a multiplicar su cartera de negocio en el sector energético y, a la vez, daría el control de la compañía -por encima del 50%- a Elías Navarro. Sin embargo, la CNMV descartó la exención de opa que exigía el dueño de Audax y la operación se retiró de la mesa.

Ahora la compañía se enfrenta al riesgo de disolución si no sale de la situación de patrimonio neto negativo en la que se encuentra y se ve abocada a una profunda reestructuración tanto de su deuda como de su accionariado con una nueva ampliación de capital. Las cartas que Ezentis presentará a los acreedores son solo dos pero tienen un notable peso.

Primero, el apoyo de Elías en forma de contratación de la compañía para la construcción y mantenimiento de plantas fotovoltaicas de Audax de hasta 2.500 MW. Segundo, la prórroga de los dos principales contratos con Telefónica en España hasta diciembre de 2023 y su posible participación en los despliegues de fibra en Brasil y Alemania. A cierre de 2020, la operadora suponía el 54,8% de los ingresos de Ezentis, según sus cuentas, aunque ese porcentaje se incrementó a lo largo de 2021 con nuevas adjudicaciones.

¿Un 'muerto contable' en el balance?

Pese a las buenas perspectivas de negocio, el presente y, sobre todo, el pasado han estado a punto de llevarse por delante a Ezentis. Según comunicó a la CNMV, la compañía ha identificado "posibles discordancias que podían tener transcendencia contable" en su información financiera que, al parecer, se viene arrastrando de ejercicios anteriores. La compañía estima en 12,4 millones de euros este 'error'. Para curarse en salud, la empresa ha contratado los servicios de una consultora independiente que está practicando un ‘forensic’ (autopsia contable) desde noviembre para determinar lo ocurrido y, en su caso, exigir responsabilidades.

Mientras tanto, Ezentis (antigua Avanzit y Radiotrónica) se ha convertido en la versión bursátil de 'Esta casa es una ruina'. Su cotización cerró este martes en nuevos mínimos históricos en 0,15 euros por acción y una valoración en bolsa de apenas 69 millones de euros

Comparativamente, solo el año pasado recibió dos inyecciones de capital de 40 millones de euros por parte de su actual primer accionista. Ahora el empresario de Badalona acumula 20 millones de minusvalías latentes. 

Fue a finales de enero de 2021 cuando Elías acudió al rescate de la empresa al suscribir una ampliación de capital a 0,3 euros por título y compró unos bonos convertibles por acciones al mismo precio. Consiguió el 28,5% del capital de la compañía, facilitando la salida del accionariado a la sueca Ericsson. Ahora Elías afronta otra situación límite con Ezentis que le obligará, probablemente, a rascarse el bolsillo.

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